Murtop – Nintendo Switch (Análisis)

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El conejito, el conejito, el conejito.
  • Ya fueron, topos.

Como suele pasar con varias propuestas tipo retro, lo que hace “Murtop” es mezclar algunos de los elementos más reconocibles de títulos antiguos y/o clásicos, para desarrollar una experiencia relativamente novedosa. Es algo que no siempre funciona, pero que cuando lo hace, puede resultar en una experiencia entretenida, que igual respeta el estilo de los juegos que disfrutábamos cuando éramos pequeños en consolas clásicas. Ese es el caso, felizmente, de “Murtop”, el cual combina los elementos más interesantes de títulos como “Bomberman” o “Dig Dug”, para entretenernos con… bueno, ya saben, una propuesta relativamente novedosa y divertida. No es lo más revolucionario del mundo, pero en términos generales, funciona.

En términos generales, lo que uno tiene que hacer en “Murtop” es controlar a un conejo blanco llamado Murti (amo los conejos, dicho sea de paso), el cual puede lanzar bombas. ¿Su objetivo? Acabar con los topos que se roban sus zanahorias, y que andan por ahí cavando agujeros. Es ahí, precisamente, donde se ven las influencias de los juegos mencionados anteriormente; tanto en las habilidades bombísticas de Murti, como en los huecos que cavan los topos. En todo caso, se trata de una premisa que funciona bien en el contexto del juego, y que nos entrega una excusa suficientemente creíble para bombardear como locos. Después de todo, ¡se quieren llevar nuestras zanahorias! ¡Eso es imperdonable!

Lo interesante de “Murtop”, además, es que se desarrolla en una suerte de contexto metatextual relacionado a las máquinas de Arcade. No era algo necesario para que el juego se pueda disfrutar, pero al menos va bien con el estilo retro de la propuesta. En pocas palabras: uno controla a Murti dentro de una versión virtual de una máquina de moneditas, como para dar la sensación de que, en realidad, estamos jugando un clásico juego de Arcadias de hace varias décadas. En todo caso, no se puede negar que los desarrolladores no estén aprovechando al máximo la estética y estilo retro de “Murtop”. Se nota que quieren apelar a un público en específico, y por ende, utilizan todos los recursos disponibles para poder hacerlo.

En lo que se refiere al gameplay, Murti puede tanto lanzar bombas, como cavar túneles. La idea es que uno se va encontrando con los famosos topos en los túneles, y por ende, tiene que acabar con ellos, ya sea con fuertes explosiones (¡qué conejo desalmado!), o incluso haciendo que les caigan rocas encima. Y por supuesto, en el camino, es necesario ir recolectando las zanahorias, como para que el buen Murti no se queda sin comida. De manera similar a “Bomberman”, las explosiones van hacia todas las direcciones (este, oeste, sur y norte), y si el conejo está demasiado cerca a ellas, puede morirse junto a los topos. Así que es necesario pensar de manera estratégica antes de lanzar las bombas y acabar con los enemigos.

Como suele pasar en muchas propuestas tipo Arcade, “Murtop” maneja un sistema de puntos (o score). Básicamente, los puntos que uno vaya ganando a lo largo del juego, dependerá de las estrategias que uno use para matar a los topos —los bombazos dan menos puntos, mientras que aplastar a los enemigos con piedras da más. Al final de cada nivel, a uno le entregan su puntaje final, el cual mezcla los asesinatos (qué fuerte suena, ¿no?), con la cantidad de zanahorias recogidas, y otros extras como la cantidad de vidas que le quedan al conejo. En pocas palabras: “Murtop” se comporta como cualquier otra buena propuesta tipo Arcadia, y lo motiva a uno a seguir jugando y superarse.

A nivel técnico, “Murtop” termina siendo una experiencia absolutamente cumplidora. Al estar emulando una experiencia tipo Arcade, maneja una proporción de pantalla tipo 16:9 pero VERTICAL, como para que el jugador tenga la sensación de esta frente a una de las maquinitas de su infancia. Y las gráficas, pixeleadas y como algo que uno hubiese encontrado en las consolas de las 90s, tienen mucho encanto, haciendo un buen uso del color y de diseños previsiblemente minimalistas. Y como suele pasar con frecuencia en este tipo de propuestas, “Murtop” cuenta con varias opciones de personalización técnica, desde scan lines o un modo pixel perfect para los jugadores más exigentes, o hasta la posibilidad de ajustar los niveles de audio. Nada mal, la verdad.

“Murtop” tiene el potencial de convertirse en un juego de culto. Sí, la Switch es una consola llena de juegos que intentan emular las experiencias de nuestras infancias o adolescencias, pero se puede argumentar que “Murtop” es de los mejores intentos que hayan salido. No es nada complejo, la verdad, pero al mezclar elementos de gameplay de títulos clásicos, con un estilo retro bien desarrollado, y varias opciones de personalización técnica, lo que nos entrega en una experiencia entretenida, adictiva, y que debería apelar a los jugadores retro (o algo mayores… jaja) más exigentes. Evidentemente no puede competir con los juegos AAA para la Switch, pero tampoco es que pretenda hacerlo. Denle una oportunidad a “Murtop”, y puede que queden gratamente sorprendidos.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Flynn’s Arcade.



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El conejito, el conejito, el conejito.
  • Ya fueron, topos.
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