River City Girls Zero – Nintendo Switch (Análisis)

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7.7
Las chicas del Río Rimac.
  • ¡A pegar!

La historia de “River City Girls Zero” es algo enredada —y no me refiero a la trama del juego, si no más bien a la historia de cómo fue hecho. El primer juego de “River City Girls”, que salió en el 2019 y fue publicado por WayForward, agarró a los personajes femeninos de la saga de “Kunio-Kun” y las convirtió en protagonistas de un beat em up sólido y adictivo. Y mientras esperamos la salida de la secuela —que supuestamente podremos probar más adelante este año—, podemos jugar “River City Girls Zero”, que en realidad no es un título nuevo, si no más bien la versión en inglés de un juego de 1994 para Super Famicom (la versión japonesa de la Super Nintendo).

¿Todavía siguen por acá?

Es así que “River City Girls Zero” termina siendo, pues, un cumplidor port emulado de un juego de hace más de veinte años, que a pesar de sentirse anticuado en más de un sentido —ya que no ha sido modernizado para nada—, igual funciona bastante bien. De hecho, debería satisfacer a los fanáticos y fanáticas de la acción y la violencia, especialmente mientras esperamos a que salga la ya mencionada secuela. ¿Hubiera sido genial que incluyesen una versión modernizada del juego junto a la original? Por supuesto. Pero incluso considerando eso, creo que vale la pena recomendar este port de “River City Girls Zero” para la Nintendo Switch.

Los protagonistas de “River City Girls Zero” son Kunio y Riki, quienes comienzan la historia en una fuga carcelaria, juntándose con las otras protagonistas, sus amigas Misako y Kyoko. A pesar de que no se puede controlar a los cuatro personajes al mismo tiempo, uno puede ir rotando entre ellos, lo cual quiere decir que, en realidad, uno cuenta con cuatro barras de vida para poder derrotar a sus enemigos. No obstante, si tan solo una de las chicas es derrotada, uno regresa a la pantalla de Continue, por lo que hay que tener mucho cuidado. En ese sentido, se puede decir que “River City Girls Zero” es un juego retador, pero justo.

En términos de movimientos, no tengo demasiadas quejas en relación a “River City Girls Zero”, por más de que, en general, se sienta como una experiencia bastante old-school. Los personajes pueden patear, puñetear, bloquear, agarrar y correr, y hasta pegarle a los enemigos que están tirados en el piso. Adicionalmente, las chicas son rápidas pero no pueden agarrar ni ser agarradas, mientras que los chicos son más lentos, pero pueden hacer uso de un movimiento particularmente poderoso. Ya dependerá de cada jugador a quiénes prefieren usar la mayor parte del tiempo.

Ahora bien, ¿a qué me refiero con que “River City Girls Zero” se siente algo old-school? Pues al ser un título de 1994, se puede sentir bastante tieso y lento en comparación a otros juegos de similar corte. Evidentemente esto es algo injusto, ya que se trata de un juego que salió hace mucho tiempo, antes de que se incluyesen varias novedades en los beat em ups, tanto de gameplay como visuales, pero es precisamente por eso que creo que la gente de WayForward debió modernizar un poco el juego. O aunque sea incluir una versión moderna junto a la clásica, como para preservar la versión en inglés de un título que se quedó en Japón en los 90s. Lo que tenemos acá pues, aunque entretenido, puede llegar a ser frustrante por lo poco ágiles que se sienten los personajes.

Hay otros detalles, además, como el hecho de que no haya armas, o el que se trate de un aventura bastante corta, que podría ser terminada en dos horas por los jugadores más experimentados. Después de todo, “River City Girls Zero” consiste principalmente de sesiones de texto hablado, escenarios de pelea mano a mano, e interludios en donde uno maneja una motocicleta en niveles de 3D falso. Estos últimos, aunque sea, logran otorgarle algo de variedad a la experiencia, y lo obligan a uno a tener reflejos de Jedi para poder salir vivo y en una sola pieza. Sin embargo, no ayudan a que el juego dure mucho más, precisamente.

El juego luce tan bien como cualquier título first party para la Super Nintendo de los 90s. Los sprites son grandes y de proporciones verosímiles, la paleta de colores es extensa y está bien aprovechada en todos los niveles, y las animaciones son suficientemente fluidas, haciendo que todo personaje principal y hasta todo enemigo tenga mucha personalidad a la hora de moverse. Adicionalmente, la gente de WayForward ha incluido algunas opciones adicionales interesantes, como la posibilidad de elegir de entre varias proporciones de pantalla diferentes. Súmenle a eso una introducción animada muy vistosa, y no me puedo quejar de la presentación visual y sonora de “River City Girls Zero”.

No todos disfrutarán de “River City Girls Zero”; eso me queda claro. Después de todo, se trata de una aventura bien a la antigua, con todo lo bueno y todo lo malo que viene con eso. Las gráficas son atractivas, la trama es suficientemente interesante y la variedad de protagonistas logra otorgarle mucha personalidad a la cuestión, pero el gameplay tieso y la falta de armas y de movimientos más complejos ciertamente serían capaces de alejar a más de un gamer (quizás a los más jóvenes). “River City Girls Zero” es lo suficientemente divertido como para distraernos hasta la salida de la secuela oficial, pero en general, no logra ser nada más que eso: una distracción.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por WayForward.



7.7
Las chicas del Río Rimac.
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