Doom (Nintendo Switch) – Análisis

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Doom

$59.99
8.7

Gráficas

8.5/10

Historia

8.0/10

Dificultad

8.5/10

Sonido

9.5/10

Gameplay

9.0/10

Pros

  • Notable port para la Switch
  • Divertido multiplayer online
  • Increíble soundtrack
  • Opciones intactas
  • Gameplay intacto

Cons

  • Gráficas menos detalladas
  • Resolución de 720p
  • Framerate de 30 o menos

Habiendo vivido la época de la Wii U, en donde los third-parties parecían no estar dispuestos ni a tocar la nueva consola de Nintendo (al menos no después del periodo de launch) resulta realmente increíble estar sentado en mi computadora, el año 2017, escribiendo sobre el port del nuevo Doom para la Nintendo Switch. Y resulta incluso más increíble —y satisfactorio, obviamente— el poder escribir que se trata de un GRAN port. Sí, todos sabemos que la Switch es considerablemente menos poderosa que la PS4 o Xbone, pero el caso de Doom para Switch es similar al del port de Resident Evil 2 para Nintendo 64 que salió hace varios años: hace que uno se pregunte, “¿cómo diablos lo hicieron?”

Pues sacrificando algunas características técnicas, pero nada de gameplay, ni del estilo tan particular que hicieron de este juego una experiencia tan memorable en las consolas de la competencia. Deshagámonos de lo peor de una vez: sí, el juego se mueve a 30 cuadros por segundo, en vez de 60, lo cual resulta algo fastidioso al principio, especialmente si uno está acostumbrado a las otras versiones. Pero poco a poco uno se va acostumbrando y se va dando cuenta que este sacrificio en frame rate se compensa a sobremanera gracias al hecho de que ahora podemos jugar Doom en modo portátil… ¡dónde sea y cuándo sea! Y además, el frame rate más bajo no hace que Doom sea injugable ni mucho menos.

Y sí, las gráficas tienen menos detalles, lo cual era de esperarse, también, pero estamos hablando de Doom, no de un juego que se enfoque en el realismo o en la caracterización de personajes. Se trata de un título de acción en el que uno se mueve rapidísimo todo el tiempo, tomando decisiones apuradas constantemente, y matando demonios por doquier. A pesar de tener un maneje inferior de sombras y de luz, y texturas menos detalladas, Doom igual se ve INCREÍBLE en la Switch (en serio, ¿cómo lo hicieron?), y no pierde nada de atmósfera ni su palpable sensación de tensión y terror. Y como mencionaba, igual uno nunca se toma minutos admirando los escenarios; ¡hay demasiados demonios por matar!

Y bueno, sí, esta versión cuesta más que la de la competencia (especialmente porque las anteriores son fáciles de encontrar ahora con descuento), pero considerando que, nuevamente, se trata de una versión portátil que no pierde nada importante del juego original, no me fastidiaría en lo absoluto pagar un poco más por Doom para Switch. Eso ya depende de cada uno, por supuesto, pero si son fanáticos de juegos maduros, y solo cuentan con una Switch y con ninguna consola de Microsoft o Sony, Doom definitivamente es un título que no se pueden perder.

Como dije líneas arriba, ningún elemento de gameplay es olvidado en Doom para Switch. Este sigue siendo un first person shooter a la antigua, en donde la vida NO se regenera, y el acto de cubrirse NO es importante dentro de la jugabilidad. De hecho, Doom favorece los enfrentamientos con cantidades ridículas de demonios; no se sorprendan si en muchos niveles terminan rodeados por decenas de monstruos infernales, los cuales tienen que matar de las formas más brutales posible. El ritmo del título es verdaderamente estresante; hay que matar o morir, y tomar decisiones rápidamente, utilizando ciertos ataques para ganar vida extra, o más municiones para las armas.

Porque uno de los elementos de gameplay más atractivos de Doom definitivamente es el Glory Kill: utilizar un finisher asqueroso y sangriento para terminar con un enemigo, y recibir vida adicional. Supongo que al principio estos ataques podrían resultar algo perturbadores para ciertos jugadores, pero luego de un tiempo, se convierten en parte importante del juego, algo básico para poder sobrevivir. De hecho, le otorgan cierto elemento de estrategia a Doom: hay que saber cuándo usar los Glory Kills y cuándo no, ya que toman algo de tiempo, y no siempre son necesarios para avanzar en el nivel.

De hecho, Doom es genial porque no lo deja a uno quedarse parado por mucho rato. Para poder avanzar en el juego, es necesario moverse; saltar y rodear a los enemigos y escaparse de ellos y buscar secretos para conseguir mejoras para las armas y el traje que está usando el Doomguy. Doom se mueve de manera frenética, manteniendo un buen nivel de tensión a lo largo de 8 ó 10 horas de gameplay, sin dejar que el gamer pueda respirar tranquilo por mucho tiempo.

Adicionalmente, uno puede comprarle modificaciones para las armas a ciertos bots que uno encuentra en algunas partes de los niveles. Lógicamente, algunos bots son más fáciles de encontrar que otros, pero todos tienen alguna modificación interesante para hacerle a las pistolas, metralletas, y otros ítems con los que cuenta el Doomguy. Son funciones secundarias que van desde lanza granadas hasta balas explosivas, las cuales hacen que los encuentros con los demonios que están invadiendo Marte sean más manejables.

Y hablando de Marte; Doom también es un juego a la antigua en el hecho de que no pierde mucho tiempo dando explicaciones innecesarias. Desde que el título comienza y vemos al Doomguy despertarse y coger su primera arma, queda claro lo que está sucediendo: los demonios están invadiendo Marte, y es necesario detenerlos, incluso si eso significa entrar al mismísimo infierno. Doom da explicaciones mientras uno avanza, mientras uno juega, por lo que el ritmo jamás se detiene para desarrollar algún tipo de mitología compleja. El contexto lo va entendiendo uno a través del gameplay, lo cual convierte a Doom en un videojuego en el más puro sentido de la palabra: no podría haber nada más opuesto a una “película interactiva” o novela visual.

Por otro lado, Doom es el primer juego para Switch en contar con un modo multiplayer tradicional, parecido a lo que uno puede encontrar en las consolas de la competencia, y no podría estar más feliz por ello. Como deben imaginarse, el multijugador online cuenta con modos como Deathmatch, Team Deathmatch, Todos-Contra-Todos, y más, y aunque no corren igual de suave que el modo para un jugador —asumo que tiene algo que ver con los servidores—, es innegablemente divertido. Además, al igual que títulos como Call of Duty o Halo, Doom cuenta con un sistema de mejoras para el personaje del modo multijugador, con el que uno va subiendo de nivel para otorgarle nuevas armas, armaduras… ¡y hasta para desbloquear demonios usables! Ah, y casi me olvido; también hay una opción para simplemente invitar a los contactos que tenga uno en su Switch para jugar online; más sencillo y práctico, imposible.

Adicionalmente, como para compensar el hecho de que esté saliendo a la venta tanto tiempo después que la versión original, Doom para Switch viene con todos los DLCs incluidos, lo cual debería resultar atractivo incluso para aquellos que hayan jugado este título online en otras plataformas. A nivel de gameplay y de contenido —pero no necesariamente en lo referente a lo técnico—, Doom para Switch es la versión definitiva del juego.

Por último, el juego también viene con un modo Arcade, en el que los enemigos aparecen en grupos de mayor tamaño (lo cual termina por arruinar, aunque no totalmente, el frame rate, desgraciadamente), y es necesario asesinarlos para ir obteniendo puntos multiplicables. Se trata de un modo realmente divertido —especialmente si uno quiere un reto distinto al que ofrece el modo historia—, el cual es mejorado por el hecho de que uno puede escoger jugar en cualquier nivel de la campaña principal.

El simple hecho de que podamos jugar Doom en una consola de Nintendo, y en modo portátil, sin perder nada de contenido, debería ser razón suficiente para que uno esté emocionado por este nuevo título de Bethesda y id Software. Pero el que el juego claramente haya sido porteado con pasión y con esfuerzo, hace que la experiencia de jugarlo sea incluso más entretenida y memorable. Sí, hay fallas visuales, y sí, corre a 30 cuadros por segundo y a una resolución de 720p, tanto en la TV como en modo portátil, pero Doom para Switch es el mismo juego ultraviolento, divertido, y a la antigua de siempre. Y eso es lo que todos queríamos de él.

Ahora, no puedo esperar a jugar tanto LA Noire como Skyrim en mi Switch… ¡se vienen buenas épocas!

 

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Bethesda Softworks.

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