Seven Pirates H – Nintendo Switch (Análisis)

15
6.4
No se lo tomen muy a pecho.
  • ¿Todo bien en casa, desarrolladores?

NOTA: “Seven Pirates H” es un juego para mayores de 18 años, y por ende, esta reseña lo es también.

Como muchos otros juegos lanzados por Idea Factory para la Nintendo Switch, “Seven Pirates H” es un título lleno de fanservice. Sí, resulta divertido probar un juego centrado en el mundo de los (o las) piratas, y sí, tampoco no es que no cuente con una narrativa suficientemente interesante. Pero tampoco podemos negar que muchos de los jugadores que se animen a probar “Seven Pirates H”, lo harán debido al fanservice. Y en este caso, se trata de fanservice centrado, principalmente, en los senos de sus protagonistas… lo cual, lo crean o no, es muy importante para el gameplay en el que uno se ve involucrado.

Sí. Es ese tipo de juego.

“Seven Pirates H” es en realidad, pues, la versión en inglés de un juego que salió para la Playstation Vita únicamente en Japón, y que ahora podemos probar, por primera vez, en la Nintendo Switch. Por ende, algunas de sus mecánicas y hasta el apartado gráfico se pueden sentir algo simplones —después de todo, no es que se trate de una remasterización súper compleja, o de un remake hecho desde cero. Pero tampoco se puede negar que las peleas por turnos y las mecánicas relacionadas a los senos del personaje que uno controla funcionan bastante bien… siempre y cuando, por supuesto, no sean demasiado pudorosos. Sí, mucho del contenido en “Seven Pirates H” es increíblemente gratuito, por lo que si creen que se ofenderían con el aspecto sexual —y cosificador— del juego, mejor ni se animen a probarlo.

“Seven Pirates H” tiene como protagonista a Parute, una pirata que comienza el juego perdida en una isla abandonada, acompañada únicamente por Otton, una foca pervertida (¡!) que usa un sostén como parche de ojo (pues por qué no). Es este personaje el que nos enseña un tipo de entrenamiento llamado Booby Training (que el cringe comience, por favor), el cual le permite a Parute mejorar su fortaleza, velocidad y aguante.

Sí, leyeron bien: uno tiene que manipular las tetas de Parute para ir mejorando sus stats.

Básicamente, uno tiene que manipularlas o con los sticks de los Joy-Con, o más pervertidamente, con la pantalla táctil de la misma Switch. La idea es que las tetas más grandes le dan más aguante y fuerza a Parute, mientras que las más pequeñas la convierten en una pirata más ágil y rápida. Y por supuesto, hay ciertas combinaciones (o tamaños… ugh) que resultan en ataques especiales. En pocas palabras: si se habían cansado de los clásicos skill trees en juegos de estrategia, aventura o en los RPGs, pues acá tienen uno que depende enteramente del tamaño de los senos de sus personajes. Seguro que no se esperaban eso.

Muy aparte de eso, sin embargo, “Seven Pirates H” tiene un enfoque inesperadamente fuerte en la narrativa, lo cual hace que, lo crean o no, toda esta mecánica centrada en tetas se sienta… ¿natural? Okey, quizás esa no es la expresión, y ciertamente no me voy a poner a defender lo ridícula que es este idea —claramente nadie confundirá a los desarrolladores de este juego con feministas—, pero al menos el juego se esfuerza en darle personalidad (y no solo pechonalidad… okey lo siento) a Parute, y en desarrollar la historia. Sepan, por ejemplo, que nuestra protagonista debe armar un nuevo equipo de piratas luego de llegar a una isla llena de monstruos en el Mar de Monsupi, y que la relación entre estos nuevos miembros —todas chicas— está desarrollada de manera sorprendentemente profunda. Huh.

Por otro lado, tenemos el sistema de combate que, a pesar de ser algo simplista, funciona bien para efectos de lo que “Seven Pirates H” quiere lograr. Uno puede armar un party de hasta cuatro personajes, y utilizar ataques básicos, ataques especiales, o defenderse. Adicionalmente, uno tiene que considerar los stats de los miembros (¿las miembras?) de su party a la hora de enfrentarse a los Jefes, así como los momentos adecuados para utilizar los Ataques Especiales, y los Mura-Mura Points, los cuales pueden poner a los personajes en diferentes estados de Excitación (¿les sorprende?). Al menos los desarrolladores intentaron vincular el estilo francamente arrecho (cachondo) de la trama y los personajes con las mecánicas de juego. ¡Es algo!

Técnicamente hablando, “Seven Pirates H” no hace nada particularmente vistoso. Como se dijo líneas arriba, lo que tenemos acá es una nueva versión de un título que salió para la PS Vita, por lo que las gráficas pueden ser algo cuadradonas y simplistas, especialmente si se les compara con las de otros juegos de similar corte en la Switch. No obstante, vale la pena resaltar las animaciones de sus personajes y sus ataques, así como el diseño de Parute, Otton y sus compañeras (y por supuesto, sus pechos). Además, al ser un juego relativamente sencillo, “Seven Pirates H” corre sin mayores problemas tanto en el dock para televisión, como en la modalidad portátil de la Nintendo Switch.

Solo tienen que leer de qué se trata “Seven Pirates H” para sabe si es que les gustará o no. Después de todo, se trata de un juego muy centrado en el fanservice, donde el tamaño de las tetas de sus personajes no es importante únicamente para generar reacciones previsibles en su público predominantemente masculino y heterosexual, si no también para desarrollar mecánicas de gameplay sorprendentemente profundas, pero que seguramente no serán del agrado de todo el mundo. Súmenle a eso un apartado gráfico algo anticuado, y una duración un poco excesiva (que hasta llega a cansar un poco), y “Seven Pirates H” se torna rápidamente en una experiencia perfecta para un tipo muuuuy específico de gamer. Nuevamente: seguramente ya cada uno sabrá si este juego es para él, o no.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por eastasiasoft.



6.4
No se lo tomen muy a pecho.
  • ¿Todo bien en casa, desarrolladores?
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