Say No! More – Nintendo Switch (Análisis)

7

Say No! More

$13.49
8.4

Gráficas

8.0/10

Sonido

8.5/10

Gameplay

7.5/10

Historia

9.0/10

Personajes

9.0/10

Pros

  • Extremadamente original
  • Muy satisfactorio
  • Estética retro muy agradable
  • Hilarante historia
  • Gameplay sencillo

Cons

  • Demasiado corto
  • Podría ser más interactivo
  • Bastante fácil
  • Uno que otro problema de framerate

A veces, es bueno decir que no. A veces, es bueno no aceptar todo lo que las otras personas le piden a uno. He ahí la tesis de “Say No! More”, un juego en el que uno controla a un personaje personalizable que tiene que aprender a hacerse respetar, enfrentándose a diferentes personajes no-jugables, entre los que se encuentran compañeros de trabajo, y por supuesto, jefes. Es algo que a muchos de nosotros nos hubiera encantado hacer en la vida real —decirle que “¡NO!” a le gente que nos pide horas extras, trabajar fines de semana, o hasta realizar tareas que no nos competen. Es una suerte de fantasía que, usualmente, no me imaginaría fuese a funcionar bien en un videojuego, pero que en el caso de “Say No! More”, resulta en una experiencia innegablemente entretenida, aunque bastante breve.

“Say No! More” comienza de manera muy prometedora. Uno tiene que elegir de entre varios personajes ya existentes, o crear a uno desde cero. El creador de personajes, aunque no particularmente completo, lo deja a uno cambiar la cabeza, rostro, bello facial, traje y zapatos del protagonista —nada mal, especialmente considerando que muchas de las opciones que uno tiene a su disposición son bastante locas. De hecho, uno puede crear personajes con colores de pelo alocados, y vestuarios que no se acatan a las expectativas culturales de género. Esto último también se hace evidente en la manera en que los personajes no-jugables se refieren a uno; utilizando el pronombre “they”, dando a entender que el género no importa (aunque también debe ser porque los desarrolladores no querían grabar dos versiones distintas de los diálogos que usan pronombres). Me pregunto si algunos gamers conservadores llegarán a quejarse de esto…

Pero me desvío un poco del tema. El juego no se demora demasiado en poner en evidencia cuál es su estilo, y qué es lo que uno terminará haciendo durante su breve duración. Uno puede utilizar el botón A o el botón B para decir que “¡no!”, respondiéndole a todos los compañeros de trabajo con los que uno se encuentra. Después de todo, “Say No! More” cuenta la historia de nuestro protagonista que, luego de encontrarse con su mejor amigo, quien le regala una lonchera nueva con comida preparada y todo, se embarca a su nuevo trabajo en una oficina gigante, donde todos tienen que decir que “sí” a todo, todo el tiempo. Pero cuando su supervisor se lleva dicha ponchera, el personaje se encuentra casualmente con un casete que le enseña a decir que “¡no!”. Eso sucede a través de una serie de cutscenes con un entrenador personal bastante carismático y gracioso.

Es así, pues, que uno se embarca en una alocada aventura, enfrentándose a todo tipo de personajes de oficina, diciéndoles que “¡no!” cada vez que puede. Hay desde compañeros de trabajo comunes y corrientes, hasta supervisores, administradores, una CEO falsa, y por supuesto, la verdadera CEO de la empresa, quien cuenta con poderes inesperados. Para ello, uno no solo puede decir que “¡no!”; también puede decirlo de manera molesta, fría, floja o alocada. Y también puede cargar el “¡no!”, consiguiendo mayores barras de carga mientras avanza en la historia. La narrativa, pues, contribuye a que este gameplay se desarrolle de manera natural, fluyendo y haciendo que la experiencia se sienta consistentemente alocada, pero nunca repetitiva. Después de todo, decir que “¡no!” nunca se torna aburrido o previsible.

Ahora bien, lo que sí hay que admitir es que “Say No! More” no es el juego más interactivo o difícil que jamás haya probado. Resulta prácticamente imposible perder —los “enemigos” comunes siempre son derrotados con un simple y pequeño “no”,  mientras que los subjefes y jefes (que en este caso, son literalmente jefes en una empresa) usualmente requieren de alguna acción adicional, junto con un “¡no!” bien cargado. Ah sí, me olvidaba —aparte de los “no”, uno puede realizar acciones como reírse (para burlarse de sus enemigos), responder sarcásticamente, pensar, o aplaudir. Nunca se sienten como opciones necesarias para acabar con todos los contrincantes, pero al menos ayudan a darle algo de variedad al gameplay. Además, resulta muy divertido escuchar al protagonista mofarse de sus compañeros de trabajo, antes de decirles un rotundo y poderoso “¡no!”.

Lo que es verdad, también, es que “Say No! More” es un juego extremadamente corto —me lo pasé en un poco más de una hora, lo cual, evidentemente, es extremadamente breve para estándares de un título de consola. Pero a la vez, el juego termina siendo tan encantador, y transmite un mensaje tan pero TAN válido para nuestros tiempos —¡no te dejes abusar por tus compañeros, y aprende a decir que no!—, que no puedo quejarme demasiado respecto a su duración. Además, la historia se mueve a buen ritmo y nunca llega a sentirse redundante o tediosa, y hasta puede jugarse un par de veces más, quizás eligiendo a un personaje con un look distinto, o con una voz en un idioma diferente. Sí, a la hora de personalizar al protagonista, uno puede elegir de entre varias voces para que diga que “¡no!”, con diferentes acentos y tonos.

A nivel técnico, “Say No! More” no es el juego más complejo del mundo, pero sí que utiliza una estética bien particular, que le otorga una identidad muy propia. Las gráficas son bien low-poly, utilizando animaciones simples —¡chequeen los ciclos de caminata de todos los personajes!— y colores muy fuertes, lo cual le otorga una estética que me recordó a varios títulos clásicos para el Sega Saturn. La música, por otro lado, es suficientemente encantadora —no es extremadamente memorable, pero ciertamente complementa bien al tono tan absurdo y exagerado de la historia. Y aunque la mayor parte del tiempo el juego me corrió sin mayores problemas, sí me encontré con ocasionales ralentizaciones del framerate no son muy frecuentes, felizmente, por lo que no terminan por arruinar la experiencia de jugar “Say No! More”.

“Say No! More” es un juego bastante especial —una experiencia colorida, ridícula (a propósito), y con un mensaje importante. Después de todo, tiene mucho que decir sobre el ciclo de abuso que se viene llevando a cabo en diversos lugares de trabajo, y cómo este podría ser detenido con un simple “no” de vez en cuando. Sí, se trata de un juego extremadamente corto, lo cual podría terminar por molestar a algunos gamers, pero mientras dura, nos entrega una experiencia frenética, divertida y muy satisfactoria. Si lo que buscan es una propuesta indie diferente, que hasta podría terminar por inspirarlos a cambiar ciertos aspectos de sus vidas, “Say No! More” es una excelente opción. Simplemente tengan en cuenta que probablemente se lo pasarán en menos de un día —con suerte, el siguiente proyecto de la talentosísima gente de Studio Fizbin durará aunque sea un poquito más.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Thunderful.



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