Mario + Rabbids Sparks of Hope – Nintendo Switch (Análisis)

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Ténganle esperanzas.
  • ¡Un chispazo de diversión!

Si jugaron la primera entrega, es muy posible que la vayan a pasar de lo lindo con “Mario + Rabbids Sparks of Hope”… por más de que, en cierto sentido, sea una experiencia bastante distinta. Lo que tenemos acá es un juego de estrategia muy fluido, con más libertad de movimiento de la que uno esperaría, con un sistema de combate innegablemente variado y profundo que, curiosamente, resulta en una experiencia algo fácil. En pocas palabras: de manera similar a su predecesor, “Mario + Rabbids Sparks of Hope” es un juego de estrategia perfecto para quienes recién estén comenzando con el género, por más de que, nuevamente, incluya varias diferencias en comparación al título previo.

La trama no es de lo más original —lo cual no debería sorprenderle a nadie, considerando que la narrativa nunca ha sido un elemento importante, ni para Super Mario, ni para los Rabbids. No obstante, y como seguro ya se imaginan, “Mario + Rabbids Sparks of Hope” es una aventura un poco más cósmica. Esta vez, el villano de turno es Cursa, un monstruo lleno de tentáculos que ha inundado a diferentes mundos —todos habitados por Rabbids— de Darkmess, un fluido negro al más puro estilo de Venom que nos lleva a realidades alternas para participar en batallas. En pocas palabras: Mario y sus amigos (incluyendo a varios Rabbids) tienen que acabar con esta baba oscura, para devolverle la luz a los diferentes mundos a los que van.

Mientras que el primer juego de “Mario + Rabbids” mezclaba elementos de juegos de estrategia con los de los RPGs, “Mario + Rabbids Sparks of Hope” se siente como una experiencia un poco más libre. Después de todo, uno cuenta con varios mundos que puede explorar, controlando a un party, haciéndolos caminar por diferentes ambientes, resolviendo puzzles fáciles y encontrando secretos. Y cuando uno se mete en las trifulcas, puede mover a los personajes de manera bastante libre, siendo limitados únicamente por el rango de movimiento con el que cuentan dentro del mapa. Es un cambio bastante significativo en cuanto a cómo se controlaba el título anterior, pero que funciona sin mayores problemas en “Mario + Rabbids Sparks of Hope”.

El sistema de batalla, además, es intuitivo y entretenido. Uno puede tener entre dos y tres personajes en cada trifulca, moviéndolos por turnos en el mapa, haciendo que se cubran detrás de obstáculos, y haciendo que usen sus diferentes armas para acabar con enemigos. Sí, Mario sigue usando pistolas en este juego (¡son dos!). Luigi tiene un arco y flecha que sirve para que se sienta como un sniper, y RabbidLuigi tiene un frisbee que va rebotando entre enemigos. La variedad de armas es excelente, y lo obliga a uno a pensar en cómo utilizará a cada personaje en cada turno —por ejemplo, más conviene hacer que Luigi ataque de lejos, mientras que alguien como RabbidMario tiene que acercarse más para ser más efectivo.

Aparte de las armas, cada personaje cuenta con una habilidad especial, algunas más útiles y fuertes que las otras. Algunas son de carácter defensivo, mientras que otras son más de ataque —uno tiene que decidir cuándo y cómo usarlas en cada batalla. Y en esta ocasión, uno puede ir descubriendo a unas nuevas lumas llamadas Sparks (obviamente), que también le otorgan habilidades especiales a los personajes, afectando sus ataques, u otorgándole cierta ventaja frente a ciertos enemigos. Uno tiene que, básicamente, elegir la combinación perfecta de personajes, armas, Sparks y habilidades secundarias en cada batalla, para poder salir victorioso sin mayores problemas.

Lo cual, siendo francos, no es muy difícil. Perdí un par de veces a la hora de jugar “Mario + Rabbids Sparks of Hope”, pero más que nada por mis propios errores, o por estar distraído. Porque en términos generales, lo que tenemos acá es un juego bastante fácil, sin importar en que dificultad deciden probarlo. El hecho de que uno puede ir subiéndole de nivel a cada personaje (con skill tree y todo), y que hasta los Sparks pueden ir mejorando, no hace más que darle más ventaja al jugador, haciendo que cada trifulca se sienta increíblemente sencilla. ¡Hasta tenemos Sparks con habilidades que acortan ciertos tipos de batalla, por lo poderosos que son! Si lo que buscan es reto, no lo encontrarán en “Mario + Rabbids Sparks of Hope”… lo cual obviamente no quiere decir que no sea un juego divertido. Todo lo contrario, de hecho.

Técnicamente hablando, no tengo demasiados problemas con “Mario + Rabbids Sparks of Hope”. Las gráficas son increíblemente coloridas y están llenas de detalles, otorgándole mucha personalidad tanto a los personajes como Mario, Luigi o Peach, como a los Rabbids (que felizmente no llegan a ser demasiado desesperantes). Eso sí, si llegaron a ver mi stream del juego, recordarán que sí llegué a ver algunos elementos algo pixeleados, tanto durante gameplay como durante los entretenidos cutscenes, lo cual me imagino se debe a las limitaciones de la Switch. La música, felizmente, es memorable y tarareadle, y el desempeño técnico, sin llegar a ser perfecto, no causa mayores fastidios (aunque algunas pantallas de carga pueden llegar a ser larguitas).

Mario + Rabbids Sparks of Hope” es de lo mejor que tiene la Switch para ofrecer —de hecho, hasta me animaría a decir que, en ciertos sentidos, se trata de una experiencia superior a su predecesor. Disfruté mucho de la libertad de movimiento tanto dentro como fuera de las trifulcas, y también de la gran variedad de armas, ataques, habilidades secundarias, y Sparks. Sí, es un juego fácil, y sí, algunos elementos gráficos o técnicos no son perfectos, precisamente, pero nada de eso logra arruinar la experiencia de jugar “Mario + Rabbids Sparks of Hope”. Nuevamente; por más de que sea bien diferente al juego anterior, si disfrutaron aquel crossover, seguro que la pasarán bien con esta nueva entrega. ¡Podríamos llegar a tener una trilogía, incluso! Supongo que solo es cuestión de esperar.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Ubisoft.



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Ténganle esperanzas.
  • ¡Un chispazo de diversión!
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