The Artful Escape – Nintendo Switch (Análisis)

19
8.2
Recontra artístico.
  • ¡A rockear!

The Artful Escape” es un título interesante —un juego que mezcla elementos (muy ligeros) de platformers con una experiencia narrativa y de potencia temática, que sin llegar a cumplir con todo lo prometido, igual me parece que funciona. Después de todo, se trata de una propuesta absolutamente original y visualmente espectacular, algo que no se ve con mucha frecuencia hoy en día, y mucho menos en una consola como la Nintendo Switch (desgraciadamente). Puede que el gameplay no sea el más profundo del mundo, pero igual hay mucho que disfrutar en “The Artful Escape”.

Uno de sus elementos más importantes, de hecho, es la historia. Uno controla a Francis Veretti, sobrino del legendario artista de folk Johnny Veretti. A pesar de que Francis es un músico hecho y derecho, la gente en su pueblo natal, Calypso, parece solo estar interesada en su tío; el hecho de que se parezcan tanto ciertamente no ayuda. Y tampoco ayuda que lo hayan contratado como artista para una suerte de homenaje a Johnny, en donde Francis solamente podrá tocar y cantar composiciones de su tío.

Sin embargo, Francis quiere más —quiere tocar rock progresivo, tocar su guitarra eléctrica, y disfrutar de música tipo synth sin que lo estén comparando con su familiar más famoso. Es así, pues, que de pronto es contactado por Lightman, un misterioso músico que lo lleva a una travesía a lo largo y ancho de la galaxia (y del cosmos), en donde Francis podrá tocar su guitarra con todo tipo de aliens, y con algo de suerte, descubrirse a sí mismo. Después de todo, quiere salirse de la sombra de su tío, y desarrollarse a sí mismo como un músico independiente, con un estilo y un sonido propios.

Como deben estar asumiendo ya, “The Artful Escape” es una historia de superación, en donde empatizamos con un protagonista que tiene que aprender a crecer y a encontrar su propia identidad. Temáticamente hablando, se trata de una propuesta potente, especialmente para estándares de juego indie en la Switch; “The Artful Escape” enfatiza bastante el desarrollo de Francis, haciendo que resulte muy fácil empatizar con él, y que uno siempre esté emocionado por que avance y se convierta en un músico famoso. Lo bueno, además, es que la experiencia nunca se torna tediosa u obtusa; el juego hace un buen trabajo balanceando el contenido temático con la diversión pura que uno esperaría de una propuesta de este tipo.

Ahora bien, lo que sí vale la pena mencionar es que “The Artful Escape” no tiene el mejor gameplay del mundo. Claramente, los desarrolladores se esforzaron bastante para construir una narrativa profunda y un protagonista simpático, quizás dejando a lado algunos elementos de jugabilidad que hubieran podido ayudar a que “The Artful Escape” sea más redondo. Hasta cierto punto, se podría considerar al juego como un plataformero, pero con secciones de peleas contra Jefes que se sienten como sacadas de “Guitar Hero”. Lo primero, sin embargo, no es particularmente retador; los controles son medio “flotantes”, y las plataformas no son particularmente difíciles de saltar o evitar. Parece que hubieran desarrollado estas secciones un poco a medias, sin tener como referencia a algunos de los juegos más populares del género.

Las secciones musicales, en todo caso, son más entretenidas, y aunque resulta prácticamente imposible perder en ellas, combinan mejor con la propuesta musical general del juego. Porque esa es otra cosa que me fastidió del platforming —hubiera podido estar mejor enlazado a la música, a los beats que uno va escuchando en el fondo, pero ese no es el caso. Eso sí, uno puede presionar el botón Y cuando quiera para hacer que Francis toque su guitarra, sus solos combinando a la perfección con la banda sonora. Me hubiese gustado que dicha opción estuviese mejor aprovechada, o que se hubiese expandido para darle un poco más de profundidad al gameplay.

No quiero sonar demasiado quejón, tampoco, porque “The Artful Escape” igual termina siendo una experiencia divertida e inspiradora —más que nada, como ya deben estar asumiendo, gracias a la historia y el apartado técnico. Visualmente, “The Artful Escape” es una maravilla, haciendo uso de una estética colorida, casi de acuarela (pero no del todo), colorida y súper psicodélica, con animaciones vistosas y fluidas. La banda sonora, por su parte, es excepcional, haciendo que uno mueva la cabeza o los dedos al ritmo de las canciones tipo synth-pop o con influencias del rock progresivo —esto, además, hace que uno se relacione con la personalidad de Francis, y su desarrollo a lo largo de la historia. Y felizmente, no me encontré con problemas técnicos en “The Artful Escape”, ni en la modalidad portátil de la Switch, ni en el dock para televisión.

Es así que “The Artful Escape” nos termina dando una experiencia bastante única —hubiera podido profundizar más en el gameplay, de eso no hay duda, pero muchas de sus falencias son compensadas por un apartado técnico notable, y una narrativa que le permite a uno disfrutar del juego sin preocuparse demasiado por morir o perder constantemente. Se podría considerar a “The Artful Escape”, pues, como un título algo casual, pero que a la vez, será mejor disfrutado por los fanáticos de la música o de las historias llenas de caracterizaciones intrigantes. Es algo que no se parece mucho a lo que usualmente se encuentra en la eShop, y que continúa con la tendencia de Annapurna Interactive de lanzar títulos originales y memorables. ¡Que ahora saquen una secuela de “Sayonara Wild Hearts”, por favor!

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Annapurna Interactive.



8.2
Recontra artístico.
  • ¡A rockear!
Comentarios
Loading...