Inkulinati – Nintendo Switch (Análisis)

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7.8
Potos de conejos.
  • ¡A divertirse como monje medieval! 7.8

Inkulinati” es un juego curioso y con un gran sentido del humor. Básicamente, se trata de un juego de estrategia en el que no controlamos directamente a los guerreros que mandamos a la muerte (o a la victoria), si no más bien a la mano que los dibuja. Me explico: el concepto central de “Inkulinati” está basado en los manuscritos escritos y dibujados por monjes medievales, que muchas veces incluían pequeñas ilustraciones de animales u otras curiosidades. Los desarrolladores se enteraron de esto, y dijeron: ¿por qué no utilizar a estas creaciones para un videojuego? No es algo que se le podría ocurrir a cualquiera, y por ende resulta en una experiencia única y ligeramente frustrante.

Ahora bien, si no son fans de los juegos de estrategia de ritmo lento, lo más probable es que “Inkulinati” no vaya a llamarles la atención. Y tampoco si no les encanta el humor absurdo, mucho de él relacionado a pedos y traseros. Sí; resulta, pues, que desde la época medieval (y mucho antes, si es que investigan un poco) a la raza humana le ha causado mucha gracia los chistes de traseros y otros fluidos corporales, razón por la que ese tipo de humor puede ser encontrado en los manuscritos reales ya mencionados. Por ende, mucho de este humor también ha sido incluido en “Inkulinati”, haciendo que se convierta en el tipo de juego donde un conejo espadachín puede derrotar a sus enemigos con… su trasero. ¡Por qué no!

Pero me adelanto. En lo que se refiere a jugabilidad, “Inkulinati” cuenta con un modo de juego principal que se llama Journey. En él, nos involucramos en una narrativa realmente simplona, que sirve más que nada como excusa para desarrollar una experiencia por momentos absurda, pero siempre entretenida. Básicamente, el protagonista quiere revivir a su maestro de entre los muertos, lo cual hace que se involucre en una serie de batallas que lo obligan a usar diferentes tipos de animales guerreros. Y eventualmente, se enfrenta a la mismísima muerte. Nuevamente: ¿por qué no? El realismo no es una de las principales preocupaciones de “Inkulinati”, y por ende, tampoco debería serlo por parte del gamer.

¿Pero qué hay de las batallas? Uno se involucra en trifulcas a la hora de invocar a los animales ya mencionados. Esto, desgraciadamente, hace que la tinta que uno tiene se gaste. Pero para recuperar tinta, uno puede terminar el round en determinado momento, o simplemente llegar al final de un round. Y por supuesto, el sistema de combate hace un buen uso de los movimientos de cada peculiar animal, así como de diferentes tácticas que uno puede usar para llegar a la victoria. Mi favorita fue la posibilidad de botar a un enemigo por el borde de la página. Porque recuerden: todas estas criaturas son dibujadas en papel, y nosotros controlamos al personaje que los dibuja con tinta. No es romper la cuarta pared, necesariamente, pero sí su equivalente literario en un mundo virtual de videojuego.

Ahora, sí vale la pena que, debido al concepto que maneja “Inkulinati”, el elemento principal de gameplay es de deckbuilding, como en un juego regular de peleas de cartas. No se trata de un subgénero de la estrategia que le guste a todo el mundo, me temo, y de hecho, yo soy de los que generalmente no disfruta mucho que digamos de los juegos de cartas. No obstante, “Inkulinati” es tan original e irreverente, que o pude evitar ser conquistado por su estilo. Además, ayuda que hayan ciertos elementos interesantes de gameplay que le otorgan mucha variedad a la cuestión, como la mecánica de aburrimiento. Básicamente, si el autor de estas imágenes dibuja al mismo animal muchas veces seguidas, se aburre, y por ende, a uno le va costando más tinta dibujarlo. Esto lo obliga a uno a tener una alta rotación de criaturas, y por supuesto, contribuye a la mecánica de deckbuilding de “Inkulinati”.

Por otro lado, está el Tiny, que es una representación pequeña y dibujada del dibujante, que debe ser protegida todo el tiempo. Su vida se mantiene igual de batalla en batalla, por lo que resulta crucial asegurarse de que no le pase nada. Además, cada encuentro cuenta con diferentes sets de criaturas y habilidades, lo cual le otorga mucha variedad a la experiencia. Lamentablemente, para llegar a todo es posible que vayan a pasar por un tutorial de casi cuatro horas (¡¡!!), lo cual es francamente absurdo. Honestamente, mejor es que se metan de frente al Journey y aprendan en el camino. Después de todo, por más original y entretenido que sea “Inkulinati”, no se trata de un título difícil en lo absoluto. ¡Y lo dice alguien que no es fanático ni de la estrategia, ni del deckbuilding!

A nivel técnico, no tengo queja alguna. Lógicamente, debido al concepto central que maneja, “Inkulinati” cuenta con una estética llamativa en 2D, con diseños muy atractivos para los animales guerreros, y con fondos de pasto sorprendentemente realistas. No es el juego más demandante que haya probado en términos audiovisuales, pero esta estética tan particular contribuye mucho a que uno se meta de lleno en este universo, creyéndose como el autor de estas ilustraciones que se ponen a pelear. Y felizmente, no me encontré con ningún glitch ni error de desempeño técnico a la hora de jugar “Inkulinati”, ni en el modo portátil de la Switch, ni en el dock para televisión.

Nuevamente: “Inkulinati” es un juego muy peculiar. Su concepto central es original y está lleno de potencial, y felizmente logra cumplirlo hasta cierto punto gracias a su gameplay variado, excelente diseño de personajes, y estética en general muy atractiva. No obstante, quienes no gusten del deckbuilding o la estrategia, o simplemente no tengan paciencia (consideren que el tutorial es larguísimo, o que las animaciones de peleas pueden llegar a ser bien lentas), se podrán terminar frustrando bastante con “Inkulinati”. No es un juego para todo el mundo, pues, pero quienes se encuentren dentro de su demográfica, o al menos se animen a jugarlo con la mente abierta, seguramente la pasarán bastante bien.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Daedalic Entertainment.



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Potos de conejos.
  • ¡A divertirse como monje medieval! 7.8
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