Goldeneye 007 – Nintendo 64 (Análisis Retro)

72
9.4
Un clasicazo.
  • ¡El Ojo Dorado!

Este análisis fue redactado y publicado originalmente en el año 2013, en otro sitio web. Esta versión ha sido ligeramente editada por el mismo autor.

“Goldeneye 007” para el Nintendo 64 es una obra maestra. De eso no hay duda. No sólo se trata de uno de los títulos más famosos para la consola de 64 bits de Nintendo, si no también de uno de los mejores First Person Shooters jamás concebidos. “Goldeneye 007” demostró que era posible desarrollar un juego de dicho género para una consola casera (juegos anteriores, como “Wolfenstein” o “Doom”, habían salido exclusivamente para la PC), y que no todos los juegos basados en películas eran malos. En pocas palabras, fue un juego revolucionario.

Como muchos títulos publicados por Nintendo, “Goldeneye 007” sufrió varios retrasos, por lo que al final no fue estrenado al mismo tiempo que la película en la que está basado. Además, Nintendo sorprendió a muchos cuando se anunció que el juego vendría con un modo multi-jugador para 2, 3 ó 4 personas, y que usaría el Rumble Pak (sí, chicos, los mandos antes no venían con vibrador incluido, había que comprar un periférico). Sin embargo, cabe decir que la espera valió la pena.

Si uno juega “Goldeneye 007” ahora, probablemente no le parezca tan perfecto como su fama indicaría. Pero lo que hay que entender es que, como cualquier otro producto cultural, un video-juego es un producto de su época. Antes de “Goldeneye 007”, nunca habíamos tenido un juego igual. Es cierto, los First Person Shooters ya existían gracias a títulos como los anteriormente mencionados “Doom” o “Wolfenstein”, pero “Goldeneye 007” introdujo varias innovaciones que posteriormente veríamos en producciones más modernas: elementos de stealth (es decir, no siempre se trataba de matar a los enemigos y nada más); el modo multi-jugador; opciones de personalización para dicho modo; vibración en el mando; e incluso las misiones en donde era necesario proteger a un NPC (Personaje No-Jugable).

El modo de Historia está basado en la película protagonizada por Pierce Brosnan, y consiste de 18 memorables niveles. La historia puede ser jugada en modo Fácil de forma lineal; es decir, comenzando por el principio y terminando con el final, para luego ser disfrutado en dificultades mucho más altas y ser jugado en el orden que uno quiera. A diferencia de juegos posteriores de Bond, como “007 Nightfire para la GameCube, no hay modos alternativos en donde se usen carros u otros vehículos. “Goldeneye 007” es un First Person Shooter puro y duro, en donde veremos (y jugaremos) todo con una perspectiva de primera persona.

Como en otros títulos de similar corte, hay una gran variedad de armas para escoger, y el tipo de arma que uno escoja dependerá de las condiciones del nivel, cosa que también era relativamente nueva en la época. Por ejemplo, podemos usar metralletas para niveles un poco más sencillos (como el primero), mientras que será mejor usar rifles tipo Sniper en locaciones en donde los enemigos se encuentren más lejos. Aparte de estas armas, también contamos con el puño limpio, con cuchillos, con bazookas y hasta con minas.

Aparte de las armas de fuego, Goldeneye logra hacer que nos sintamos como el famoso Agente Secreto, incluyendo muchos de los gadgets que hemos visto en las películas. Hay módems, cámaras, cuchillos, relojes con características especiales, analizadores de llaves, entre otros. El ir descubriendo las diferentes maneras en que puedes usar todas estas herramientas es simplemente liberador, especialmente cuando un nivel (como el 9no) te obliga a escapar de un búnker sin poder usar ningún arma de fuego. Nuevamente, algo así podrá resultar común en esta época (aunque ni tanto, considerando que títulos como los de “Call of Duty” no siempre emplean demasiados momentos de estrategia), pero en 1997, “Goldeneye 007” destacó gracias a estos detalles.

Gráficamente, el juego se ve ridículamente cuadradón, especialmente para estándares modernos. Las texturas son de baja resolución, los rostros (que son scans de los actores de verdad puestos como texturas encima de los modelos) se ven deformes y feos, y en general el título no es de los más atractivos para la consola. La diferencia entre un juego de Rare para la primera generación del Nintendo 64 (como este) y un juego de última generación (como el gran “Conker’s Bad Fur Day”) es realmente abismal.

Sin embargo, no puedo dejar de admitir que “Goldeneye 007” tiene cierto encanto. Transparencias, explosiones, chispas, zooms… “Goldeneye 007” emplea diversos trucos que aprovechan las capacidades del Nintendo 64, y aunque nunca dejará de darme risa que literalmente todo explote cuando uno dispara (sí, incluso las cajas de cartón), el simple hecho de haber podido ver una recreación relativamente fiel y detallada de los escenarios de la película en un video-juego de 1997 es realmente impresionante, especialmente considerando que muchos títulos basados en películas se desvían bastante de sus respectivas fuentes de inspiración.

Ahora bien, esto no quiere decir que “Goldeneye 007” sea una adaptación 100% fiel de la película. De hecho, el estándar que este juego introdujo es uno que muchos de los mejores juegos basados en propiedad intelectuales conocidas utilizan: usar su fuente de inspiración como base, para luego expandir la historia y las situaciones en las que se involucra el protagonista a favor del gameplay.

“Goldeneye 007” utiliza modelos tridimensionales extremadamente parecidos a los sets de la película, pero lo interesante del título es que nos involucra a nosotros, como jugadores, en situaciones en las que Bond no se metió en la cinta. Es casi como jugar un “que hubiese pasado si” de la película, en donde nos metemos en una versión expandida de la historia, llena de acción e intriga. El diseño de los niveles es simplemente sublime; a diferencia de juegos más modernos, uno no encuentra municiones o armas tiradas por ahí. La única manera de recargar nuestras armas es matando a los enemigos, los cuales dejan tiradas balas o kits de vida. Los enemigos están posicionados en los lugares más precisos, y los niveles están diseñados tan bien que nunca se sienten demasiado largos o cortos. El juego maneja un ritmo casi perfecto.

Y cómo olvidarnos de la barra de energía. El HUD (Heads Up Display) que sale cuando uno pone pausa al juego contiene nuestra vida en un semi-círculo por un lado, y la energía de cualquier chaleco anti-balas que consigamos en el otro. Adicionalmente, aquí podemos ver las armas que estamos cargando, así como el resto de ítems que podamos tener, y acceder a las opciones. El hecho de que “Goldeneye 007” nos ponga una barra de vida y que, a diferencia de First Person Shooters modernos (como el anteriormente mencionado “Call of Duty”) no tenga vida renegenerable, hace que el juego sea una experiencia más tensa y divertida. No podemos entrar a cada nivel disparando por doquier sin pensar en nuestra energía; cualquier error, cualquier desesperación nos puede costar la vida, y hacer que comencemos el área desde el principio.

La música del juego está basada en el soundtrack que Éric Serra compuso para la película, una de las bandas sonoras más controversiales de la saga debido a su sonido electrónico. Sin embargo, a pesar de la negativa recepción que recibió el estilo musical de Serra, y a pesar de las limitantes del chip de sonido del Nintendo 64, la música del video-juego es increíblemente memorable. “Goldeneye 007” hace uso del clásico tema de James Bond en los mejores momentos, y cada nivel tiene su propio tema musical, la cual ayuda a desarrollar un ambiente palpable y tenso. 

Pero no puedo terminar esta reseña sin hablar del multi-player. Curiosamente, a pesar de ser una de las modalidades para varios jugadores más populares en el Nintendo 64, Martin Hollis, el director del juego, lo describió como una “idea de último minuto”. Según David Doak, el guionista, la mayor parte del trabajo para el modo multi-jugador fue realizado por Steve Ellis, quien “se sentó en una habitación con todo el código escrito para el modo de un jugador, y convirtió a “Goldeneye 007” en un juego multi-jugador.”

Pues haya sido una idea de último momento o no, no puedo dejar de admitir que el multi-player de este título es divertidísimo. Dicho modo nos otorga una selección muy variada de armas (como 10), niveles y personajes (como 8), tipos de control, e incluso modos de juego. Se puede jugar el clásico Death Match (es decir, un “Todos Contra Todos”), pero también un encuentro con tiempo límite, juegos por equipos, y hasta peleas en donde pierde el primero en morir dos veces. El hecho de que no se puedan incluir bots es decepcionante (pero comprensible, considerando que es un juego de primera generación para el N64), y aunque no me he llegado a enviciar tanto con esta modalidad como con el multi-jugador de “007 Nightfire” para la Gamecube, debo admitir que me trae muchos recuerdos. Si quieren probar algo divertido, jueguen utilizando únicamente minas con sensores. El juego se convertirá en una Tercera Guerra Mundial.

¿Qué más se puede decir sobre “Goldeneye 007”? Es un clásico, uno de los mejores juegos para el Nintendo 64, una de las máquinas más infravaloradas de Nintendo (es una consola que, a pesar de haber sido derrotada por el primer PlayStation, está lleno de clásicos y gemas sin descubrir), y un excelente First Person Shooter. Es cierto que carece de varias opciones y características que uno encontraría en juegos más modernos (como más interacciones con los ambientes, vida regenerable o una presentación más cinematográfica), pero en general, se trata de un juego muy divertido, el cual puede ser disfrutado incluso a 23 años (qué viejo me siento….) de su estreno.

En pocas palabras, si no lo han hecho ya, deben jugar “Goldeneye 007” para Nintendo 64. Eso sí, deben tener paciencia con los niveles que involucran a Natalya, el interés amoroso de Bond. Si creían que los escenarios en donde tienen que cuidar a Ashley Graham en “Resident Evil 4” eran desesperantes… pues no han visto (o jugado) nada.



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