Han pasado cuatro años desde que Nintendo lanzó, o mejor dicho, relanzó un juego en 2D lateral de nuestro querido fontanero, y la fórmula ya se sentía un poco de lo mismo, algo que quizá percibieron también los desarrolladores, quienes afrontando los obstáculos del distanciamiento social mientras producían el título, vieron la oportunidad de modernizar la franquicia con innumerables nuevas ideas que vienen a refrescar la línea 2D de Super Mario, y es así como llega Super Mario Bros. Wonder de la mano del productor Takashi Tetzuka.
Bienvenidos al Reino Flor
Salimos del emblemático Reino Champiñón para pasear por las soleadas praderas del Reino Flor, a pedido del noble Príncipe Florian, pero de forma “inesperada” Bowser aparece para apoderarse del mítico poder la Flor Maravilla, una energía con incalculable valor que puede alterar la realidad y las formas físicas a voluntad de su poseedor. Bowser adopta la forma del mismísimo castillo del Príncipe Florian, sometiendo a su antojo a todo el Reino Flor, Mario y compañía deberán ponerle fin a su retorcida ambición a base pisotones, trompetadas, burbujas y más poderes nuevos que iremos descubriendo con forme avances en la aventura.
Una flor de maravillas
Lo más notable en esta entrega es sin duda, la originalidad. Creo que esta palabra puede resumir muy bien la entrega, muchos hemos podido disfrutar al menos una entrega de Super Mario Bros. en nuestras vidas (sea cual fuere la forma de jugar); particularmente en plataformas 2D, conocemos bien el recorrido: vas del punto A al punto B, derrotas enemigos, al final salvas a la princesa, pero que pasa si a ello le añades algo que nutra la experiencia, que no sea solo un “Power Up”, sino que, sea el mismo terreno el que te plantee retos.
La Flor Maravilla es el ítem intermedio que cambia la fórmula ya establecida, pues no sabes lo que está por venir o que enemigos vas a tener que enfrentar, o cómo vas a tener que superar el reto, ya que distorsiona el entorno cambiando la forma de jugar, lo genial de este título, es que estos cambios no son solo con este objeto, cada escenario te plantea un reto distinto, y acertijos aunque no muy complejos, si lo suficiente como para permitirte tomarte unos segundos para pensar cómo obtener cada objeto escondido dentro de las etapas, esto a la par de los guiños tanto a melodías como escenarios de juegos anteriores.
¡Trompas, burbujas e insignias!
En la presentación del juego observamos con extrañeza como Mario y compañía se transformaban en elefantes desafiando toda lógica concerniente a este animal, y es eso lo que hace gracia, pensar como algo así puede moverse con tal fluidez como si la masa no fuese un obstáculo, además si aprovechas bien la trompa, podrás abrirte paso entre enemigos y el propio escenario, así también, al lanzar burbujas podrás encapsular enemigos o usar las mismas como plataforma para llegar hasta la moneda o semilla escondida, descubrir nuevos entornos con los ítems le aumenta la rejugabilidad al título ya que siempre habrá una forma distinta de hacer las cosas con otros objetos.
Hablando de ello, ahora tenemos la participación indirecta de nuestro anfitrión, el Príncipe Florian, quien no se queda de brazos cruzados y se une a nuestra aventura para complementar con insignias, esta es una forma de decirle a las “habilidades” que iremos consiguiendo conforme avancemos y superemos los retos de cada etapa, esto es completamente personalizable y queda a tu elección cada vez que hay que ingresar a una zona nueva, cada insignia te da algo único ya sea usar tu gorro como planeador u obtener un champiñón antes de comenzar la etapa, si sabes como utilizar la insignia en los lugares adecuados podrás superarlos con mucha facilidad, de lo contrario aumentarás la dificultad u omitirás el acceso a ciertas zonas.
¡Has llegado a la meta!
Se nota el gran cariño puesto en el trabajo, las animaciones le han dado un aire nuevo a cada personaje, aquellas expresiones que solo en nuestra imaginación estaban al ver saltar a Mario o al recibir daño como Luigi, o al obtener la flor de fuego como Peach o con toda la fuerza de un elefante como Daysi y los Toads, el haber tomado en cuenta los diseños de la reciente película de Super Mario, ha ayudado de sobremanera a volver a ver a estos personajes con una vitalidad que no veiamos desde Super Mario World.
Si bien es cierto el modo multi jugador local es divertido, es dable mencionar que se pudo pulir el apartado online, entiendo que esto podría sacrificar la fluidez del juego, pero quizá mantener las colisiones (al menos para el modo online) pudo haber sacado mucho más provecho al título, ya que es inevitable apoyar a tu compañer@ o quizá “sacrificarlo” para que ambos obtengan las monedas ocultas dentro. He de destacar que su online no es malo, por el contrario, es agradable el ambiente ya que, entre todos, buscan la manera de ayudarse mutuamente aún así no puedan interactuar forma directa.
Nintendo se ha lucido con esta entrega, el equipo de Tetsuka ha logrado revivir aquella alegría decolorada en las entregas anteriores, este juego DEBE estar en tu catálogo, no por ser un Super Mario (más), sino porque este Super Mario marca la pauta a un nuevo inicio, tanto con el cambio de voz para Mario y Luigi, como para las plataformas 2D tal y como las conocemos.
Agradecemos a Nintendo por proveernos del código del juego.