GRIP: Combat Racing (Nintendo Switch) – Análisis

39

GRIP: Combat Racing

$39.99
4.5

Framerate

3.5/10

Gameplay

5.0/10

Gráficos

5.0/10

Música

4.0/10

Dificultad

5.0/10

Pros

  • Buen concepto base
  • Se disfruta de a varios

Cons

  • Gráficas mediocres
  • Framerate inconsistente
  • Pistas aburridas
  • Ítems poco originales
  • Controles imprecisos

Sí, otro juego de carreras. Parece que me persiguieran, pero en realidad es todo lo contrario: cada vez que puedo, me aseguro de probar uno de estos, precisamente porque soy un gran fanático del género. Frecuentemente me encuentro con gratas sorpresas, pero de vez en cuando, también me veo decepcionado por esfuerzos que, a pesar de tener mucho potencial, simplemente terminan como productos finales deficientes o meramente aburridos. Desgraciadamente, ese es el caso de “GRIP: Combat Racing”, un juego de carreras con buenas ideas, mecánicas relativamente novedosas y mucha ambición, pero que lamentablemente se queda a medio camino.

Lo que ofrece “GRIP: Combat Racing” es una mezcla entre un “F-Zero” y un “Road Rash”, en donde el foco no está únicamente en la alta velocidad y la estética futurista, si no también en el combate entre participantes. A nivel visual, el juego se asemeja bastante a “Fast RMX”, también para la Nintendo Switch, pero es ahí donde quedan las similitudes —felizmente, porque lo último que necesitábamos era una copia barata de un título al que ya le ha ido bastante bien en esta consola. Por más que no termine de convencer del todo, “GRIP: Combat Racing” logra desarrollar una estética y estilos propios, lo cual ya de por sí es de agradecer.

El juego cuenta con modos para un solo jugador —la campaña principal es el más destacable—, así como para varios. La idea en la campaña es que uno controla a un carro infinitamente modificable en diversas carreras, muchas de las cuales exigen distintos retos. La carrera promedio requerirá que uno llegue en primer puesto, por supuesto, pero también existen otros retos, como llegar en un tiempo determinado, o eliminar a los otros corredores. En todo caso, le otorga bastante variedad al juego, ya que no se limita a las típicas copas en donde uno solo debe concentrarse en llegar en primer puesto.

A nivel de gameplay, “GRIP: Combat Racing” favorece las pistas que dan vueltas por todas partes y le permiten al jugador avanzar por los techos y las paredes. Esto resulta en momentos innegablemente impresionantes, en los que uno va girando por diferentes áreas de las pistas para pasar a los contrincantes, o para esquivar sus ataques. Desgraciadamente, esto también resultó, al menos en mi caso, en ciertos momentos donde me perdía un poco, y terminaba o chocándome, o cayéndome de la pista. Esto se debe a que la señalización no siempre es la indicada, y también a que el diseño de algunas pistas es algo confuso, hasta demasiado amplio. Entiendo que hay cierto elemento de ensayo y error en ese tipo de juegos, pero creo que “GRIP: Combat Racing” depende ya demasiado de esto, al menos inicialmente.

Los controles no son los mejores. Los carros se sienten algo resbaladizos, y pueden llegar a ser muy sensibles cuando uno tiene que tomar vueltas cerradas o esquivar a otros pilotos. Uno tiene dos slots para poner ítems que va cogiendo en el camino (a lo “Mario Kart”), pero por alguna razón, el juego decide darle un botón a cada slot: el L para el izquierdo, y el R para el derecho. Suena lógico, pero no es muy práctico. El botón L es fácil de acceder, pero como uno acelera con el ZR, apretar el R para disparar un ítem o usar un boost es increíblemente incómodo… ¡y encima no siempre responde bien! Honestamente, hubiera preferido que cada ítem se use uno por uno, como en el “Mario Kart: Double Dash” para GameCube.

En todo caso, el foco en el combate funciona hasta cierto punto, incluso considerando las fallas inherentes a los controles. Realmente resulta satisfactorio usar la gran variedad de armas en contra de los otros competidores, o usar los boosts cortos para poder sobrepasarlos. Los boosts en los pisos de las pistas también están bien implementados —son suficientemente frecuentes como para darle cierto elemento de estrategia a las pistas y que la velocidad nunca disminuya demasiado, pero también lo suficientemente espaciados como para que su uso no resulte en momentos de inesperado descontrol. Las pistas en sí no son nada del otro mundo —de hecho, no hay ninguna que se me haya quedado en la cabeza como verdaderamente memorable.

Desgraciadamente, eso es algo que se extiende a toda la estética del juego. En pocas palabras, “GRIP: Combat Racing” es un juego de look aburrido. Las pistas están situadas en planetas genéricos —desde los más tecnológicos hasta los desiertos—, y no tienen características que resalten demasiado, ni a nivel visual, ni a nivel de gameplay. Y aunque me encantó el sistema de personalización de carros —uno puede modificar todo, desde el color hasta las llantas—, tampoco lucen particularmente originales. Comparen estos diseños con los de “F-Zero”, o hasta los de “Fast RMX” —la diferencia es abismal.

Pero donde “GRIP: Combat Racing” realmente sufre es en el performance técnico. En el dock de la Nintendo Switch, al menos jugando de uno, el juego parece correr a unos 60 cuadros por segundo algo inconsistentes, pero en el modo portátil, no logra mantenerse ni en 30 cuadros por segundo —hubo algunos momentos, incluso, llenos de explosiones o uso de ítems, en donde el framerate se iba al demonio. Considerando que se trata de un juego que se supone favorece las altas velocidades, y que ya hemos tenido otros juegos similares —como “Fast RMX”— que corren sin mayores problemas en la Nintendo Switch, esto es simplemente inexcusable.

Aparte del modo de campaña principal, “GRIP: Combat Racing” cuenta con modos multijugadores online y offline —los cuales sufren de los mismos problemas de lag y framerate terriblemente inconsistente—, así como uno de combate en arenas, similar a lo que uno encontraría en cualquier “Mario Kart”. Al juego no le falta contenido —el problema es que, a nivel de performance, ninguno de estos se puede disfrutar tanto como a uno le gustaría.

“GRIP: Combat Racing” es un juego relativamente ambicioso que, desgraciadamente, decepciona debido a sus múltiples deficiencias técnicas. Sus ideas son buenas, y no carece de contenido —me gustó mucho la gran cantidad de vehículos costumizables—, pero los controles son tan resbaladizos, algunas de las decisiones a nivel de gameplay son tan inexplicables —como lo de los dos slots para ítems con un botón cada uno—, y el performance técnico es tan lento, que realmente no puedo terminar por recomendar el juego. “GRIP: Combat Racing” debería ser un veloz y entretenido juego de carreras y combate futurista, pero termina siendo una experiencia letárgica y sosa. Me quedo con “Fast RMX”.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Wired Productions.

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