Godstrike – Nintendo Switch (Análisis)

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Godstrike

$14.99
7.4

Gráficas

8.5/10

Sonido

7.0/10

Gameplay

6.0/10

Controles

8.0/10

Pros

  • Jefes llamativos y únicos
  • Excelente apartado gráfico
  • Efectos de sonido precisos
  • Uso eficiente de controles

Cons

  • Misiones repetitivas
  • Modos de juego monótonos
  • Temas sonoros que no causan impacto
  • Puede ser muy difícil para algunos jugadores

En esta ocasión les presentamos una entrega que va más más allá de los juegos de naves y disparos o los clásicos bullet hell que se popularizaron gracias a títulos como los de la serie Touhou Project. Si con esto no te quedó claro de qué trata este título, pues nos referimos a esos juegos de proyectiles en los que tendrás que derrotar a enemigos con una vista desde arriba y cientos de balas que te harán la vida imposible. Ahora imaginen todo eso con un detalle visual bien elaborado y un marcador de vida que disminuye con el tiempo, en pocas palabras en eso consiste Godstrike, que siendo uno de los pocos juegos para Nintendo Switch en su tipo, ¿tendrá lo necesario para coronarse como uno de los mejores Bullet Hell para la consola?

Comencemos con el platillo principal del juego, el cual es sin duda uno de los puntos más fuertes, el apartado gráfico. A medida que van apareciendo los jefes, nos topamos con detalles visuales bastante atractivos para un juego de este género. Si bien tampoco los modelos de los jefes son algo que podríamos considerar como extraordinario, se complementan muy bien con las sombras y relieves de los únicos –y exclusivos para cada jefe– escenarios que manejan. Por otro lado, hasta los proyectiles cuentan con patrones especiales y llamativos diseños en sus texturas lo cuál va de maravilla en un juego de este género, ya que ninguna bala pasará desapercibida.

Ahora pasaremos a explicar a fondo en qué consiste la jugabilidad y por qué creo que este juego no está hecho para todos. Derrotar a bosses es la meta principal, así que no esperes una aventura para recorrer mapas y derrotar a pequeños enemigos gradualmente. La premisa principal consiste en derrotar a estos jefes o divinidades encarnando a la portadora de Talaal, la última “máscara de Dios”, en una guerra que parece interminable.
Sin embargo, nos presentan una historia algo forzada. Al inicio se nos narra un breve contexto de los eventos previo a nuestro desafío pero nada más que eso, inmediatamente después te encontrarás en una plataforma que servirá de nexo para seleccionar los power-up que gustes y viajar a los escenarios donde se encuentras los siguientes enemigos a derrotar, no podrás pasar al siguiente jefe sin derrotar al anterior. Podrás seleccionar otros modos de juego, pero todos estos –incluyendo la historia–, también son del tipo boss rush.

Y hablando de modos de juego, el título pretende mostrarnos estas variantes tan pronto iniciamos el menú principal. Sin embargo la diferencia entre estos modos de juego son mínimas, limitadas al incremento de dificultad –como si no fuera poco– y el desbloqueo de algunos power up a modo de práctica ya que los enemigos son los mismos que el modo historia. Incluso contamos con una tabla de puntuaciones globales y locales, lo cuál nos señala las claras intenciones del juego por hacerte competir con las puntuaciones de tus amigos. Aún así, si bien aprecio la intención de incluir competencia, considero que esta no ha sido la mejor forma de hacerlo, al menos no para una consola que aprovecha mucho el multijugador y que de haberlo incluido, me engancharía aún más de lo que experimenté.

Si no eres persistente es probable que termines dejándolo de lado, esto sumado al considerable nivel de algunos jefes será un gran obstáculo para los jugadores nuevos. Esto último es importante ya que la dificultad no es configurable, en otras palabras no hay forma de poder ajustarlo. Claro, tras perder varias veces se habilita un “modo fácil” para el enemigo en curso, aunque personalmente opino que la diferencia es imperceptible o nula. Si no has jugado algún bullet hell antes, es probable que te frustes o estanques. No hay más caminos, solo derrotar al enemigo siguiente, motivo por el cuál requiere un cierto grado de práctica o destreza para memorizar patrones que seguro los veteranos en el género conocen muy bien. Dicho sea de paso, si eres de este último grupo, es probable que Godstrike sea el reto que buscabas para Nintendo Switch.

Sobre los enemigos a derrotar, no basta con aprenderte sus patrones y esquivarlos pacientemente como en otras entregas, posees una barra de vida que disminuye a medida que pasa el tiempo, así que tendrás que descubrir la forma más óptima de hacer daño mediante prueba y error. Además, estos jefes tendrán distintas formas por lo que la primera que nos lo enfrentemos será emocionante –aunque frustrante si te terminas estancando en alguna–.

Por otro lado, algo que me llamó mucho atención fue el concepto que utilizan para los power-ups. Todos conocen la frase “el tiempo es dinero”, pues en Godstrike se lo tomaron bastante literal. No solo les bastó utilizar el tiempo para tu contador de vida, sino que incluso se convierte en la “moneda” del juego. Toda ventaja tiene su costo, solo que para este juego en particular el valor es el tiempo y por ende: tu propia vida ¿bastante retador, no es así?

Esto último fue sinceramente otra de las cosas atractivas que tiene este juego –la primera son los gráficos– ya que te invita a armar una estrategia para cada enemigo, con más de 40 power ups (algunos gratis y otros canjeables) y 4 slots disponibles, queda en tus manos armarte con lo necesario para derrotar a peculiares jefes que desafiarás. De nada te sirve farmear como loco tal como les encanta a los jugadores que juegan a lo safe o seguro ¡no, señor! Solo hay una forma de pasar cada nivel, y es mediante prueba y error probando distintas combinaciones de mejoras o ninguna (aunque no lo creas a veces es válido).

En cuanto a la banda sonora, tengo una opinión dividida, mientras los efectos de sonido me parecieron agradables y variados. La música del tema principal y de los jefes no me convenció del todo. Bueno, tampoco es que nos pongamos a criticar duramente a un bullet hell por los temas de fondo utilizados pero sí me esperaba melodías igual de únicas que los recursos visuales que emplearon para cada jefe. Pero si nos concentramos únicamente en los efectos de sonido, puedo decir que quedé satisfecho, la mayoría de oleadas de proyectiles enemigos y obstáculos tienen un sonido en particular lo cual facilita la muy necesaria memorización de patrones.

Casi para terminar, es importante comentar algunos puntos clave de los controles. Sobre su uso, se han empleado efectivamente la mayoría –por no decir todos– los botones o input de los mandos para Nintendo Switch, no se limitaron a utilizar solo los joystick o solo flechas para disparar y moverte sino que ambas se encuentran disponibles para la satisfacción del jugador, lo cuál me parece perfecto. Incluso emplearon ambos pares de botones L y R para la asignación de los slots disponibles que asignamos a nuestros poderes, detalle que nos brinda la facilidad de elegir con qué botón accionar tal poder. Solo tengo una observación en cuanto a los disparos, y es que en un juego que requiere tanta precisión –no solo al esquivar, sino al desplazarte y apuntar– es necesario poder rotar al apuntar y no es caso, mientras estás disparando la rotación la rotación no responde tan bien como se esperaría lo cual puede generar incomodidad.

En conclusión, Godstrike es un juego que aunque simple, maneja conceptos interesantes en cuanto a la vida y los power up, sin embargo como un boss rush le hace falta una trama que no se limiten solo al inicio y te enganche al desafío, que ya de por sí cuenta con una dificultad elevada y no se puede configurar. Este juego es bastante atractivo visualmente pero también puede resultar tedioso para los jugadores que no tienen experiencia con los juegos del género bullet hell.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Freedom! Games.



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