- Te amo Panic Button.
No es ningún secreto que varios de los ports que han salido para la Nintendo Switch han sufrido de problemas técnicos de todo tipo —ya sea porque el juego que se está tratando de publicar es demasiado ambicioso o complejo para la consola híbrida de Nintendo, o porque los encargados de desarrollar el port simplemente no sabían lo que estaban haciendo. Después de todo, si juegos como “The Witcher 3: Wild Hunt” o “DOOM Eternal” pueden correr sin problemas en la consola, con bajas en las gráficas que no terminan por arruinar la experiencia en general, no veo por qué otras empresas tendrían problemas para traer otros juegos igual de complejos al sistema. Al menos, por supuesto, que no sepan lo que están haciendo… o que les den muy poco tiempo para realizar el trabajo.
Todo ese preámbulo me sirve para mencionar que, cuando vi que la versión para Switch de “Hob” sería una “Definitive Edition”, estaba un poco incrédulo. Después de todo, se trataba de un título que había salido ya para consolas más poderosas, y que para que funcione bien en la Switch, y mucho más como una Edición Definitiva, tendría que ser bien adaptada al sistema. Pero de ahí vi que los encargados del port serían los genios de Panic Button; si una empresa en particular podría ser capaz de realizar un sólido port de “Hob” para la Nintendo Switch, sería esa. Hasta ahora no nos habían decepcionado, y dudo mucho que se atreverían a hacerlo ahora.
Felizmente, puedo decir con confianza que ese fue el caso. “Hob: The Definitive Edition” es uno de los ports más impresionantes para la Switch, un juego de plataformas y puzzles y combate que corre sin problemas en el sistema y que luce suficientemente bien, y que encima cuenta con varias mejoras en relación a la versión original, como para merecer, de verdad, el subtítulo de Edición Definitiva. Se trata de un título entretenidísimo y verdaderamente recomendable, que muy poco tiene que envidiarle a otros juegos de plataformas en 3D para la Switch. La gente de Panic Button, efectivamente, no decepcionó, y por ende nos entregó una experiencia memorable y, en ciertos aspectos, superior a la original.
Uno controla a Hob, lógicamente, un héroe que acaba de perder uno de sus brazos, y por ende ahora cuenta con un reemplazo biónico. No es un problema demasiado grave —dicha extremidad le permite realizar golpes realmente duros, y hasta puede ser mejorada con diversos upgrades mientras uno va avanzando en la historia. La idea en “Hob: The Definitive Edition”, es que uno tiene que explorar un mundo biomecánico —un lugar que, de manera superficial, parece ser otro mundo tradicionalmente fantástico, pero que eventualmente revela estar hecho de engranajes, pistones y más, los cuales, encima, terminan siendo bastante importantes para los puzzles que uno tiene que resolver. Es una construcción inteligente del mundo que Hob habita, la cual, encima, ni siquiera depende de cutscenes eternos o diálogos innecesariamente expositivos.
En general, como se deben estar imaginando, “Hob: The Definitive Edition” demuestra ser un platformer bastante encantador, con controles que responden bien, y un excelente uso del mundo tan original que nos presenta, para desarrollar puzzles suficientemente retadores y entretenidos. Adicionalmente, muchos de los defectos presentes en la versión original han sido mejorados, aunque sea ligeramente —la cámara, antes completamente fija, ahora puede moverse un poco hacia arriba y hacia abajo, y los menús, que antes brillaban por lo torpes y enredados que eran, ahora cuentan con un diseño mucho más claro y fácil de usar. Súmenle a eso un mapa bastante más útil que el anterior, y no resulta difícil darse cuenta de por qué este juego ha sido considerado como una Edición Definitiva.
Por otro lado, por más de que haya un buen balance entre combate, puzzles e historia, lo más intrigante de “Hob: The Definitive Edition” está en la exploración. En encontrar puertas secretas, tesoros escondidos, o plataformas que se mueven para revelar la maquinaria detrás de lo que simplemente parecía ser naturaleza. Puede que en un inicio “Hob: The Definitive Edition” no se sienta como la experiencia más original del mundo, pero poco a poco va subvirtiendo las expectativas del jugador, presentándole retos que nunca llegan a sentirse injustos, o desarrollando la narrativa de manera minimalista y sutil, pero innegablemente efectiva. Uno nunca se siente perdido, y de hecho, a veces está más tentado a explorar y encontrar secretos, que a seguir con la historia o resolver los puzzles obligatorios.
Ayuda, además, que como se mencionó líneas arriba, la gente de Panic Button haya hecho un excelente trabajo porteando el juego a la Nintendo Switch. Sí, las gráficas son menos detalladas, pero la estética tipo cel shading y los personajes e ítems coloridos ayudan a esconder muchos de los cambios visuales. Súmenle a eso las pantallas de carga que han sido acortadas, y un desempeño técnico impecable en ambas modalidades de la Switch, y “Hob: The Definitive Edition” se torna rápidamente en una experiencia que, quizás, no luce igual de bien que las versiones anteriores, pero que ciertamente corre muy bien. El juego ha sido adaptado sin problemas a la Switch, y se nota a leguas.
“Hob: The Definitive Edition” me sorprendió gratamente. Sé que el juego salió en la Switch hace ya bastante tiempo, pero había escuchado muy poco al respecto y leído menos, por lo que lo descargué y jugué sin muchas expectativas… e igual quedé encantado. Lo que tenemos acá es un juego de plataformas, puzzles y combate muy bien pulido, con un estilo gráfico colorido y atractivo, y una historia que es narrada de manera muy inteligente, sin agobiar al jugador. Si le agregan que, además, se trata de una edición con varias mejoras, que encima ha sido porteada con estilo por Panic Button, entonces “Hob: The Definitive Edition” se convierte en uno de los títulos más recomendables para la Switch. Si lo encuentran en oferta, como yo, no tendrían por qué no comprarlo; ¡de la que se estarían perdiendo!
- Te amo Panic Button.