The Inner World: The Last Wind Monk (Nintendo Switch) – Análisis

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The Inner World: The Last Wind Monk

$14.99
7.6

Historia

8.0/10

Gameplay

7.0/10

Sonido

7.5/10

Gráficos

8.0/10

Pros

  • La historia se vuelve más oscura y adulta que la anterior entrega
  • El apartado de voz
  • Animaciones fluidas

Cons

  • Algunos puzzles muy tomados de los pelos
  • Los subtítulos en español contienen garrafales faltas ortográficas

The Inner World: The Last Wind Monk es la secuela de la aventura gráfica que reseñamos un par de días atrás. Si no lo has jugado, te sugiero que dejes de leer este análisis pues contiene spoilers a montón de la primera parte. Curioso resulta, entonces, que en la eShop de Nintendo Switch The Last Wind Monk esté disponible desde el 18 de julio y la primera entrega desde ayer, es decir, varios jugadores en todo el mundo podrían haber empezado mal esta saga y con resultados calamitosos teniendo en cuenta que The Last Wind Monk resumen en dos minutos toda la trama del anterior juego. Ojo entonces.

Historia

Los acontecimientos suceden tres años después del final del primer juego. Robert está petrificado y el resto de su familia, que han vuelto a la vida, ahora son perseguidos políticos de un tal Emil, una persona muy influyente en Asposia que reivindica las acciones de Conroy en desmedro de las “narices de flauta”. Emil afirma que estos narices de flauta han sido los causantes de la desgracia actual de Asposia y quienes invocan a los malvados basilíscos con el fin de petrificar a sus habitantes. Nosotros sabemos por los sucesos del primer juego, que todo esto es mentira y que fue Conroy quien construyó a los basilíscos con el fin de tener un control absoluto de Asposia. Pero Emil es un gran orador y logra convencer a toda Asposia. Con un incómodo parecido a Adolf Hitler y al nazismo que profesaba, Emil es un personaje oscuro y sombrío que estará presente en todo el juego.

Los constantes encuentros y desencuentros entre los narices de flauta y los asposianos generan un clima racista que otorga otra capa de realidad a The Inner World. El juego, aún con su estética caricaturesca, puede volverse un espejo creíble de nuestra sociedad occidental. Y esto queda demostrado con su tono en general, que queda bien demarcado del primer juego: aquí ya no se trata de una rebeldía juvenil que intenta conocer la verdad de su mundo como en la primera entrega; The Last Wind Monk es supervivencia, es una sensación constante de diferencia y persecución contextualizados en un mundo donde sus habitantes viven mecánicamente sin sentido crítico . ¿Familiar, no?

Robert, nuestro personaje principal, se haya petrificado como decíamos y así ha estado durante los últimos tres años. Pero durante un mensaje místico con una tal Mama Dola, se entera que existe un último monje del aire que puede solucionar todo el caos en el que se encuentra Asposia. Dentro de las novedades de The Last Wind Monk está el poder controlar a Peck, la paloma del anterior juego. Así, gracias a Peck podemos alcanzar objetos altos e interactuar con ellos. Otro cambio es la omnipresente voz de Conroy en la mente de Robert, quizá culpable por haberlo matado en el primer juego o quizá por ser un videojuego puede tomarse esas libertades. Cualquiera sea el motivo, es una buena estrategia para llegar a una narrativa más profunda que el primer juego y dotar de situaciones cómicas como sombrías, con un Robert más consciente de las acciones que tomó, incluido el asesinato de su mentor y figura paterna. Da un poco de desazón, eso sí, que todo nuestro esfuerzo por tratar desenmascarar a Conroy en el juego anterior sea borrado en un santiamén y ahora las cosas estén peor.

Gameplay

The Last Wind Monk apela mucho a la fórmula del juego anterior en cuanto gameplay y esto es de agradecer. Nuevamente tenemos personajes memorables habitando los escenarios del juego, como los gorfs, y otros de variopinta personalidad. Con la ayuda de Peck, tenemos un acceso más amplio a los escenarios y los objetos utilizables. Los puzzles mantienen su dificultad media y un poco elevada y, nuevamente, tenemos a nuestro alcance tips en caso no podamos sortearlas. La mayoría de los puzzle responden a una lógica ordenada, pero hay algunos que son descabellados aún para las aventuras gráficas y pueden jugarte una mala pasada. Cada capítulo del juego toma tres o cuatro escenarios, generalmente cuatro y hay que estar atentos como siempre a todas las posibilidades que tenemos con los objetos y cómo combinarlos.

Me sorprendió que siguiera ausente el modo táctil, que facilitaría mucho el gameplay tan mecánico que ya relaté en el análisis anterior. Es cansino ir presionando los botones L y R hasta llegar al objeto deseado, cuando bastaría tocarlo. Esta petición, entiendo, tendría más sentido con el primer juego que, como expliqué al inicio de este análisis, salió después que la segunda parte.

Se agradece bastante que el menú de acciones sea más grande, aunque si controlas a peck este se termine saliendo de la pantalla. Asimismo, esta entrega sí tiene subtítulos al español sin embargo, contiene varios y groseros errores ortográficos como “ELIJE” que me dieron escalofríos.

Aspecto Técnico

Se han mantenido a todas las voces originales del anterior videojuego y se ha mejorado la calidad de las performances. La desarrolladora alemana cumple nuevamente con otorgar de voz a todos los diálogos existentes en el videojuego, aspecto que siempre resaltaré por el empeño y el trabajo empleados.

Visualmente es muy similar al primer juego, no parece haber evolucionado mucho pese a los cuatro años de diferencia entre ellos según los lanzamientos originales en PC. Musicalmente no tan memorable como el juego anterior.

Conclusión

The Inner World: The Last Wind Monk es una secuela que tiene tímidos intentos por tomar distancias con el lanzamiento anterior. Si bien la historia se vuelve más oscura y cruda, lo cual aplaudo, el gameplay mantiene los mismos desperfectos que el juego anterior. Los puzzles son geniales en su mayoría pero hay otros tantos que más que ingenio requieren un “random guess” como tantas veces nos lo recalca Robert. Considero que es un buen juego, pero no llega a estar a la altura de su predecesor y lo recomiendo si y solo si terminaste el primero.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Headup Games.

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