Vera Blanc: Ghost in the Castle – Nintendo Switch (Análisis)

Si jugaron el primer juego, sabrán exactamente qué esperar de “Vera Blanc: Ghost in the Castle” para la Nintendo Switch. Y si normalmente disfrutan de las novelas visuales que se han publicado en la consola, entonces lo más probable es que la pasen bien con esta nueva propuesta. Siguiendo muy de cerca la fórmula desarrollada por su predecesor, “Vera Blanc: Ghost in the Castle” es una novela visual sencilla pero adictiva, con una historia suficientemente bien desarrollada, personajes memorables, y varios finales para desbloquear. Nada revolucionario, pero bastante bien hecho, como para relajarse, pasar el rato, e ir develando un misterio que aprovecha al máximo los clichés del género.

Porque a primera vista, “Vera Blanc: Ghost in the Castle” no parece ser muy original que digamos. Esta vez, nuestra atractiva protagonista con el poder de leer las mentes de las personas, ha llegado a un pequeño pueblo italiano que parece estar siendo acosado por un fantasma. De hecho, dicho espectro se ha dedicado a matar a bastante gente, lo cual le dice a Vera Blanc que, o dicho espíritu es real, o alguien se está haciendo pasar por un muerto para cometer sus crímenes, al más puro estilo de un villano de Scooby-Doo. Es así que Vera tiene 6 días para encontrar al asesino (o fantasma), y para hacerlo, tendrá que interrogar a la mayoría de habitantes del pueblo.

“Vera Blanc: Ghost in the Castle” se desarrolla como cualquier otra novela visual que hayan podido probar. Uno tiene que ir de locación en locación, hablando con diferentes personajes no jugables, conversando sobre lo que está ocurriendo, y haciéndoles preguntas al respecto. Uno cuenta con varias opciones de preguntar para elegir, pero no es que estas afecten demasiado al desarrollo de la historia. Y como en el juego anterior, si uno se atraca o no puede extraerle respuestas a los otros personajes, puede leerles la mente. Felizmente, esto último no se siente como hacer trampa ni mucho menos –los poderes de Vera tienen sus limitaciones, lo cual hace que la experiencia de jugar “Vera Blanc: Ghost in the Castle” no se torne demasiado fácil.

Además, uno puede jugar “Vera Blanc: Ghost in the Castle” de varias maneras. Lo puede hacer como una novela visual tradicional, simplemente involucrándose en conversaciones, yendo de un lugar a otro, y adentrándose en la historia. Uno puede, además, saltearse la mayoría de cutscenes y diálogos, como para concentrarse más en el gameplay que la historia… lo cual no tiene mucho sentido y no recomendaría, pero ahí está. Y finalmente, uno puede participar en minijuegos de memoria u observación, como para otorgarle algo de variedad a la experiencia. Tener este tipo de libertades definitivamente hacer que “Vera Blanc: Ghost in the Castle” se convierta en una propuesta más atractiva, aunque no particularmente retadora.

Como suele pasar en este tipo de juegos, lo interesante está en la historia y en las relaciones entre personajes, y en ese sentido, “Vera Blanc: Ghost in the Castle” no decepciona. El misterio central es suficientemente interesante, los diálogos están bien escritos y resultan sorprendentemente realistas, y aunque la trama no es particularmente larga, como se dijo líneas atrás, el que cuente con varios finales incentiva al jugador a regresar y volver a intentar. Adicionalmente, me encanta que el juego combine tan bien con su predecesor, “Vera Blanc: Full Moon”, sintiéndose como un capítulo más de esta saga, una secuela en el más puro sentido de la palabra.

A nivel técnico, “Vera Blanc: Ghost in the Castle” es lo que uno esperaría de una novela visual para la Nintendo Switch; ni más, ni menos. La música es suficientemente cumplidor, y el juego no me trajo ningún problema de performance en ninguno de los modos de la consola. Pero al igual que el primer título, donde resalta en su estilo visual. “Vera Blanc: Ghost in the Castle” luce como un cómic de la vieja escuela, con líneas gruesas bordeando a los personajes, texturas sencilla, y diseños algo exagerados. Jugar este título se siente como hojear un cómic de los 40s ó 50s en el mejor sentido de la expresión –algo old school, pero muy satisfactorio.

“Vera Blanc: Ghost in the Castle” no hace nada para revolucionar el género, pero tampoco tenía por qué hacerlo. De hecho, no introduce demasiados cambios en relación al primer juego, pero nunca estuvo roto, ¿por qué tratar de arreglarlo? Lo que tenemos acá es una sólida novela visual, que maneja una estética realmente atractiva, desarrolla una historia suficientemente misteriosa, y cuenta con personajes memorables y bien diseñados. Así como quien no quiere la cosa, Vera Blanc se ha ido convirtiendo en uno de los personajes más consistentemente entretenidos para la Nintendo Switch. ¡Ojalá se animen a sacar una tercera aventura de misterio y relacionada a lo paranormal o fantástico!

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Ratalaika Games.

---

---