Miles & Kilo – Nintendo Switch (Análisis)

15

Miles & Kilo

$1.99 (Oferta)
8.4

Gráficas

8.0/10

Sonido

7.5/10

Gameplay

9.0/10

Controles

9.5/10

Historia

8.0/10

Pros

  • Gameplay preciso y frenético
  • Controles responden muy bien
  • Visualmente adorable
  • Historia sencilla pero divertida
  • Dos formas distintas de jugar

Cons

  • No cuenta con modo cooperativo
  • Podría haber tenido un leaderboard

Si me animé a comprar “Miles & Kilo” para la Nintendo Switch, es porque vi que lo recomendaban en algunos sitios web confiables de videojuegos. Se veía, además, como un título bastante sencillo pero potencialmente entretenido, y si tanta gente estaba recomendando un juego indie de aspecto retro, que encima no está nada caro, pues por algo sería, ¿no? Después de todo, la Switch está llena de títulos pixeleados que tratan de apelar a la nostalgia de los jugadores mayorcitos, por lo que competencia no le falta. Un juego de este estilo tiene que ser particularmente bueno para resaltar de entre el montón.

Felizmente, eso es precisamente lo que hace “Miles & Kilo”. Lo que tenemos acá es un platformer con controles precisos, que puede ser disfrutado tanto de manera tradicional, como al más puro estilo de un endless runner. Es esta doble identidad lo que hace que “Miles & Kilo” se sienta tan distinto; uno puede acercarse a esta experiencia de dos maneras bastante diferentes, cada una con sus propios retos y nivel de dificultad. Se trata, pues, de un juego bien diseñado, rasante adictivo, y con un estilo visual adorable, que debería apelar a cualquier gamer que tenga ganas de entretenerse con algo que no se haga demasiadas bolas, pero que tampoco sea simplista. Es un balance que no todos los juegos independientes obtienen, pero que felizmente es realizado de manera súper casual en “Miles & Kilo”.

El juego comienza con un cutscene bastante adorable, en donde vemos a nuestros dos protagonistas, Miles (el humano) y Kilo (el adorable perrito) manejando un avión. Desgraciadamente, es así que se meten en una tormenta, donde un ser villanezco los amenaza y derriba su aeroplano. Lo peor es que, al despertar en una isla por lo demás agradable, ven que su contrincante ha saqueado el avión y está esparciendo sus repuestos por todas partes. Es así que nuestros protagonistas tienen que formar parte de 36 (¡!) niveles retadores y divertidos, para encontrar los repuestos faltantes de su nave, y poder regresar a casa. Es una narrativa previsible y sencilla, pero suficientemente encantadora —además, es la excusa perfecta para justificar las acciones del chico y su canino amigo.

A nivel de controles, “Miles & Kilo” no se hace demasiados problemas. Uno comienza la mayoría de niveles controlando a Miles, quien puede saltar y lanzar frutas para atacar a sus enemigos (uno puede tener hasta 5 frutas al mismo tiempo consigo mismo). Además, es Miles quien solo se puede mover cuando el jugador utiliza el stick izquierdo, por lo que sus secciones son las que se sienten más tradicionales. No obstante, cuando uno se encuentra con Kilo y lo comienza a jalar con su correa, es que “Miles & Kilo” se convierte en un endless runner, con los dos personales moviéndose automáticamente, y el jugador solo controlando el salto, y una suerte de homing attack que pueden hacer en el aire para deshacerse de sus enemigos.

Es una mezcla de estilos que felizmente resulta en una experiencia innegablemente entretenida —el contraste entre la precisión de las secciones con Miles solo, y los reflejos de Jedi que el juego le exige all jugador una vez que el humanito se encuentra con su mascota, hace que “Miles & Kilo” se sienta como un juego más o menos imprevisible, y retador como él solo. No me animaría a decir que “Miles & Kilo” es el título más difícil que jamás haya probado en la Nintendo Switch, pero tampoco se trata de algo que pueda ser pasado en una sola tarde, o por un jugador de poca experiencia. De hecho, las secciones tipo endless runner requieren de mucha paciencia, y resultan en harto ensayo y error, con el jugador tratando de memorizar el ritmo con el que tiene que moverse —dónde saltar, donde agacharse, donde atacar, y más. Es fascinante, pero podría terminar por frustrar a algunos jugadores, también.

Ahora bien, también es cierto que, para efectos de las secciones donde uno controla a ambos personajes, uno puede, si es que así lo desea, desactivar el movimiento automático. Esto quiere decir que, cuando hablaba sobre la identidad doble del juego líneas arriba, me refería tanto a las dos diferentes secciones con las que cuentan los niveles, pero también a las dos formas distintas de gameplay con las que cuenta el juego. Evidentemente, si uno deja activado el movimiento automático, el juego es bastante más retador y divertido —uno tiene que tener reflejos rápidos y actuar con precisión para poder seguir avanzando. Pero si quiere una experiencia más relajada, puede jugar “Miles & Kilo” como si fuese un platformer tradicional, sin hacerse demasiadas bolas. Hay de todo para todos los gustos, lo cual no siempre sucede en propuestas de este estilo.

Visualmente, “Miles & Kilo” todo lo que uno esperaría de un juego retro (más) para la Nintendo Switch. Las gráficas estilo 8-bits están bien construidas, con sprites de buena calidad y un excelente uso del color, y el diseño de los personajes —especialmente Kilo; ¡hey, me encantan los perros!— es adorable. La música no es particularmente memorable, pero cumple su cometido —ciertamente ayuda a que ciertos niveles se sientan más atmosféricos que otros, pero como uno tiene que estar tan concentrado en el gameplay, lo más probable es que ni se dé cuenta. Y como se trata de un título poco exigente a nivel técnico, “Miles & Kilo” corre sin problemas en ambos modos de la Nintendo Switch.

“Miles & Kilo” me sorprendió gratamente —lo que pensé sería un juego retro más del montón, innecesariamente nostálgico y algo genérico, terminó convirtiéndose en una de las experiencias más intensas que haya tenido en la consola (como se deben imaginar, jugué la mayor parte de “Miles & Kilo” con el movimiento automático activado). Sí, hubiese sido genial que cuente con un modo cooperativo para dos jugadores, o con algún tipo de modalidad online adicional, pero para lo que es —y especialmente, para lo que cuesta—, “Miles & Kilo” es una experiencia ejemplar. No, no se trata de un juego AAA, pero nunca intentó serlo… ¡y eso está bien! Si están buscando un juego difícil —pero justo—, preciso, visualmente adorable y adictivo, se me ocurren pocas opciones superiores a “Miles & Kilo”.



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