Turok 3: Shadow of Oblivion – Remastered – Nintendo Switch (Análisis)

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Acabando la trilogía.
  • ¡Prefiero a Danielle!

Si son de la generación que creció con el Nintendo 64, seguro recordarán juegos como “Turok 3: Shadow of Oblivion”. No necesariamente porque lo pidieron por Navidad, pero quizás porque lo alquilaron en Blockbuster, o incluso porque leyeron varios artículos y análisis del título en revistas como la de Club Nintendo. Y por supuesto, lo recordarán gracias a sus predecesores —los dos primeros (y geniales) juegos de “Turok” (que también han sido remasterizados para la Switch), y por supuesto, el juego enfocado únicamente en el multijugador, “Turok: Rage Wars” (el cual espero sea remasterizado pronto, también).

“Turok” es una franquicia, pues, que tuvo su época de apogeo en los 90s, y que ahora está de vuelta gracias a los magos de Nightdive Studios —aquella desarrolladora que se dedica a recuperar y remasterizar videojuegos que, de lo contrario, se perderían en el tiempo y se quedarían en consolas o sistemas obsoletos. “Turok 3: Shadow of Oblivion – Remastered” es el más reciente ejemplo de dicho esfuerzo; un título que, sin llegar a ser maravilloso, al menos ha sido recuperado y remasterizado de la forma más espectacular posible, por más de que los fanáticos de la franquicia seamos, hoy en día, pocos. Después de todo, Nightdive tenía que terminar con la trilogía original de “Turok”.

“Turok 3: Shadow of Oblivion – Remastered” comienza con un cutscene bastante impresionante (para la época). En él, somos testigos de la muerte del Turok original de los juegos previos, Joshua Fireseed, para luego pasarle la batuta a sus hijos, Joseph y Danielle. La idea es que ellos deben acabar con Oblivion… una fuerza maligna. O algo así. La trama no es el punto de fuerte de “Turok 3: Shadow of Oblivion – Remastered”. De hecho, me animaría a decir que es una de las peores narrativas que se hayan visto en un videojuego profesional, lo cual es evidente ahora incluso más en esta versión remasterizada. Al menos los cutscenes resaltan considerando que los títulos para Nintendo 64 generalmente no incluían actuaciones de voz y, mucho menos, expresiones faciales en personajes.

Una vez que uno se pone a jugar, por otro lado, se va dando cuenta que las cosas han cambiado respecto a las dos entregas previas. “Turok 3: Shadow of Oblivion – Remastered” es un first person scooter bastante más tradicional comparado a sus predecesores, claramente influenciado por el famoso “Half-Life”, y no tanto por los primeros first person shooters para PC con gráficas en 2D. Por ende, la experiencia en general —en términos de gameplay— se siente como un híbrido peculiar; no maneja los mismos estándares de un título contemporáneo, obviamente, pero tampoco es lo suficientemente distinto como para sentirse del mismo estilo que los primeros dos “Turok 3”. Por algo esta tercera parte siempre fue considerada como la más floja.

No obstante, el juego igual cuenta con algo de encanto. Puede ser la nostalgia, el gran trabajo que Nightdive ha hecho con la remasterización, o ciertas decisiones creativas, pero “Turok 3: Shadow of Oblivion – Remastered” se siente como un producto de su época al 100%, lo cual no es del todo malo. Consideren, si no, el que uno pueda elegir de entre los dos protagonistas ya mencionados, cada uno con habilidades distintas —Danielle tiene un gancho que puede lanzar, y Joseph puede meterse en lugares pequeños. Y que hayan ciertas diferencias en como la historia se desarrolla con cada uno de ellos. No son campañas completamente diferentes, pero considerando que la historia no dura más de cinco horas, al menos este aspecto sirve para que uno tenga ganas de pasarla más de una vez.

Porque incluso en comparación a los otros dos juegos, “Turok 3: Shadow of Oblivion – Remastered” es un título fácil (evidentemente esto dependerá de la dificultad que elijan, pero en términos generales, no se trata de una experiencia muy retadora). Los enemigos aparecen ocasionalmente y son fáciles de matar (incluso con la pistolita con la que uno comienza), y los niveles son grandes y están frecuentemente vacíos, obligándolo a uno a explorar y saltar y moverse no tan rápido como el buen Joshua Fireseed. E incluso cuando no encontraba la solución a algún problema, aquella situación no se extendía por mucho tiempo —y la solución terminaba siendo bastante más obvia de lo esperado en un juego de esta antigüedad.

A nivel técnico, no tengo queja alguna. La gente de Nightdive ha hecho un trabajo espectacular, como siempre —lo cual es doblemente impresionante, considerando que no tuvieron acceso al código original del juego (¡!). Más bien, lo que han hecho es recrear el título entero únicamente a partir del cartucho, mejorando la resolución, mejorando las texturas (y en algunos casos, reemplazándolas), y en general, haciendo que el juego luzca mil veces mejor que en el año 2000. Evidentemente, igual luce como un título de Nintendo 64 —pero como de pequeños nos imaginábamos lucía un título de Nintendo 64, y no como verdaderamente se veían. “Turok 3: Shadow of Oblivion – Remastered” hasta tiene algunas inclusiones nuevas, especialmente elementos nuevos en algunos de los niveles más vacíos. Es realmente impresionante.

El balance general, pues, termina siendo menor al de los dos juegos anteriores, pero no menos impresionante. Sí, hay pocas armas (¡aunque el Cerebral Bore está de vuelta!), los niveles son grandes y están medio vacíos, y las caras que los personajes hacen cuando hablan pueden ser medio perturbadoras. Ah, y la historia es cualquier cosa —incoherente y estúpida como ella sola. “Turok 3: Shadow of Oblivion – Remastered” pero igual cuenta con ese encanto tan propio de la época del Nintendo 64, y se juega súper bien, especialmente en esta versión súper mejorada e increíblemente respetuosa a la fuente de inspiración original. Increíble que tengamos la trilogía entera de “Turok” en una versión remasterizada en la Switch. ¡Ahora sí, que venga las “Rage Wars”!



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Acabando la trilogía.
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