Freedom Planet – Nintendo Switch (Análisis)

11
8.5
Le hace la mecha a Sonic.
  • ¡Como en los 90s!

A pesar de que ya tenemos propuestas como “Sonic Mania”, que lograron recuperar el encanto y estilo de los juegos del Erizo Azul para la Sega Genesis, igual estoy seguro que ciertos jugadores siguen con ganas de probar títulos que traten de emular lo que Sega hizo con su más querido personaje hace años. Después de todo, la franquicia de Sonic es una de las más inconsistentes que uno puede probar; desde juegos verdaderamente excelentes, tanto en 3D como en 2D, hasta producciones lamentables (usualmente en 3D), uno nunca sabe con qué se encontrará a la hora de comprar el más reciente título de dicho personaje. Lo cual es una pena, porque incluso al haber pasado por tanto, Sonic sigue siendo una de las figuras más importantes y populares del mundo de los videojuegos.

Pero me desvío un poco del tema. Lo importante acá, es que la gente de GalaxyTrail ha logrado desarrollar un juego que, efectivamente, emula a los títulos de Sonic de los 90s, pero que a la vez, logra manejar un estilo propio, como para no sentirse como una copia barata. “Freedom Planet” es un título muy recomendable, que tanto a nivel visual como de gameplay, los hará retroceder a sus años mozos, cuando lo más importante en sus vidas era la guerra de consolas entre Nintendo y Sega. Se trata, pues, de un platformer en 2D rápido y furioso, que fuera de uno que otro defecto por aquí y por allá, destaca como una de las propuestas retro más atractivas para la Nintendo Switch. Es casi como si le estuvieran ganando a Sega en su propio juego…

La trama del juego no es lo más destacable, y sin embargo “Freedom Planet” insiste en utilizar cutscenes llenos de diálogo para explicarla… siempre y cuando, por supuesto, decidan jugar en el modo Adventure. Más bien, si al probar el juego por primera vez, eligen el modo Classic, se desharán de todos estos cutscenes, lo cual está bien, ya que pueden llegar a ser algo tediosos. El estilo rápido del Sonic noventero simplemente no se mezcla bien con un enfoque tan exagerado en la narrativa, por lo que agradezco que los desarrolladoras hayan incluido la opción clásica ya mencionada. Después de todo, todo lo que tienen que saber es que la Kingdom Stone, un objeto poderosísimo, está siendo buscando por nuestros protagonistas, así como por los líderes del planeta del título. Todo lo demás es relleno.

Felizmente, el gameplay es lo suficientemente sólido como para compensar cualquier deficiencia narrativa en el juego. Todos los niveles se llevan a cabo de manera previsiblemente rápida, incentivando al jugador a ir lo más veloz posible —ayuda, de hecho, que haya una cuenta regresiva en pantalla. Además, a menos que los enemigos le estén tratando de atacar, no le causan mayor daño al personaje que uno esté controlando en ese momento; a diferencia de los juegos de Sega, o de casi cualquier otro título de plataformas, en realidad, los enemigos no causan daño al tocarlos, lo cual motiva incluso más al gamer a ir rápido, sin preocuparse demasiado por esquivarlos. Es una decisión interesante, que para mi sorpresa, contribuye a que el gameplay se sienta más consistente y divertido.

Disfruté, además, de la selección de personajes, desde el principal, un dragón lila llamado… Lilac (sí, tiene sentido) hasta varios otros protagonistas que uno va desbloqueando al jugar. La idea es que cada personaje se controla distinto y cuenta con diferentes habilidades, desde ir más rápido o lento, hasta flotar o escalar paredes, lo cual termina afectando la manera en que uno se desenvuelve en los niveles. Súmenle a eso el hecho de que cada personaje cuenta con un nivel exclusivo, como para afectar la manera en que se desarrolla la narrativa, y “Freedom Planet” se torna rápidamente en una experiencia variada y entretenida. Quizás no muy original, pero ciertamente adictiva.

Por otro lado, vale la pena mencionar la verticalidad de los niveles; ya que cada personaje cuenta con diferentes habilidades, el juego aprovecha esto al incluir diferentes rutas en cada nivel, lo cual también lo motiva a uno a ir viendo qué ruta es más rápida y conveniente, y como cada una puede ser tomada de la manera más veloz posible. “Freedom Planet” cuenta, además, con algunos ítems escondidos que ayudan a desbloquear arte conceptual, clips de audio, y más —es el tipo de contenido adicional que venía todo el tiempo en los juegos noventeros, y no podría sentirse más a gusto en “Freedom Planet”. En general, se nota que los desarrolladores invirtieron mucho tiempo y esfuerzo en el juego; no solo para emular el estilo de los títulos de Sonic en 2D, si no también para otorgarle una experiencia completa al jugador.

A nivel audiovisual, “Freedom Planet” es una mezcla de lo bueno y lo malo. Gráficamente, no tengo mayores quejas —los niveles son increíblemente detallados, haciendo uso de paletas de colores muy atractivas, e incluyendo spirtes con animaciones súper fluidas. De hecho, todo, desde los personajes hasta los enemigos y obstáculos, se mueve de manera natural y rápida, lo cual ayuda a que uno de verdad se adentre en este mundo. El problema, sin embargo, viene con las actuaciones de voz; algunas son de buena calidad, pero otras son tan malas, que resulta casi inconcebible que hayan sido aceptadas para un título así. Es una inconsistencia que no ayuda a que la narrativa, que ya de por sí se siente fuera de lugar, funcione. Eso sí, como se deben imaginar, “Freedom Planet” corre (heh) sin problemas, tanto en la modalidad portátil de la Nintendo Switch, como en el dock para televisión.

“Freedom Planet” es el juego perfecto para los fanáticos de Sonic, especialmente aquellos que le tengan mucha nostalgia o cariño a sus títulos en 2D para la Sega Genesis. Lo bueno, sin embargo, y como se mencionaba líneas arriba, es que no se siente como una vil copia —maneja un estilo y gameplay similares, pero a la vez, logra desarrollar una identidad propia, con personajes suficientemente interesantes y carismáticos, y niveles muy vistosos. Sí, el énfasis en la historia no funciona, y las actuaciones de voz varían en calidad, pero como juego, como experiencia interactiva, “Freedom Planet” está muy bien…. y al final del día, eso es lo que más importa (especialmente en lo que se refiere a platformers en 2D). Si quieren regresar a los 90s por unas cuantas horas, vale la pena que se compren “Freedom Planet” para la Nintendo Switch.



8.5
Le hace la mecha a Sonic.
  • ¡Como en los 90s!
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