The Dark Pictures: Little Hope – Nintendo Switch (Análisis)

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6.5
No pierdan las esperanzas.
  • La entrega más flojita.

NOTA: El presente texto está basado en un análisis que el mismo autor hizo de la versión de PlayStation 4 y Xbox One, para MasGamers.com, en el 2020. Se han realizado unas cuantas modificaciones en base a este nuevo port para Nintendo Switch.

Nada como lanzar un nuevo juego de terror en Halloween —especialmente cuando se trata de un nuevo port de una de las entregas de la franquicia de “The Dark Pictures”. Así como hace unos meses salió The Dark Pictures: Man of Medan” para Nintendo Switch, ahora tenemos la secuela, llamada “Little Hope”, protagonizada por actores de la talla de Will Poulter (“Maze Runner”, “Midsommar”, “Somos los Miller”), y situada en un pueblo fantasmal que seguramente las hará recordar a Silent Hill. Una nueva propuesta para una antología que ya lleva cuatro entregas, y que seguramente continuará siendo porteada a la más reciente consola de Nintendo.

Si leyeron mi análisis del port de “The Dark Pictures: Man of Medan” para Nintendo Switch, sabrán que disfruté bastante de la primera entrega de esta antología que, supuestamente, contará con ocho juegos en total (van cuatro, faltan cuatro). Me gustó más, incluso, que la mayoría de películas de terror que salen año tras año, ya que la interacción que brinda el formato del videojuego hizo que me involucre más en la historia y que ciertos momentos me me den más miedo, por más que algunos de los personajes fuesen algo aburridos o hasta odiosos. No fue una experiencia perfecta, pero ciertamente transmitió con efectividad todo el potencial que tiene esta serie de juegos desarrollada por Supermassive Games (“Until Dawn”).

Es por todo eso que resulta particularmente decepcionante que “The Dark Pictures: Little Hope” no sea igual de satisfactorio que su predecesor. No me tomen a mal; no se trata de un mal juego. Está demasiado bien hecho, más que nada a nivel visual, como para ser considerado como un desastre. Pero tanto en comparación al primer título como a otros juegos de terror, “The Dark Pictures: Little Hope” resulta algo superficial —está poblado por personajes incluso más odiosos que los de “Man of Medan”, y muchas de las decisiones que uno toma a lo largo de la historia no se sienten particularmente relevantes. Súmenle a esto el hecho de que el juego en general se siente, por momentos, como un homenaje demasiado cercano a la saga de “Silent Hill”, y un final narrativamente inerte, y la experiencia de jugar “The Dark Pictures: Little Hope” no me terminó por convencer del todo… ni de asustar tanto como la primera entrega de la serie (en cualquiera de sus versiones).

“The Dark Pictures: Little Hope” se lleva a cabo en el pueblo del mismo nombre. Luego de un prólogo del cual nos vamos enterando más mientras avanza la trama, nos encontramos con un grupo de estudiantes universitarios que están de paseo con uno de sus profesores. El bus en el que viajan, sin embargo, termina por volcarse cuando el conductor trata de esquivar a una niña en medio de la carretera de noche, y a nuestros protagonistas no les queda más que caminar hacia Little Hope para buscar ayuda y, con algo de suerte, poder escapar de la niebla impenetrable que los rodea. Sí, Little Hope es algo así como el pueblo de Silent Hill en la serie del mismo nombre, con uno que otro demonio y todo. Evidentemente, la presencia de la niebla por todas partes ayuda a que las comparaciones sean más fáciles de hacer —y es ahí donde el juego de Supermassive termina perdiendo.

Lo cual no quiere decir, obviamente, que “The Dark Pictures: Little Hope” no funcione en lo absoluto como juego de terror. De hecho, lo mejor que tiene este título es la atmósfera; Little Hope es un lugar verdaderamente terrorífico —y muy bien nombrado—, siempre oscuro, siempre rodeado de neblina, y lleno de lugares que da gusto —o más bien miedo— investigar. Me gustaron los secretos que uno puede ir encontrando en diferentes pinturas —como en “Man of Medan”—, por más que no estén particularmente bien escondidos, y me gustaron los flashbacks al Siglo 17, donde nos enteramos de la persecución de brujas —similar a la de Salem— que se llevó a cabo en el pueblo. No es nada particularmente original —lugares sombríos, niñas perturbadoras que se ríen, jump scares por doquier—, pero funciona hasta cierto punto.

Uno de los primeros problemas de la experiencia, más bien, viene con los personajes. En pocas palabras, la mayoría son bastante odiosos, por más de que uno trate de cambiar las decisiones que toma al controlarlos —uno puede contestar de diferentes maneras o elegir realizar ciertas acciones (o no), lo cual supuestamente afecta tanto la narrativa como la relación entre los personajes. Sin embargo, a mi parecer, las decisiones que tomaba no afectaron nada de esto de manera significativa (una de las pocas excepciones sería, de repente, la presencia de una pistola que uno puede elegir agarrar o no), y muchos de los personajes se comportaban de manera agresiva u odiosa, sin importar las respuestas que daba. La estudiante de 50 años, por ejemplo, se comporta casi siempre de manera condescendiente, y la única estudiante mujer joven (obviamente) siempre tiene actitudes de protagonista adolescente idiota de slasher (quiere dividir al grupo, no le hace caso a los demás, entra en pánico rápidamente, etc.) Es todo bastante predecible —casi como si la gente de Supermassive hubiese querido “homenajear” a los clichés del género, en vez de subvertirlos para desarrollar una experiencia más escalofriante.

Las actuaciones ciertamente no ayudan. El actor más famoso en “The Dark Pictures: Little Hope” es Will Poulter y aunque generalmente es muy bueno en la pantalla grande, su carisma y habilidades se han perdido al digitalizarlo para el juego. De hecho, la mayoría de personajes lucen como robots sin expresiones, muchas veces reaccionando a momentos que deberían dar mucho miedo de manera demasiado casual, con miradas vacías y animaciones algo acartonadas (aunque me imagino que habrán usado motion capture para los personajes… espero). Todo esto, sumado al hecho de que los personajes no están particularmente bien desarrollados (el profesor es un ex alcohólico… creo…. y la estudiante de 50 años conoce al personaje más joven de Will Poulter desde antes… creo), hace que sea difícil adentrarse en la historia de “The Dark Pictures: Little Hope”. Si los personajes nos me importan, entonces verlos en peligro no me dará mucho miedo que digamos.

Lo cual es una pena, porque no es que “Little Hope” carezca de contenido o de elementos que valga la pena destacar. El modo cooperativo, por ejemplo, ya sea online offline, convierte al juego en general sea un poco más entretenido. Jugar con alguien fuera de casa hace que uno no se sienta completamente solo mientras avanza en la historia, y compartir un control con alguien a su costado, le permite a uno tomar decisiones opuestas a las de la otra persona, como para ver qué pasa con los personajes. Hay muy buenas ideas en “The Dark Pictures: Little Hope”, y el gameplay en sí no está del todo mal —después de todo, maneja la misma fórmula que “Man of Medan”, y aquel juego estuvo bastante mejor que este.

Por otro lado, “The Dark Pictures: Little Hope” es un juego que luce bastante bien —especialmente para los estándares de la Nintendo Switch. Obviamente sufre muchísimo en comparación a las versiones originales para las consolas de la competencia; sí me encontré con algunas bajas de framerate, y la resolución (especialmente cuando se juega en la TV) puede ser algo baja, y la imagen por momentos luce granulada. Pero en lo positivo, y al igual que las versiones original, se pueden resaltar una ambientación es de primera y una la atmósfera palpable de horror. Y aunque los jump scares (ruidos fuertes, gritos, rostros feos en planos muy cercanos) son algo previsibles, la mayoría ayudan a que la experiencia en general se sienta más terrorífica.

Lo cual me lleva al Curator. Se trata del personaje que supuestamente une a todas las entregas de la antología “The Dark Pictures” —tanto en “Man of Medan” como en este juego, aparece de cuando en cuando, guiando al jugador, mencionando que no puede intervenir ni influenciar nuestras decisiones, actuando de manera algo sospechosa, comentando sobre la historia. Se trata de una manera bastante interesante de justificar la estructura de este juegos, haciendo que la presencia del gamer se justifique dentro del mundo de “The Dark Pictures”, y dándole un feeling bien del “Narrador de Cuentos” a estos juegos. Sin embargo, por momentos sentía que el Curator simplemente me decía cosas que ya sabía, y más bien me ponía ansioso por regresar a Little Hope y a todo su atmosférico esplendor. Eso sí, hay que admitir que el personaje está mejor usado en los juegos posteriores —especialmente “The Dark Pictures: House of Ashes”—, los cuales espero también sean porteados a la Switch muy pronto.

“The Dark Pictures: Little Hope” es una mezcla de lo bueno, lo malo y lo feo. Nuevamente, no es un juego terrible, pero considerando lo mucho que me gustó su predecesor, sé a ciencia cierta que hubiese podido ser bastante mejor. El pueblo de Little Hope está construido con cariño y dedicación —por más que, por momentos, se sienta como un Silent Hill bamba—, y el título cuenta con una atmósfera palpable y buenos jump scares, pero donde sale perdiendo es en la construcción de los personajes y la manera en que están actuados, así como en el sistema de decisiones que no se siente particularmente profundo. Habiendo jugado las primeras cuatro entregas de la antología en varios sistemas, al menos puedo decir que “The Dark Pictures: Little Hope” es la entrega más floja, y que las cosas mejoran tanto con “House of Ashes” como con “The Devil in Me”. ¡Así que no pierdan las esperanzas!



6.5
No pierdan las esperanzas.
  • La entrega más flojita.
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