Monster Jam Steel Titans 2 – Nintendo Switch (Análisis)

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Monster Jam Steel Titans 2

$39.99
5.1

Gráficas

6.0/10

Sonido

5.5/10

Gameplay

3.0/10

Controles

4.0/10

Multijugador

7.0/10

Pros

  • Es mejor que su predecesor
  • Pistas bien diseñadas
  • Buena variedad de camiones
  • Ideas interesantes

Cons

  • Pantallas de carga largas
  • Performance irregular
  • Gameplay fallido
  • Controles no responden tan bien
  • No es ni veloz ni preciso

¿Se acuerdan del primer “Monster Jam Steel Titans”? ¿No? Pues no los culpo. Fue uno de los juegos de carreras más decepcionantes para la Nintendo Switch, un port que claramente no fue optimizado para una consola que, bajo la dirección correcta, no debería haber tenido problemas para correr un juego así. En todo caso, el hecho de que la primera entrega fuese tan terrible, le daba la oportunidad a la gente de Rainbow Studios de corregir la mayoría de sus errores, como para que nos entregaran un producto final mejor pulido, más divertido, y en general, más satisfactorio. Sabían en qué habían fallado; por ende, no deberían haber tenido problemas a la hora de evitar cometer dichos errores nuevamente.

Pues… eso no fue lo que sucedió, lamentablemente.

Sí, técnicamente, “Monster Jam Steel Titans 2” es superior a su predecesor. Corre un poco mejor, y no se siente como un port inepto de un juego decente para consolas más poderosa. Pero lo que ganó en performance, lo perdió en gameplay: “Monster Jam Steel Titans 2” es un juego infinitamente frustrante, con decisiones de jugabilidad cuestionables, y un estilo visual poco atractivo. No se trata de un título nefasto, necesariamente, pero con todo lo que prometía el proyecto, ciertamente debió ser mejor

Como se deben imaginar, “Monster Jam Steel Titans 2” es un juego de carreras de monster trucks, al igual que su predecesor. Uno comienza con un tutorial francamente ridículo, que le enseña a uno a… avanzar… y voltearse… ¡y hasta detenerse! Ni un gamer de seis años de edad lo necesitaría. Pero una vez que uno acaba con eso, se adentrar un hub bastante abierto —pero algo vacío—, en el que uno puede  acceder a diferentes eventos, para ganarlos, desbloquear más vehículos, expandir el hub, y hasta encontrar nuevas áreas. Es un sistema de progreso muy básico, pero que debería funcionar sin mayores problemas.

La cosa es que “Monster Jam Steel Titans 2” falla en los detalles, más que en los elementos macro. Por ejemplo, uno puede ir recolectando emblemas mientras maneja su camión en los hubs, pero al agarrarlos, en vez de desaparecer…. cambian de color. ¿Por qué? Quién sabe. Es igual de inexplicable que el tutorial condescendiente con el que uno comienza. O las pantallas de carga largas, que definitivamente no son justificadas con un estilo visual simplón y poco ambicioso. Puede que esta secuela no se trabe y no tenga tantos glitches ni problemas de gameplay como el primer juego, pero tampoco es un gran ejemplo de lo que los desarrolladores deberían hacer a la hora de traer sus juegos a la Switch.

Pero el problema más grande de “Monster Jam Steel Titans 2” está en la jugabilidad. En teoría, los controles deberían funcionar sin problemas: uno avanza con ZR, derrapa con L, y utiliza ambos sticks para girar el camión. Sí; el stick izquierdo sirve para mover las llantas delanteras, y el derecho para las traseras. Se trata de un sistema de control novedoso, pero que resulta sorprendentemente intuitivo, especialmente considerando lo pesados que pueden llegar a ser estos vehículos. ¿El problema? El sistema de física afecta a los camiones de maneras inesperadas, lo cual hace que el jugador casi nunca sienta que tiene las cosas bajo control.

Consideren, si no, lo susceptibles que son estos vehículos a volcarse, incluso cuando se está yendo lento. O la manera tan exagerada a la que reaccionan a los choques. O lo mucho que se demoran en ponerse derechos si es que uno termina volteado (lo cual puede pasar con frecuencia). O, en general, lo sensibles que son, lo cual, combinado con el sistema de control con dos sticks, convierte a “Monster Jam Steel Titans 2” en una experiencia increíblemente frustrante, en donde los camiones paran chocándose y volteándose, como si estuviesen siendo manejados por borrachos que nunca antes habían tocado un timón en su vida. Se supone que “Monster Jam Steel Titans 2” tenía que ser divertido, ¿no? Pues alguien debió avisarle a los desarrolladores.

Y lo curioso es que no intenta ser un simulador ni mucho menos; el juego está lleno de elementos bien “de videojuego”, como los emblemas coleccionables ya mencionados, o secciones con brillos a las que hay que acercarse. Es tan poco preciso, además, y los camiones son tan torpes, que jamás podría llegar a simular la experiencia de manejar uno de estos monstruos en la vida real. Pero tampoco funciona como una experiencia arcade más ligera; los vehículos son demasiado lentos, torpes y sensibles para eso; de hecho, muchas veces es mejor idea manejar lento y con cuidado, para llegar sin problemas a la meta, o cumplir con algunos de los objetivos alternativos con los que cuentan algunas misiones. “Monster Jam Steel Titans 2” no es un juego de velocidad… pero tampoco es un juego de precisión. ¿Qué es, entonces? Pues quién sabe.

Visualmente, “Monster Jam Steel Titans 2” luce mejor que su antecesor… lo cual no es decir mucho. Los modelos de los vehículos son suficientemente detallados, y muchas de las pistas y escenarios tienen su chiste. Pero a la vez, uno se encuentra con pop-in a cada rato, así como texturas que se demoran en cargar —especialmente en los hubs— y elementos gráficos con pocos detalles. La música es cumplidora, al menos, y los efectos de sonido son suficientemente realistas; además, me divertí con el daño que pueden hacerse los vehículos si uno maneja de manera temeraria —no parece afectar ni el peso ni el desempeño de los camiones, pero hey, al menos le otorga algo de interés a la experiencia. Y aunque no es un gran ejemplo de lo que se puede hacer con el género en la consola, “Monster Jam Steel Titans 2” corre de manera —relativamente— consistente en ambos modos de la Nintendo Switch… lo cual ya de por sí es más de lo que se podía decir del primer juego.

No entiendo cómo la gente de Rainbow Studios puede haber fallado dos veces seguidas de esta manera. Como mencioné líneas arriba; el primer juego de “Monster Jam Steel Titans” era un port lamentable, con muchas cosas que mejorar, por lo que la secuela debería haber termino siendo infinitamente mejor…. ¿no? Pues no. Ni el online salva a “Monster Jam Steel Titans 2” —y tampoco me animaría a decirle a mis amigos para jugar de forma local—, por lo que, a menos que sean fanáticos a morir de los monster trucks, les recomendaría que jueguen cualquier otro título de carreras para la Switch. “Monster Jam Steel Titans 2” no ha hecho nada para rescatar a esta franquicia publicada por THQ Nordic de la más absoluta mediocridad. ¡Ojalá la tercera vaya a ser la vencida!

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por THQ Nordic.



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