- Ni Hannibal se atrevió a tanto.
El concepto de “Godlike Burger” es ciertamente intrigante… y sádico. Lo que tenemos acá es un juego en el que controlamos al cocinero de un restaurante que se especializa en preparar hamburguesas hechas con carne humana… y extraterrestre. Claramente no se trata de un título para veganos, pero creo que ningún ser humano común y corriente estaría de acuerdo con los eventos que transcurren en “Godlike Burger”. En todo caso, ese no es el problema. Lo importante es el bucle de gameplay, y la manera en que el juego lo atrapa a uno con los diferentes retos que le lanza sin piedad. Cualquier cuestionamiento moral debe dejarse de lado; después de todo, “Godlike Burger” no se toma en serio a sí mismo, y por ende, uno debería hacer lo mismo.
Básicamente, uno trabaja en un restaurante intergaláctico, que flota por el espacio y viaja de planeta en planeta. La idea es que uno puede recibir todo tipo de clientes en el establecimiento, y decidir si es que los quiere atender, o si los quiere… bueno, ya saben. Estas decisiones deben ser tomadas en base a las características e ítems que uno debe mantener en el restaurante: dinero, carne y reputación. Dependiendo de lo que uno necesite en el momento, debe ir viendo qué es lo que debe hacer con cada cliente. No obstante, al final del día, lo más probable es que uno termine asesinado a todo tipo de seres vivos, para convertirlos en carne de hamburguesa. Delicioso.
Ahora bien, si lo que necesita uno es dinero, simplemente asesina al cliente luego de que ha pagado por su comida. Si no necesita plata, pues lo asesina apenas entra al restaurante (pero sin que nadie se de cuenta… lo crean o no, todo esto debe ser mantenido en secreto). Pero si más bien necesita reputación, debe dejar que entre, coma y salga con vida. Esto es particularmente importante para cuando llegan los críticos culinarios (sí, en serio). Ellos no deben ser asesinados, y menos cuando uno tiene que cumplir con un reto o tarea específicos. He ahí lo interesante de “Godlike Burger”; no solo es que cuente con diferentes mecánicas que dependen del elemento que uno esté buscando, si no que también cuenta con diferentes retos que lo obligan a uno a jugar de diferentes maneras.
Todo esto está muy bien, y de hecho, el bucle de gameplay de “Godlike Burger” no funciona del todo mal. Uno va de planeta en planeta, matando y cocinando gente, obteniendo dinero y carne, y por supuesto, asegurándose de que el establecimiento mantenga una buena reputación. Matar es fácil (qué feo suena eso… ¡pero así es en el juego!), y para cocinar a las víctimas, simplemente hay que teletransportar sus cuerpos a la freidora, drenar la sangre, y bueno… convertirlos en hamburguesa (les dije que “Godlike Burger” no es un juego apto para veganos). Lo bueno de esta propuesta es que es suficientemente profunda sin ser demasiado enredada o complicada, haciendo que uno realmente se esfuerce por mantener este negocio a flote.
Ahora bien, si tienen la impresión de que “Godlike Burger” cuenta con problemas, y de que estoy a punto de llegar a ellos… pues están en lo cierto. Lo que evita que “Godlike Burger” se convierta en una recomendación total; lo que evita que se transforme en una experiencia verdaderamente adictiva y divertida son, lamentablemente, los retos. En pocas palabras: los retos en “Godlike Burger” son demasiado específicos, haciendo que uno tenga que esperar demasiado tiempo para cumplirlos (si es que requieren la presencia de un cliente en particular, o de varios, por ejemplo), o que simplemente tenga que realizar actividades o hasta asesinatos demasiado tediosos. Todo lo mencionado líneas arriba, todo el bucle de gameplay funciona sin problemas… hasta que uno le agrega estos benditos retos.
No ayuda, además, que la mayoría de retos, a pesar de ser, supuestamente, específicos para cada planeta, en la realidad puedan ser completados en cualquier planeta (a menos que involucre a una especie alienígena en particular). Todo esto simplemente hace que la experiencia de jugar “Godlike Burger” se torne innegablemente tediosa, removiéndole mucho de la novedad a los asesinatos y a los procesos de cocina, haciendo que el juego se sienta más como una serie de tareas que uno tiene que cumplir por obligación, que como algo que fluya con naturalidad. Es una pena, considerando que maneja una premisa con bastante potencial, que hubiera podido resultar en una experiencia deliciosamente sangrienta (heh) y sádica. Que definitivamente no debe tomarse en serio, por supuesto.
A nivel técnico, “Godlike Burger” no está mal. El juego maneja una estética colorida, que hace uso de la técnica cel-shading para desarrollar una universo caricaturesco y absurdo, que contrasta perfectamente con la premisa tan despiadada, y con los actos tan horrorosos que uno termina cometiendo (todo sea por las buenas hamburguesas). El apartado sonoro es cumplidor —la banda sonora nunca llega a llamar la atención a sí misma— y felizmente, no me encontré con ningún tipo de error técnico o glitch, ni en la modalidad portátil de la Switch, ni en el dock para televisión.
“Godlike Burger” es una experiencia mixta. Por un lado, maneja un gameplay interesante y tiene controles precisos, que jamás me trajeron problemas. El apartado gráfico es cumplidor y atractivo, y la premisa en general debería apelar a los jugadores más carnívoros que uno pueda encontrar. Pero por otro lado, la inclusión de retos absurdos (y obligatorios) simplemente le pone el pare a mucho del disfrute que uno pueda tener con el juego. Súmenle a esto el hecho de que no cuenta con modos multijugadores (honestamente, hubiera sido genial jugar esto con más personas), y lamentablemente “Godlike Burger” se termina quedando a medias, como algo que pudo ser muy entretenido, pero que lamentablemente no logra a cumplir del todo con su cometido. Me quedo con las hamburguesas del rey (o hasta las del payaso).
Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Daedalic Entertainment.
- Ni Hannibal se atrevió a tanto.