The Flame in the Flood: Complete Edition (Nintendo Switch) – Análisis

Sobrevivir en un mundo postapocalíptico es difícil, y más aún cuando no tienes los suficientes recursos. Llega a Nintendo Switch una historia de muerte, supervivencia e ingenio. Lanzado originalmente en el 2016, The Flame in The Flood ahora está disponible en la híbrida de la Gran N. Pudimos probar este juego y aquí les dejamos nuestro análisis:

Sobrevive como puedas

The Flame in the Flood no es un juego fácil. Realmente, necesitas pensar bastante para si quiera poder estar vivo una media hora. Para empezar tenemos dos modos de juego:

• Viajero: Puntos de control y “abundancia” de suministros.
• Supervivencia: Las estadísticas de Scout disminuyen a ritmo acelerado. No hay punto de control y hay menos recursos.

En este título todo juega en contra tuya. El clima, la naturaleza y hasta tu propio ser. ¿Cuál es el objetivo además de sobrevivir? Llegar río arriba y encontrar una salida a todo al mundo lleno de agua.

Para lograr eso debemos ser realmente ingeniosos. Prácticamente comenzamos con cero suministros y debemos ir recolectándolos durante nuestro paso por las diferentes zonas.

Así como un ser humano real, nuestro personaje necesitará de elementos básicos para poder sobrevivir: comida, agua, vestimenta adecuada, y hasta medicina. Explorar por ahí no es fácil, ya que te puedes encontrar con un lobo o incluso te pueden picar hormigas. Si ello sucede, deberás sanar tus heridas. ¿Y cómo hago eso? Pues, deberás encontrar los recursos necesarios para fabricar equipos de sutura o vendajes.

La comida tampoco es algo fácil de conseguir. A diferencia de juegos como The Legend of Zelda: Breath Of The Wild, aquí no hay una abundancia de carne por doquier. En The Flame in The Flood tendrás incluso que comer plantas para poder saciar tu hambre. Si quieres carne, tendrás que diseñar trampas para cazar conejos o cerdos. ¿Y cómo hago eso? Pues, deberás encontrar los recursos necesarios para hacerlo.

El agua también es otro factor a tomar en cuenta. Mientras más exploras, más sed tendrás. Lo mismo sucede con tu estado de vigorosidad. No puedes pasarte todo el juego corriendo de aquí para allá, debes descansar y para ello tienes que encontrar un buen sitio para dormir. Si duermes a la intemperie, podrás ser víctima de la inclemencia del clima. Ah, pero ten en cuenta que dormir aumenta tu necesidad de comer y tomar agua, tal como una persona real.

Además de tus habilidades para sobrevivir, medirán tu capacidad de manejo. Ya que para desplazarte de un lado a otro, contarás con una balsa. Pero, ten cuidado por donde vas, ya que si chocas contra una piedra o algo, tendrás que conseguir los materiales necesarios para hacer una reparación.

Como ven, The Flame in The Flood es un juego lleno de opciones. Las posibilidades de morir son tantas, que debes pensar muy bien lo que harás con cada recurso. Si destinas tal objeto para fabricar un arma, ten en cuenta que ya no podrás diseñar una trampa para conseguir comida. Así es este título, un verdadero reto a tu ingenio que te pone a reflexionar sobre lo que harías tú para seguir vivo un día más.

 

¿Y qué pasó con la historia?

Lamentablemente, el desarrollo de un argumento central hace falta en The Flame in The Flood. El juego se ubica en un mundo arruinado por una terrible inundación. En medio de este caos encontramos a Scout y su perro Esopo (o Margarita, si eliges la versión hembra), pero ya no se explora más de las razones por las que está ahí.

Hubiese sido interesante ver flashbacks en el juego. Conocer un poco más de los personajes y saber cómo es que llegaron al punto donde actualmente se encuentran. No de todos, pero sí de algunos. Considero que si se hubiera trabajado en ello, se habría generado mayor empatía con los personajes. Soy consciente de las limitaciones que tiene una desarrolladora indie, así que se entiende la carencia de este aspecto en el juego final.

Sonido exquisito y envolvente

Soy aficionado al country rock y el folk, por lo que puedo decir que la música de TFITF no pudo haber sido mejor elegida. Las canciones compuestas por Chuck Ragan contagian y generan ese ambiente de soledad, de desolación, de saber que solo dependes de ti para sobrevivir. Las melodías acompañan muy bien nuestro viaje, y lo hacen más disfrutable, aún sabiendo que estamos a punto de morir por inanición o por la picadura de una serpiente.

Destaco mucho este punto porque actualmente es raro ver un OST tan dedicado para un juego. Muchas desarrolladoras descuidan bastante este aspecto, y prefieren darle mayor importancia a lo gráfico. Sin embargo, The Molasses Flood logra un buen balance entre lo auditivo y lo visual.

Gráficamente, The Flame in The Flood luce bien. No sobresale por mostrar un realismo puro, pero es que no lo necesita. El juego cautiva así como está, con ese estilo algo acartonado, de gráficas 3D inusualmente bellas.

Conclusiones

The Flame in The Flood es un juego hecho a la medida para los amantes del género de supervivencia. Aunque no es un título de terror, el suspenso que trae consigo hará que tengas miedo, miedo de no morir. The Molasses Flood exprime muy bien todas las opciones que puede traer consigo un juego de este tipo. No solo han logrado desarrollar un buen gameplay, sino que han sabido mezclar muy bien lo sonoro y lo visual.

Por si te enamoraste del OST (como yo), te cuento que lo puedes adquirir de manera independiente. Gracias amigos de The Molasses Flood, por haber convertido a este tonto en un adicto a las canciones de Chuck Ragan. En conclusión, The Flame in The Flood graficamente luce bien, y sonoramente es espectacular.

The Flame in the Flood ya está disponible en la eshop de Nintendo Switch a 14.99 dólares americanos.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Curve Digital.