- ¡Llegó la realeza! 7
“Kingdom Come Deliverance: Royal Edition” (llamada así por el DLC que incluye) es un RPG para fanáticos del género —y posiblemente para otros jugadores, pero no creo que sean muchos. Es un título que le exige mucha paciencia al gamer —paciencia para meterse en un mundo suficientemente verosímil, paciencia para manejar su obtuso y complejo sistema de peleas, y paciencia para ir desarrollando a un protagonista que no comienza como la persona más inteligente del mundo. “Kingdom Come Deliverance: Royal Edition” es un juego, pues, que apela a un público algo limitado, pero que dentro de su propuesta tan específica, hace algo bastante especial.
Lo malo, sin embargo, es que este port para la Nintendo Switch no es el mejor que haya visto.
Pero si deciden ignorar algunas de las falencias técnicas —y visuales— de este versión, encontrarán en “Kingdom Come Deliverance: Royal Edition” una experiencia complicada y satisfactoria; por momentos algo frustrante, pero que logra meternos de lleno en un mundo que en algunos aspectos se parece al de otros juegos, pero que, felizmente, en otros logra proponer algo sumamente original. Es un juego que se centra en detalles que no serían importantes en otros títulos, y que por ser lo más realista posible, puede terminar por impacientar a los jugadores más apuraditos, o quienes estén buscando una experiencia más centrada en la acción.
Consideren, si no, que “Kingdom Come Deliverance: Royal Edition” nos presenta la historia de Henry, el hijo de un herrero, que busca la venganza luego de que su familia es asesinada. Pero que la venganza no llega particularmente rápido, porque tenemos que ayudar a que Henry crezca; tanto a nivel de maduración, como a nivel físico o en sus relaciones con personajes secundarios. Esos elementos mencionados líneas arriba que nos obligan a ser pacientes, son justamente los que contribuyen a que Henry se desarrolle como un protagonista tridimensional —al menos más tridimensional que el personaje promedio de videojuego. Comienza como alguien medio inútil, al que le gusta meterse en peleas innecesarias, y logra crecer y mejorar a lo largo de la historia.
Pero al ser este un juego, todo ese proceso también se ve reflejado a nivel de gameplay. Uno puede ir mejorando las estadísticas de Henry, así como sus skills de pelea. Uno puede hacer que aprenda a cocinar —lo cual no es fácil—, y también puede ayudarlo a que aprenda a leer, lo cual es útil para que pueda leer skill books. Y por supuesto, hay un sistema de perks, el cual ayuda a que la jugabilidad se adapte un poco a la forma en que uno va jugando y desarrollando a Henry. Incluso en esos detalles, “Kingdom Come Deliverance: Royal Edition” resulta ser una experiencia fascinante —más detallada que el RPG promedio (lo cual ya es bastante), pero como se mencionaba líneas arriba, algo frustrante para los jugadores que buscan algo más frenético o de ritmo más acelerado.
Pero si le dan una oportunidad a “Kingdom Come Deliverance: Royal Edition”, lograrán explorar el mundo de Bohemia —un lugar peligroso y lúgubre, haciendo que uno conozca sus locaciones y sus habitantes. Estos últimos, además, pueden ir cambiando sus reacciones hacia Henry mientras él crece y mejora, lo cual es un excelente detalle que hace que la experiencia de avanzar en la historia resulte más satisfactoria. Y en general, lo que tenemos acá es un título que lo motiva a uno a explorar, pero también a tomar decisiones en relación a los enemigos con los que se puede encontrar. En pocas palabras, meterse en trifulcas no es siempre la mejor solución, especialmente al inicio del juego, cuando Henry tiene las habilidades militares de una pulga borracha.
Felizmente, “Kingdom Come Deliverance: Royal Edition” hace un buen trabajo desarrollando su sistema de peleas. Comienza de forma frustrante (¡otra vez esa palabra!) y complicada de manejar, con una retícula que uno debe manejar con el stick izquierdo para pegar, esquivar, hacer fintas, y en general, pelear de forma suficientemente realista. Pero uno también puede mejorar en sus habilidades de pelea, lo cual hace que lo frustrante y exageradamente complicado simplemente se torne… difícil, pero al menos manejable. “Kingdom Come Deliverance: Royal Edition” no nos entrega un protagonista invencible e increíblemente habilidoso, si no más bien alguien que tiene que esforzarse para salir victorioso en sus combates.
Como se dio a entender líneas arriba, lamentablemente, este no es el mejor port de “Kingdom Come Deliverance” que puedan jugar. El título siempre contó con cierto encanto retro que funcionaba en plataformas más poderosas, pero que acá luce como errores de estética. Los personajes son cuadradones —especialmente los habitantes de los pueblos—, las animaciones acartonadas, y en general, el juego luce poco pulcro (especialmente en la pantalla de televisión). Además, resulta fácil encontrarse con todo tipo de bugs visuales —lo cual francamente espero que se corrija en parches en el futuro. “Kingdom Come Deliverance: Royal Edition” no es injugable, pero ciertamente no ha sido lanzado en las condiciones más óptimas.
“Kingdom Come Deliverance: Royal Edition” es un RPG orientado a un público bien específico: los fanáticos del género que estén dispuestos a tenerle paciencia a una experiencia lenta, llena de errores técnicos, que intenta ser realista y que le pone mucha atención a los detalles. Debo admitir que el juego me resultó fascinante la mayor parte del tiempo, pero también que de cuando en cuando me frustró, especialmente durante las secuencias de combate. Quienes se animen a jugarlo, sin embargo, seguramente la pasarán bien con “Kingdom Come Deliverance: Royal Edition”. Solo tengan en cuenta que no se trata de la versión más pulida del juego (aunque agradezco que hayan incluido todo el DLC, mucho de él centrado en los personajes femeninos). A ver si los parches llegan a arreglar algunos de los errores más graves de esta versión.
Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por PLAION.
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