Pato Box (Nintendo Switch) – Análisis

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Pato Box

$13.49
8.7

Gameplay

9.5/10

Dificultad

9.0/10

Sonido

8.0/10

Gráficos

9.0/10

Rejugabilidad

8.0/10

Pros

  • Gráficas muy atractivas
  • Lleno de estilo
  • Gameplay muy preciso
  • Exploración y combate
  • Historia oscura e intrigante

Cons

  • A veces muy difícil

Debo admitir que nunca pensé que terminaría jugando un título que mezclase elementos de “Madworld” y “Punch-Out” en la Nintendo Switch, pero heme aquí con “Pato Box”, un juego visualmente impresionante que homenajea a varios juegos clásicos para diversas consolas, mientras desarrolla, también, una identidad propia que lo convierte en un juego algo difícil por momentos, pero innegablemente entretenido. Si les gusta el box, los controles extremadamente precisos y los retos sin igual, definitivamente disfrutarán de “Pato Box”. Se trata de una experiencia que, por momentitos, podría recordarles a otros títulos, pero que en general, se siente bastante original. No puedo resultar demasiado lo complicado que es encontrar este tipo de juegos hoy en día, especialmente en el mundo de las indies (o Nindies).

La premisa es potencialmente absurda, pero inesperadamente interesante. Nuestro protagonista es Primo —o “Pato Box”, como le llaman sus amigos—, un boxeador talentoso con un físico envidiable. Lo chistoso, evidentemente, es que tiene cuerpo de humano pero cabeza de pato, pero hey, nadie es perfecto, ¿no es cierto? Lo importante es que es una superestrella del box, uno de los mayores atletas del mundo que se encuentra en su mejor momento.

Hasta que se involucra con la mafia de Deathflock, por supuesto. Luego de un brutal ataque —que involucra un cuchillazo en la espalda—, dejan a Primo para morir, pero este se niega a desaparecer de este mundo, y eventualmente es traído de vuelta a la vida y curado. Sediento de venganza, es tarea de Primo —y nuestra como gamers, por supuesto— el ir a la base de Deathflock, y atravesar cada piso del edificio, explorando los ambientes, resolviendo puzzles, y enfrentándonos tanto a enemigos comunes como a poderosos jefes utilizando nuestras habilidades con el box. Puede que esto suena como una estereotípica historia de venganza, pero creanme que “Pato Box” tiene varias sorpresas bajo la manga; de hecho, ¡la trama puede llegar a ser extremadamente oscura por momentos!

Esto se debe a que, frecuentemente, “Pato Box” mezcla lo que es real con lo que podría ser un sueño, utilizando mecánicas que, claramente, homenajean a franquicias como “Punch-Out” para desarrollar una narrativa que resulta ser mitad honesta y creíble, y mitad ridícula. Se trata de una mezcla que definitivamente no me esperaba, pero que termina por darle un look y un estilo muy particular al juego. Eso sí, si quieren jugar “Pato Box”, va a ser necesario que se tomen en serio a nuestro protagonista y su historia… al menos un poquito. Si no, dudo que vayan a poder soportar —o creerse— los giros en los que se ve involucrada la trama.

A nivel de gameplay, “Pato Box” no decepciona en lo absoluto. Primero tenemos los niveles en sí, en los que uno se tiene que enfrentar a los enemigos y resolver ciertos puzzles —la mayoría bastante ligeros— para llegar hasta donde el jefe de turno. En lo que se refiere a controles, uno tiene dos opciones: o utilizar los botones, como en cualquier otro juego, o usar los Joy-Cons con control de movimiento. Lo primero funciona bastante bien, pero si realmente quieren aprovechar el juego, al más puro estilo de “Arms”, definitivamente recomiendo lo segundo.

Y si uno decide utilizar los controles de movimiento, la experiencia se torna bastante simple… pero a la vez, también le exigirá mucha precisión. Uno puede utilizar cada Joy-Con como un brazo para golpear, y si presiona los botones L y R, dará golpes más fuerte. Si mueven los Joy-Con hacia adelante pueden bloquear los ataques del oponente, y si los mueven a un costado, pueden esquivar sus movimientos. No hay nada más, de hecho… pero el “chiste”, por así llamarlo, del juego, está en usar estos controles de la manera más precisa posible para enfrentar a los villanos. Porque puede que las bases sean sencillas, pero este no es un juego en donde uno simplemente puede mover los controles a la loca y ya. Tienes que calcular bien cuando esquivar y cuándo golpear, cuando bloquear y cuándo no hacer nada; la inteligencia artificial está bien implementada, y por ende, los combates terminan siendo muy entretenidos, y retadores.

Lo cual no quiere decir, obviamente, que los niveles en sí, fuera de los enfrentamientos de box, sean decepcionantes. Todo lo contrario. La mayor parte de ellos —o al menos los primeros— sirven como mini tutoriales, en donde uno aprende las diferentes mecánicas que tiene el juego para ofrecer, y explora diferentes cuartos y resuelve diferentes puzzles para darle un poco de variedad a la experiencia. Sí, algunos pisos son más entretenidos que otros y tienen más side-quests que otros, de eso no hay duda, pero en general, el juego está bien balanceado como para no tener demasiados momentos sosos o repetitivos.

Eso sí, cabe mencionar que las peleas en sí —regresando un poco a eso— requieren de un nivel de precisión impresionante. Si uno se equivoca, si calcula más los movimientos del oponente o no ve bien sus combos, puede terminar muertos casi instantáneamente, y como el juego no cuenta con check-points en medio de las peleas, si uno pierde, tiene que comenzar el enfrentamiento desde el principio. Puede que esto suene un poco injusto, pero al menos se trata de un nivel de dificultad inherente a la manera en que el gameplay está construido, y no de limitaciones fuera de lugar que podría frustrar a algunos. Así que prepárense a estar concentrados y jugar de la manera más precisa posible.

“Pato Box” es bastante sorprendente a nivel técnico. Las gráficas, como deben estar ya asumiendo, me recuerdan mucho a “Madworld”, aquel título violento e infravalorado para la Nintendo Wii. La estética en blanco y negro le sienta muy bien al juego —parece que uno estuviera jugando un cómic, haciéndole homenaje tanto a títulos como “Punch Out”, como al trabajo de artistas como Frank Miller. Tanto el sonido como la banda sonora contribuyen al tono oscuro y, por momentos, deprimente de la narrativa. “Pato Box” corre bastante bien tanto en el modo portátil de la Switch como en el dock para televisión, pero debido a la naturaleza de los controles —y a que recomiendo mucho más jugarlo con controles de movimiento—, creo que se tiene una mejor experiencia al jugarlo en la televisión.

“Pato Box” es una grata sorpresa, un título violento, duro, oscuro, difícil, pero innegablemente satisfactorio. Sí, a veces puede ser un poco muy complejo, y sí, puede que algunos no se puedan tomar la historia demasiado en serio, pero fuera de eso, se trata de un juego excepcionalmente bien construido, lleno de intriga y revelaciones inesperadas. Me remontó un poco a la época del Wii, en donde los controles de movimiento estaban de moda, y eran ocasionalmente bien utilizados para otorgarle a los gamers experiencias sin igual. Si están buscando algo distinto, algo visualmente impactante y verdaderamente entretenido, no pueden perderse de “Pato Box” en la Nintendo Switch. Al menos servirá para divertir hasta que salga el siguiente “Punch-Out”.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Bromio.

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