Dreaming Canvas – Nintendo Switch (Análisis)

22

Dreaming Canvas

$4.99
1.6

Historia

0.0/10

Jugabilidad

2.0/10

Dificultad

1.0/10

Apartado técnico

4.0/10

Inmersión

1.0/10

Pros

  • Premisa interesante
  • Apartado sonoro que cumple
  • Cámara bien programada

Cons

  • La jugabilidad no es buena
  • Premisa mal ejecutada
  • No existe una exploración como tal
  • Dirección visual mediocre
  • El juego presenta muchas fallas de programación y diseño

Dreaming Canvas es un juego de primera persona que te permite explorar diversos escenarios y dibujar todo lo que encuentres a tu alrededor. Es una idea simple, pero que termina siendo interesante, puesto que al ser un juego que se encuentra en una consola que tiene pantalla táctil y un procesador lo suficientemente bueno para hacer tus propios dibujos, pues debería ser algo relajante y divertido, ¿verdad?

¿Qué salió mal?

Para empezar, vamos al grano: la jugabilidad es mala. En Dreaming Canvas te dan a escoger 5 escenarios y en cada uno de estos tienes que dibujar lo que ves en pantalla, ya sea a una persona o un ambiente. Partamos por la base de que el dibujo ya está completamente hecho y lo único que tienes que hacer para darle tu “estilo propio” es cambiar la paleta de colores que se te presenta en la parte derecha a la pantalla. El juego ni siquiera usa la función de la pantalla táctil para esto. No hay ninguna opción para delinear, cambiar el trazo o borrar líneas. Lo único que lograrás es que el dibujo ya terminado esté de otro color, más saturado o más opaco. Asimismo, tampoco hay ninguna recompensa por cambiarle de color a todos los lienzos disponibles dentro del escenario.

Pese a que la cámara del juego está bien programada, el movimiento del personaje es demasiado lento. Explorar toda la zona te puede hacer tardar aproximadamente unos 10 minutos y peor aun sabiendo que no hay absolutamente nada que hacer (solo hay entre 2 a 4 lienzos por mundo). Los controles también presentan problemas. El poder moverte tanto con el joystick y el gamepad es algo bueno; sin embargo, en el modo dibujo, si es que usas el primero, terminarás saliéndote directamente del encuadre y perderás tiempo. El juego también presenta cierto lag al apretar los botones principales.

El diseño de niveles es bastante pobre. La exploración se siente vacía, ya que, al tener solamente que “dibujar” lienzos, no hay nada que encontrar además de eso. Lo único que encuentras en tu camino son frases de otros artistas que los desarrolladores decidieron programar para “inspirar” al jugador, lo cual termina siendo absurdo por lo ya mencionado (tampoco te dan ningún premio por recolectar todas las frases). Hay que sumarle a eso “caminos sin salida” y errores de programación que causan molestias al momento de recorrer los escenarios.

Los gráficos son regulares y la dirección artística, en general, deja mucho que desear. Solo miren estas imágenes:

¿No creen que el lienzo debería estar al revés? 

El único punto positivo de este juego, por así decirse, es el apartado sonoro. Si bien la música es una que puedes encontrar en cualquier reproducción de 10 horas de Youtube, va con la temática del juego y sirve para “inspirarte” de alguna forma.

Y otro error que también me parece importante mencionar, el juego solo puede probarse en inglés. Si lo cambias a cualquier otro idioma como el español, este nunca iniciará y tendrás que cerrarlo a la fuerza.

En conclusión, al ser un juego con tan poco que aportar, pienso que no hacía falta un análisis tan extenso. Es una buena idea, pero está muy mal ejecutada y, lamentablemente, no se lo puedo recomendar a nadie y peor todavía a menores de edad.

A cualquier padre de familia que esté leyendo esto y esté pensando en comprarle este juego a su hijo para que aprenda a dibujar, hágan mejor lo siguiente: denles un lápiz, colores y papel para que ellos mismos experimenten y aprendan por su propia cuenta.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Playstige Interactive. ¡Muchas gracias por leer!



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