The Legend of Gwen – Nintendo Switch (Análisis)

60
5.2
Está complicada la cosa.
  • Lo siento, Gwen.

The Legend of Gwen” es un plataformero en 3D que, a pesar de contar con algunas buenas ideas a nivel de gameplay, desgraciadamente no llega a convencer del todo. Esto se debe principalmente a su gran nivel de dificultad, así como una historia que, al ser muy básica, no ayuda a justificar todo por lo que uno tiene que pasar. Es decir, en pocas palabras, “The Legend of Gwen” es una experiencia mixta, quizás divertida para quienes estén acostumbrados a experiencias increíblemente retadoras, pero que resultará frustrante para quienes estén esperando algo un poco más tranquilo. Hay juegos para SNES más fáciles que “The Legend of Gwen”, lo crean o no.

La trama no es nada del otro mundo. Previsiblemente, uno controla a una bruja llamada Gwen, quien al comenzar el juego, ha llegado a una escuela de magia y hechicería (sí, sí, seguro que esto les hará recordar a otras franquicias). El problema es que, junto a ella, ha llegado una fuerza maligna, la cual termina por acabar con todo. Preocupada porque no podrá aprender nada de magia —porque ya no hay profesores—, la buena de Gwen tendrá que enfrentarse a dicho mal, asegurándose de salvar a la escuela, y a sus profesores y compañeros.

Como se deben haber dado cuenta, la narrativa de “The Legend of Gwen” es súper básica. Se asemeja bastante a otros juegos —y películas, y libros— y lamentablemente, no hace nada particularmente original, como para diferenciarse de sus claras fuentes de inspiración. Y a pesar de ser tan simple, igual no está particularmente bien contada, especialmente considerando que los diálogos de los personajes no ayudan a que uno se identifique con ellos. Es una pena, porque con una premisa relacionada a la magia y a un enfrentamiento entre el bien y el mal, se podría hacer mucho en un videojuego. Pero “The Legend of Gwen” no parece estar particularmente interesada en desarrollar su historia.

En lo que se refiere al gameplay, “The Legend of Gwen” está un poco mejor. Uno puede mover la cámara de manera limitada en el plano horizontal, por lo que la mayor parte de la experiencia se lleva a cabo desde una perspectiva fija. Uno tiene que controlar a Gwen a lo largo de diferentes niveles, haciendo que salte de plataforma en plataforma, resuelva puzzles, recolecte estrellas, y hasta se enfrente a ciertos Jefazos. No es un concepto particularmente original, pero al menos está desarrollado con algo de aplomo. Se nota que los desarrolladores de “The Legend of Gwen” son fanáticos del género, y por ende intentan otorgarle cierto encanto a la experiencia. No es algo que les vaya a hacer olvidar a otros títulos más famosos, pero al menos funciona en el momento.

Como se mencionó líneas arriba, sin embargo, lo que no funciona tanto es la dificultad. Tenemos de todo: plataformeo demasiado preciso, obstáculos que salen de la nada, un límite de tiempo para acabar cada nivel, y el reto OBLIGATORIO de recolectar cierta cantidad de estrellas. Estos dos últimos puntos, de hecho, se sienten como una contradicción: uno tiene que avanzar rápido porque tiene poco tiempo, pero a la vez, se tiene que desviar o ser preciso constantemente para recolectar las estrellas. Esta mezcla, pues, resulta en una experiencia que nunca llega a ser del todo entretenida, y que incluso cuando llega a explotar algo se su potencial, termina siendo arruinada por algún elemento exageradamente difícil.

Lo cual es una pena porque, como ya se mencionó, “The Legend of Gwen” no es un juego terrible. Los encuentros con los Jefes, por ejemplo, no carecen de momentos de interés o de retos algo originales, y los niveles en sí, sin ser grandes ejemplares de lo que se puede hacer con el género, son suficientemente vistosos. Los controles tampoco están mal —después de todo, considerando los considerables retos que nos tira “The Legend of Gwen”, tenían que ser algo precisos—, y en general, uno se acostumbra rápido al estilo del juego. Lo único que puede llegar a arruinarle la experiencia a varios jugadores, como ya se ha mencionado, es la elevada —y frecuentemente injusta— dificultad.

El aspecto técnico de “The Legend of Gwen” sí está bastante bien. Disfruté del apartado gráfico, por ejemplo, frecuentemente colorido y ocasionalmente estilizado, el cual logra mostrarnos personajes y contrincantes visualmente atractivos, así como niveles que se diferencian bastante los unos de los otros. Las animaciones son suficientemente fluidas, y aunque ciertas áreas pueden llegar a ser un poco muy oscuras, no es algo que llegue a arruinar la experiencia en general. La música es cumplidora, pero puede llegar a sentirse repetitiva simplemente porque uno termina muriendo con frecuencia, y por ende, escuchando las mismas tonadas una y otra vez. Y felizmente, no llegué a encontrarme con muchos glitches y bugs —dentro de todo, “The Legend of Gwen” corre decentemente en ambas modalidades de la Nintendo Switch.

“The Legend of Gwen” es una experiencia interesante. Por un lado, tiene buenos controles y niveles atractivos y una premisa con potencial. Pero por otro, dicho potencial nunca es verdaderamente explotado, y el nivel de dificultad llega a ser tan pero tan alto —e injusto—, que muchos jugadores podrían terminar por arrojar sus Joy-Cons por la ventana. All final del día, pues, qué tanto disfruten de “The Legend of Gwen” dependerá de su tolerancia a la frustración —y de qué tanto se mueran por probar un plataformero en 3D que, en realidad, cuenta con muchísima competencia en una consola como la Nintendo Switch.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Flynns Arcade.



5.2
Está complicada la cosa.
  • Lo siento, Gwen.
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