Smurfs Kart – Nintendo Switch (Análisis)

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7.2
Pitufi-sorprendido.
  • ¿Por qué está tan decente?

Clones de “Mario Kart” existen por montones. Personajes como Shrek, Garfield y hasta los protagonistas de las series animadas de Nickelodeon se han metido en carreras y combates en kart, todos utilizando las mismas mecánicas innovadas por Nintendo hace tantos años. Y los resultados han sido, pues… variados. Por más de que ya exista una base, de que ya exista algo que simplemente tiene que ser copiado y ya, no a todos los desarrolladores les sale bien hacer eso. No todos son capaces de desarrollar un título que, por lo menos, se controle bien, y que resulte divertido de jugar.

Por alguna razón, sin embargo, a la gente de Eden Games si le salió a bien. Ellos sí han sido capaces de desarrollar un título que se controla bien, y que resulta divertido de jugar. Y por alguna razón —quizás porque estamos viviendo en la línea temporal más oscura—, dicho juego es “Smurfs Kart”. Sí. Los Pitufos manejando karts.

No. Yo tampoco me lo esperaba.

¿Por qué? Pues porque este juego no tenía por qué ser decente. La gente de Eden no tenía por qué esforzarse tanto. Bastaba con desarrollar un título que al menos se viera como una plagio de “Mario Kart”, para vender una buena cantidad de copias y ya. Bastaba con depender de la nostalgia que incontables padres y abuelos sienten por los Pitufos, y que les vendría bien durante la campaña Navideña. Pero no. Los maestros de Eden decidieron, milagrosamente, hacer un buen juego, que se controla mejor que el 80% de este tipo de propuestas, y que sin llegar a ser innovador en lo absoluto, al menos resulta entretenido. Y hasta adictivo.

Huh.

No me tomen a mal. “Smurfs Kart” no es una obra maestra, ni mucho menos. De hecho, hace lo mínimo indispensable. Pero al jugarlo, me dio la impresión de que la única razón por la que no tiene más pistas ni más personajes ni más modos de juego es porque a la gente de Eden se les acabó el tiempo. De tener más tiempo de desarrollo, seguramente hubieran podido incluir todo eso. Después de todo, ya tenían una base sólida de gameplay, con controles que responden bien, y hasta gráficas que lucen sorprendentemente detalladas. Sí, el juego LUCE BIEN. ¡Un título licenciado para niños que se VE bien!

Huh otra vez.

Se nota, pues, que los amigos de Eden se esforzaron a la hora de desarrollar “Smurfs Kart”, lo cual me sorprendió tanto como a cualquier otro hijo de vecino. Las gráficas, por ejemplo, son inesperadamente encantadoras, haciendo un buen uso de la estética de la franquicia, entregándonos pistas variadas que, a pesar de llevarse a cabo en lugares similares, aprovechan muy bien terrenos como la aldea de los Pitufos, o el castillo de Gárgamel. Y cada personaje tiene su propia identidad y propios sonidos. Y las texturas son de buena calidad (a excepción de las sombras, que lucen bien pixeleadas). Y las pistas cuentan con elementos vistosos, como personajes que, desde la perspectiva de los Pitufos, lucen enormes, o secciones en la que uno vuela dentro de burbujas. Y la música es pegajosa. Y el framerate, a pesar de ser solo de treinta cuadros por segundo, no tiene bajones.

Y, y, y…

Pero como decía, lo más sorprendente de “Smurfs Kart” es que se controla bien. Los controles responden inmediatamente, sin ningún tipo de lag, lo cual es muy importante en juegos de este tipo. Los karts se mueven a la velocidad correcta, sin sentirse resbalosos, y sin dar vueltas demasiado abiertas o cerradas. El sistema de derrapes (o como me gusta llamarlos, Tokyo Drifts) es exactamente igual al de “Mario Kart 8 Deluxe”… lo cual quiere decir que es súper satisfactorio. Y como se ha dado a entender ya, las pistas tienen diseños sorprendentemente variados, aprovechando bien la verticalidad de los terrenos de vez en cuando, e incluyendo boosts en las zonas correctas.

Fuera de eso, “Smurfs Kart” hace lo que cualquier buen clon de “Mario Kart” debería hacer: mezclar controles precisos con mecánicas súper caricaturescas. Sí, hay ítems que uno puede usar, todos equivalentes a los que utiliza el plomero de Nintendo (nueces en vez de conchas verdes, abejas en vez de las rojas, hojas en vez de los honguitos, y un largo etc.) Y aunque “Smurfs Kart” solo cuenta con tres copas, doce pistas y dos niveles de dificultad, como se ha dicho ya, la experiencia es sorprendentemente variada. Breve, sí, pero mientras dura, entretenida. Ciertamente más divertida que algo como “Nickelodeon Kart Racers 3”.

Obviamente no todo es bueno. Aparte del hecho de que el juego es una simple copia de una propuesta superior —y mucho más popular—, lamentablemente carece de varias opciones y características que hoy en día se pueden considerar como básicas. No hay multijugador online, por ejemplo. Ni un modo de Batalla. El modo de un solo jugador solo incluye tres opciones: los Grand Prix, una carrera individual, y un Reto de Tiempo, en donde uno le tiene que ganarle a otros personajes, controlados por la PC. Y hablando de personajes: solo tenemos doce Pitufos, los cuales tienen looks distintos… pero valgan verdades, no se diferencian demasiado los unos de los otros. Hubiera sido bacán controlar a Gárgamel, por ejemplo, o a su gato. Ah, y no hay ningún tipo de personalización, ni para los karts, ni para los personajes.

Es así, pues, que “Smurfs Kart” termina sintiéndose como una experiencia extremadamente simplona, que hace lo mínimo indispensable para que pueda ser considerada como un juego más de karts. Pero como he dado ha entender ya: donde estos juegos viven o mueren es en el gameplay y los controles, y es ahí, sorprendentemente, donde “Smurfs Kart” brilla. He probado tantos juegos de carrera en la Switch, que me he encontrado con propuestas casi imposibles de controlar, o que están extremadamente cerca de ser satisfactorias… pero no llegan. Es así que me he dado cuenta que lo que “Mario Kart” hace no es nada fácil. Y por alguna razón, de todos los juegos de kart que han salido a través de los años, al menos en términos de jugabilidad, “Smurfs Kart” ha sido uno de los que más se le han acercado.

Eso merece un tercer HUH.

Obvio que “Smurfs Kart” es un juego para niños. Obvio que carece opciones de juego, o de mucha complejidad. Y obvio que se lo podrán pasar en un fin de semana, especialmente si ya tienen experiencia con este subgénero. Pero no puedo dejar de destacar que simplemente no me esperaba algo tan decente de “Smurfs Kart”. El juego no tenía por qué controlarse tan bien, ni por qué lucir tan bien, y sin embargo, aquí estamos. Los juegos de consola basados en licencias o películas han ido muriendo con el tiempo precisamente porque la mayoría eran terribles, lo cual hace que encontrar algo como “Smurfs Kart” en la Nintendo Switch sea incluso más gratamente sorprendente. Nuevamente: es un título súper sencillo y poco ambicioso y NADA original, pero en lo que se refiere a clones de “Mario Kart”… realmente no está mal. Denle una oportunidad, y puede que queden tan en shock como vuestro servidor.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Microids.



7.2
Pitufi-sorprendido.
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