Anna’s Quest – Nintendo Switch (Análisis)

43
8.2
¡Súper original!
  • Una historia imprevisible.

Puede que los point-and-click no sean de los juegos más populares en la actualidad, pero eso no quiere decir que no se puedan encontrar ejemplares de buena calidad en la eShop de la Nintendo Switch. Tenemos, por ejemplo, títulos como “Anna’s Quest”, que terminan siendo inesperadamente originales, haciendo uso de personajes que no se han visto antes, para contar historias que, quizás, no son del todo cohesivas, pero ciertamente se diferencian de lo que uno usualmente encuentra en esta consola. Mezclando todo tipo de elementos e influencias, “Anna’s Quest” termina convirtiéndose en una experiencia que, quizás, no será para todo el mundo, pero que deberá dejar satisfechos a varios jugadores.

Curiosamente, “Anna’s Quest” salió por primera vez en el 2015 en Steam, tanto para PC como para Mac, pero de hecho comenzó a realizarse más o menos entre el 2010 y 2011. Hemos tenido que esperar bastante para jugar esta experiencia creada inicialmente por Dane Krams en una consola de Nintendo, pero supongo que para eso está la eShop (una suerte de paraíso para producciones indie, lo cual puede ser muy bueno… pero a la vez, muy malo, especialmente si se considera todo el shovelware que uno puede encontrar). No obstante, “Anna’s Quest” no contiene nada que lo haga sentirse como un producto anticuado ni mucho menos. De hecho, en lo que se refiere a point-and-clicks, es sorprendentemente ágil y entretenido.

Como deben imaginarse ya, “Anna’s Quest” tiene como protagonista a Anna, una niña que es secuestrada por una bruja. Y no me refiero a una bruja de Disney, si no más bien a una bruja maléfica y desagradable, como las de los cuentos germánicos de hace cientos de años. Resulta, pues, que la chica tiene poderes telekinéticos, los cuales son bien aprovechados tanto por la historia como por el gameplay, y que además motivan a nuestra antagonista a capturarla, y hasta a usar una máquina para tratar de extraerlos, o al menos hacer que se manifiesten de mejor manera. ¿Siguen aquí? ¿Creen que la historia es muy alocada? Pues no han visto nada.

Eventualmente, Anna se hace amiga de Ted, un oso de peluche que solía ser un niño de verdad, pero que fue cruelmente transformado por la bruja. Además, el juego está lleno de anacronismos, como momentos que parecen haber sido extraídos directamente de un cuento de los Hermanos Grimm… pero también tecnología que no podría sentirse más contemporánea. Sin embargo, ese es parte del encanto de “Anna’s Quest”: es una propuesta rara, anacrónica, que hace lo suyo y a su propio estilo, mezclando, además, un tono algo infantil y caricaturesco, con situaciones inesperadamente maduras y oscuras. Eso le permite, de hecho, poder ser disfrutado tanto por niños, como por adultos.

A nivel de gameplay, “Anna’s Quest” es más o menos lo que uno esperaría de un juego estilo point-and-click. Muchas de las pantallas resaltan los ítems con los que uno puede interactuar, y los poderes telekinéticos de Anna resulta extremadamente útiles, no solo para cambiar o mover elementos que uno encuentra, si no también los ítems que uno va guardando en su inventario aparentemente infinito. Los puzzles, además, sin llegar a ser imposibles, son suficientemente retadores y nuevamente, aprovechan muy bien los poderes de nuestra protagonista, como para que se sientan diferentes a lo que uno usualmente encontraría en un juego perteneciente a este género. En general, “Anna’s Quest” se controla bien, y resulta variado y divertido, aunque por momentos algo inconexo.

Esto se debe a que el mundo en el que se lleva a cabo “Anna’s Quest” puede sentirse por momentos algo aleatorio; esto se hace evidente, por ejemplo, en la gran variedad de locaciones, que por momentos puede sentirse algo extrema (por ejemplo, Anna no se queda encerrada con la bruja por mucho tiempo). Esa clase de variedad es usualmente positiva, y acá lo es hasta cierto punto, pero por momentos puede dar la sensación de que el juego está avanzando de manera demasiado rápida y errática. Por otro lado, las actuaciones de voz pueden llegar a ser algo repetitivas, también, especialmente cuando uno tiene que interactuar varias veces con el mismo personaje no-jugable. No es nada demasiado grave, pero ahí está.

A nivel técnico, “Anna’s Quest” es bastante impresionante, especialmente considerando que se trata de un título indie, creado (inicialmente) por una sola persona. Las gráficas son caricaturescas y coloridas, haciendo uso de una estética que logra darle una identidad propia al juego, presentándonos personajes expertamente diseñados —Anna, en particular, tiene mucho carácter, y no termina siendo la típica niña “buena” que uno esperaría de un juego de este tipo. Por otro lado, la música maneja un estilo etéreo y casi de ensueño, lo cual va muy bien con el contexto en el que se lleva a cabo el juego. Y como “Anna’s Quest” es un point-and-click relativamente sencillo, corre muy bien tanto en la modalidad portátil de la Nintendo Switch, como en el dock para televisión.

“Anna’s Quest” es un juego peculiar; ciertamente no se parece mucho a cualquier otro point-and-click que haya jugado antes. Maneja un sentido del humor muy específico —al que de repente se demorarán un poco en acostumbrarse—, y la historia que cuenta se siente algo inconexa por momentos, haciendo uso de varios anacronismos y momentos confusos. Pero el gameplay es sólido, el estilo artístico es innegablemente vistoso, y la experiencia en general termina siendo increíblemente original y adictiva. “Anna’s Quest” es un juego que se mueve a su propio ritmo, y que felizmente no parece como algo que salió originalmente hace seis años. Si lo que buscan es algo distinto, que no se conforme con ser genérico, “Anna’s Quest” definitivamente es una buena opción. ¡Da gusto probar juegos así en la Nintendo Switch!

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Daedalic Entertainment.



8.2
¡Súper original!
  • Una historia imprevisible.
Comentarios
Loading...