Urban Trial Playground (Nintendo Switch) – Análisis

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Urban Trial Playground

$19.99
8.3

Gráficos

8.0/10

Sonido

8.0/10

Gameplay

9.0/10

Dificultad

9.0/10

Multijugador

7.5/10

Pros

  • Controles precisos
  • Gráficas cumplidoras
  • Buen diseño de niveles
  • Gameplay bien pulido
  • Multijugador split-screen

Cons

  • A veces frustrante
  • Mucho ensayo y error

A pesar de que, como he manifestado varias veces, soy un fanático de los juegos de carreras —y cualquier cosa que involucre velocidad, siendo honesto—, siempre he tenido problemas con los juegos que requieren del manejo no solo de la rapidez, si no también del balance. Evidentemente, muchos de estos juegos suelen ser de motocicletas —no es que mantener el balance sea demasiado necesario cuando se está manejando un carro—, por lo que un juego como “Excitebike 64”, por muy bueno que sea si es que se analiza objetivamente, nunca será de mis preferidos.

No obstante, igual quise darle una oportunidad a “Urban Trial Playground” para la Nintendo Switch, y fui sorprendido gratamente. Sí, el juego puede llegar a ser terriblemente frustrante debido a que, precisamente, uno siempre tiene que estar pensando en el balance de la motocicleta mientras avanza por los niveles, pero a la vez, termina siendo una experiencia sorprendentemente balanceada y divertida, un juego que, sin hacer nada particularmente revolucionario, funciona muy bien bajo sus propios términos. A pesar de que admito ser bastante malo jugando “Urban Trial Playground”, tengo que manifestar también que la pasé bien jugándolo.

La premisa es sencilla. Uno controla a un motociclista que parece vivir en un eterno verano —qué rico— y que se dedica a correr su vehículo en diferentes pistas, la mayoría de ellas construidas en playas, orillas, mansiones veraniegas y demás. Dichos niveles están llenos de obstáculos que uno tiene que evitar, rampas por las que tiene que saltar, huecos que tiene superar, y otros elementos que le permiten a uno hacer diferentes acrobacias y acumular puntos. Mientras más acrobacias uno haga, y mientras más objetivos uno cumpla en cada nivel, va a ganar más estrellas (hasta un máximo de cinco), lo cual le permite desbloquear más niveles y seguir avanzando. Es un sistema de progresión que de seguro han visto en otros juegos, pero definitivamente funciona.

Los controles, aunque algo sensibles, no presentan mayor problema; reaccionan de la manera en que uno esperaría, y le permiten a uno tener mucho control sobre la moto, sin que se sienta de que el juego es injustamente retador. Se avanza con el botón A, se controla el balance de la moto —cuando está en el aire— con el stick izquierdo, se esquivan obstáculos presionando el mismo stick para abajo, se hace respawn con el botón X (porque es muy posible chocarte), y, nuevamente con el mismo stick, se hacen las acrobacias. Nada más. Simple, pero funcional.

Sin embargo, una vez que uno va probando el juego, se va dando cuenta de que, por más simples que puedan resultar los controles en primera instancia, masterizar y avanzar en “Urban Trial Playground” no es del todo fácil. Los choques son el principal obstáculo; si uno no calcula bien sus saltos, hace acrobacias de más en el aire, o simplemente se equivoca a la hora de saltar por una rampa o encima de un hueco, es extremadamente fácil terminar tirado en el piso. Esto no es un problema tan grave porque se puede hacer respawn y seguir avanzando en el nivel…. a menos que quieran completar el juego al 100%.

Porque la única manera de conseguir una cantidad decente de estrellas en cada nivel, aparte de hacer acrobacias como loco, es cumplir con los objetivos opcionales. Y he ahí el truco: la mayoría de niveles, por no decir todos, tienen como objetivo el no chocarse nunca, lo cual resulta en uno tratando y tratando cada nivel una y otra vez, hasta memorizarse cada rampa y cada obstáculo para poder pasarlo sin chocarse. Hay harto ensayo y error, lo cual puede resultar en que uno se frustre relativamente rápido, ya que va a tener que resetear los niveles con frecuencia hasta que las cosas que salgan como quiere. El hecho de que los reseteos demoren un poco —el tiempo de carga hubiera podido ser más corto— ciertamente no ayuda.

Pero felizmente ese no es el único objetivo. Muchos niveles le piden a uno terminarlo en determinado tiempo, hacer ciertas acobradas, acumular cierta cantidad de puntos con un combo, y más. Son el tipo de objetivos que uno esperaría de un juego enfocado en los puntos y las acrobacias, pero cumplen su cometido; ciertamente hacen que la experiencia de jugar “Urban Trial Playground” sea más profunda y entretenida, y también le otorgan algo de estrategia a la cuestión. En teoría, uno podría jugar cada nivel de la forma más rápida, directa, y sosa posible, pero acumularía poquísimos puntos y no avanzaría nada.

En términos de las acrobacias que uno puede hacer, hay variedad. Uno puede parar la moto en una llanta, tanto con la trasera como con la delantera, puede usar los frenos, puede girar hacia adelante o hacia atrás, puede hacer saltos largo o altos, y más. El juego es realista hasta cierto punto precisamente por lo que depende mucho de la física, así que no esperen ver ítems fantásticos o acrobacias imposiblemente vistosas; no obstante, lo que hay es suficientemente atractivo como para que el juego no se convierta en una experiencia repetitiva o aburrida.

A nivel técnico, “Urban Trial Playground” es bastante cumplidor. Las gráficas son buenas, especialmente para estándares de juego indie; los modelos de las motos y de los personajes —aparte del protagonista, hay una chica punk que hace la cuenta regresiva antes de cada carrera— lucen muy bien, los efectos de luz son realistas, y cada pista está bien diseñada, ya sea una pista en la playa o en medio de una mansión. La música es agradable —aunque algo repetitiva— y el jugo en general corre muy bien, tanto en la TV como en el modo portátil del Nintendo Switch. El modo multi-player es muy entretenido también, haciendo uso del split screen como en los juegos de antaño.

“Urban Trial Playground” es un título sencillo pero entretenido, un juego de carreras que, por lo general, favorece la estrategia, la acumulación de puntos, la precisión y las acrobacias por sobre la velocidad. Visualmente es atractivo, los controles son precisos y responden bien, y aunque la experiencia en general depende mucho del ensayo y error, lo cual podría frustrar a ciertos gamers, está lo suficientemente bien pulida como para entretener por varias horas seguidas. Hasta que tengamos una nueva entrega de “Excitebike” para la Switch, “Urban Trial Playground” debería satisfacer a aquellos que estén con ganas de tener una experiencia similar.

 

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Tate Multimedia.

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