- ¡Suave con las losas! 8
“Oxytone” es uno de esos juegos de puzzles engañadoramente simples que vemos con frecuencia en la Nintendo Switch. De hecho, a primera vista, parecer ser el tipo de título que muy bien podría haber salido para móviles —y que quizás no se beneficiaría tanto a la hora de jugarse en una consola como esta. Y sin embargo, luego de haberlo probado por varias horas, puedo decir que sí vale la pena jugar “Oxytone” —especialmente en el modo portátil de dicha plataforma. Lo que tenemos acá, pues, es un título adictivo y a la vez relajante, que seguro cautivará a más de un fanático del género.
El concepto básico de “Oxytone” es, como se deben imaginar, bastante sencillo. Cada nivel —y cada reto— nos presenta una serie de losas. Una de ellas tiene el inicio de un camino, y otra tiene el final. La idea es que uno debe utilizar las losas disponibles en medio para crear los caminos más largos posible, lo más rápido posible, y con la cantidad de movimientos disponible (sin regresar a la Base, por supuesto). Cada losa puede ser girada o eliminada para crear dicho camino, y por supuesto, también contamos con un tiempo límite. Todo esto convierte a “Oxytone” en una experiencia lógicamente retadora, que sin embargo nunca se torna frustrante.
Porque es ahí donde radica el chiste del juego: poco a poco y casi sin que uno se de cuenta, va aumentado la dificultad de los niveles que nos entrega, haciendo que la formación del caminito se haga más complicada, y que uno vaya dudando más sobre cómo formarlo, qué losas usar, y cuántos movimientos de pueden utilizar. Dentro de estas ideas, “Oxytone” incluye suficientes novedades de nivel a nivel como para mantener entretenido al jugador. No, nunca cambia nada ni introduce ideas completamente nuevas, pero igual maneja un buen balance entre lo familiar y lo que se va haciendo gradualmente más difícil.
Vale la pena mencionar, además, que “Oxytone” viene con noventa y nueve (¡!) retos, doce mapas distintos, y varios temas de diversos colores para desbloquear. Considerando que se trata de un juego barato, no es poco contenido —y especialmente, también, considerado que todos los niveles pueden ser jugados varias veces para ir mejorando los tiempos propios o la cantidad de losas usadas para formar el caminito. En ese sentido, “Oxytone” motiva al jugador para que juegue y rejuegue, lo cual lógicamente funciona mejor en la modalidad portátil de la Switch. Resulta relajante, por ejemplo, pasarse un par de niveles en la sala de espera del dentista, o hasta en el baño (¡hay que ser honestos!).
No obstante, y regresando un poco a lo que se mencionó en el primer párrafo, igual no se puede negar que “Oxytone” es una propuesta sencilla. Obviamente no se trata de algo comparable a los grandes juegos AAA para la Switch, e incluso si se le compara a otros títulos tipo puzzle, podría resultar ligeramente repetitivo. Pero a pesar de todas esas limitantes, igual logra cautivar al jugador con un gameplay suficientemente retador, niveles que lo hacen sudar a uno, y una sorprendente poca dependencia al ensayo y error. Si uno repite niveles, es porque quiere mejorar, no porque tiene que intentar pasarlos una y otra vez luego de que el juego incluya momentos injustos o mecánicas mal explicadas.
A nivel técnico, “Oxytone” no hace nada particularmente espectacular. Nuevamente (y lo siento; no quiero sonar a disco rayado); se trata de una propuesta tan sencilla, que tiene que comunicar sus intenciones y los objetivos para el jugador tan pero tan rápido, que a nivel gráfico tampoco logra hacer nada muy complejo. Los niveles hacen un buen uso de las ya mencionadas losas, las animaciones son fluidas y fáciles de entender, y el uso de colores tipo neón y fondos calmantes resulta muy agradable. Algo similar se puede decir de la banda sonora: es en extremo relajante, tanto así que, al igual que el desarrollador (lo menciona en la página del juego en la web de Nintendo), recomiendo jugar “Oxytone” con audífonos. De hecho, jugarlo en el modo portátil de la Switch es lo que más recomiendo, por más de que el título corra muy bien en ambas modalidades de la consola.
No hay mucho más que pueda decir de “Oxytone”. Lo que tenemos acá es un juego tipo puzzle que va directo al grano. Que maneja ideas claras, y que sabe exactamente lo que está haciendo. Puede que termine siendo un juego demasiado sencillo para ciertos gamers, pero quienes se animen a darle una oportunidad, se encontrarán con una experiencia sorprendentemente adictiva, que combina un gameplay retador con gráficas agradables y música inesperadamente relajante. “Oxytone” no reinventa la rueda, pero tampoco tenía que hacerlo; solo tenía que entretener y romperle un poco el cerebro al jugador, y cumple esos cometidos sin muchos problemas.
Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por OxGames.
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