Biomotor Unitron – Nintendo Switch (Análisis)

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6.2
Gran nombre, eso sí.
  • Los mechas que mechan.

Puede que en la superficie —al menos— “Biomotor Unitron” luzca como una suerte de copia de “Pokémon”, pero con mechs en vez de monstruos de bolsillo, pero felizmente, este juego (que salió originalmente para la NeoGeo Pocket Color) tiene un poco más que ofrecer. Lo cual no quiere decir que se trate de una gema infravalorada que, de pronto, encontrará a un nuevo y apasionado público en la Nintendo Switch. De hecho, me animaría a decir que no es un gran juego precisamente —pero lo que sí es, es una propuesta lo suficientemente sólida, como para quizás convertirse en un juego de culto. No es nada impresionante, pero tampoco me arrepiento de haber jugado “Biomotor Unitron” en mi Switch.

Narrativamente hablando, “Biomotor Unitron” no nos presenta con nada particularmente novedoso. En el juego, uno control a un Unitron Master —es decir, el piloto de un Unitron, un mech que funciona gracias al poder de un meteoro. La narrativa se lleva a cabo en la ciudad de Rhafiace, donde varios Unitron Masters de todo el mundo llegan para enfrentarse en batallas, y tratar de convertirse en el Maestro de Maestros. Fuera de esa idea, también hay un hilo narrativo relacionado a un villano —como debe ser—, pero nuevamente, no es nada del otro mundo. De hecho, si han probado cualquiera de los títulos originales de “Pokémon”, sabrán exactamente qué esperar de la historia de “Biomotor Unitron”.

Siendo mechs lo que uno controla, en términos de gameplay, lo que uno debe hacer es encontrar y recolectar repuestos, adentrándose en cualquiera de las cuatro mazmorras que hay disponibles. Ahora bien, el repuesto más importante en “Biomotor Unitron” es el brazo —existen diferentes tipos de brazo que uno le puede dar a su mech, los cuales, a su vez, pueden tener ventajas sobre los monstruos que uno se encuentra en dichas mazmorras. Lo malo de esto es que se trata de un sistema increíblemente simplista, sin embargo —solo es necesario darse cuenta de qué brazos necesitará para qué monstruo en qué mazmorra, y listo. No es que “Biomotor Unitron” sea un juego que requiera de mucho pensamiento estratégico, lamentablemente.

Adicionalmente, las mazmorras no son muy entretenidas de explorar que digamos. Si, sus diseños pueden ir cambiando aleatoriamente, lo cual es una buena idea en teoría, pero el estilo e las mazmorras siempre es el mismo: laberintos con poca variedad visual y de diseño. Además, como buen juego inspirado por “Pokémon” y otras propuestas de similar corte, “Biomotor Unitron” cuenta con random encounters, los cuales después de un rato se pueden tornar increíblemente irritantes. No solo porque interrumpen el flow del juego y porque ocurren con mucha frecuencia, si no también por lo repetitivos que se sienten.

Pasando a un aspecto más positivo, sí disfruté de la manera en que uno puede customizar a su Unitron. No es que los repuestos ya mencionados —como los famosos brazos— cambien solamente los stats de los mechs —también alteran su apariencia, lo cual puede resultar en combinaciones realmente jocosas, y en una variedad visual que no me esperaba de un título que salió originalmente para la NeoGeo Pocket Color. Además, aunque las batallas en sí pueden llegar a ser… bueno, ya saben, repetitivas, el sistema de trifulcas en sí es bastante eficiente, y depende mucho de ´cómo uno va alterando al mec y subiendo de nivel. Nada revolucionario —y menos hoy en día—, pero ciertamente funcional.

A nivel técnico, “Biomotor Unitron” es más o menos lo que uno debería esperar de un juego que salió hace varios años ya en la NeoGeo Pocket Color. Los colores son suficientemente vibrantes y las animaciones son varias, y disfruté de los diseños, tanto de los personajes principales, como de los Unitrons, y de los monstruos que uno se encuentra en las mazmorras. La música, eso sí, no es particularmente memorable, pero cuenta con un encanto muy propio de las tonadas tipo 8-bits de la época. Y como suele pasar con este tipo de relanzamientos, “Biomotor Unitron” cuenta con algunos extras, como skins para el NeoGeo Pocket Color que rodea a la pantalla, un manual digital, la opción de retroceder, y la opción de quitarle el filtro auténtico de pantalla de la consola original. Es lo que uno esperaría, pero igual destaca.

“Biomotor Unitron” no es un gran juego en lo absoluto. Los random encounters cansan, la historia es súper previsible y está llena de clichés de este subgénero en particular, y las mazmorras no están particularmente bien diseñadas. Pero donde el juego funciona es en la customización de los mechs, y en las batallas en sí, que a pesar de no ser nada del otro mundo, igual logran entretener. Simplemente les recomiendo que jueguen en “Biomotor Unitron” en sesiones breves, tal y como seguramente lo hubieran hecho en la consola original. De lo contrario, puede que terminen aburriéndose —y terminen regresando a los juegos (más caros y complejos) que evidentemente inspiraron a los creadores de esta curiosa propuesta noventera.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por SNK.



6.2
Gran nombre, eso sí.
  • Los mechas que mechan.
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