In Celebration of Violence – Nintendo Switch (Análisis)

Cuando se habla de violencia, en el campo del comportamiento humano, es inevitable que surja el debate de si el hombre (como especie animal) nace violento, o se hace violento. Lo innato contra lo aprendido son fuente de un sinfín de argumentos que no encuentran una respuesta fija y más bien parece poner violentos a quienes debaten: cada lado saca sus garras para defender su posición y quedarse con la verdad, hasta ahora inalcanzable.

Se trata pues de un tema de carácter científico cuya enmarañada filosofía hace que aún carezca de certeza. Pero así como la violencia, hay muchos temas que no tienen una verdad segura, como cuál es primero, si el lenguaje o el pensamiento; quién fue primero, o el huevo o la gallina; o si Ella te quiso o no te quiso; en fin, muchas preguntas que aún se encuentran en las profundidades de la incertidumbre. Pero si de algo estoy seguro, si hay algo que no me genera ni un atisbo de duda, es que estamos ante un video juego que sabe lo que quiere y te lo muestra con toda la carne en el asador y con todas las cremas, para acompañar esta deliciosa matanza, servida en un platito de porcelana con cubiertos envueltos en papel crepé.

Desde que leí el título “In Celebreation of Violence” supe que era un video juego que no iba a ocultar nada. Podría decirse que es una oda a las películas de Quentin Tarantino, pues presenta la violencia con tal frescura y tal humor, pero un toque magistral de ternura que lo hacen digno de un podio especial en nuestros proceso sensoriales, los cuales nos tendrán en el limbo entre la crueldad impiadosa y un mundo de pompas de jabón; entre la sangre que sale a bermellones y las flores de la infancia; entre la expresión máxima de una exhalación previa a la muerte y el suspiro incesante de la tibieza en un abrazo.

“In Celebration of Violence” es un video juego de rol, armonizando en un mundo de fantasía estilo medieval en temática minimalista, con mazmorras y fundos que inevitablemente recuerdan a los primeros juegos de la franquicia “The Legend of Zelda” pero, vamos, que no es pecado tomar dicha franquicia como referencia, además que son bastantes los juegos que se han alimentado de dicha arquitectura en la elaboración de niveles y concepto. Este video juego tiene una jugabilidad, no altísima, sino exigente pues, aparte de la dificultad que se encontrará a lo largo de la aventura, en relación a enemigos y estructura del mapa, está la organización alquímica que se ha realizado con los botones de la Nintendo Switch para poder maniobrar desde los movimientos con armas, tanto como las pociones encontradas, así como la interacción con el ambiente que el video juego ofrece; quizás pueda costar acostumbrarse, pero es algo que se comprende y que, después de todo, se agradece. Siguiendo con esta línea, el juego no admite el mando-pro, por lo que quizás estemos a punto de botar espuma pero yo quiero recalcar el lado positivo, considerando que los desarrolladores, si bien se puede jugar en modo sobre mesa con los joy cons, han querido invitarnos a aquella sensación de las consolas 100% portátiles, tales como las Game Boy, pues el juego lleva mucho de aquella esencia la cual refuerza el lado portátil de la Nintendo Switch, tanto como su experiencia del “no importa dónde”.

En cuanto a su música, se podría decir que es como una extensión de su propuesta gráfica: Minimalista, simple y que cumple su función. Es increíble como un solo piano, que a veces tiende a sonar distorsionado para bien del juego, acompañado de un sintetizador, puede recrear un ambiente lúgubre en una propuesta gráfica inocente, la cual se mimetiza con el sonido y nos deja en aquel limbo del que se escribió líneas atrás.

Pero quisiera resaltar el punto álgido de este video juego, su propuesta diferente y, hasta mi limitado bagaje en el mundo de los video juegos, única: la personificación de la historia. En “In Celebration of Violence” el protagonista es la violencia simbolizada en nosotros; aquí no seremos el típico héroe que tiene que salvar el día y no hay un personaje con nombre propio, con lo cual se genera un vínculo con el homúnculo que controlaremos a través del mando y mataremos quienes queramos en el camino: enemigos, vecinos del lugar o quien se nos acerque tan solo para decirnos algo; todos pueden ser asesinados, pues la violencia no conoce de nombres ya que es acción misma en estado puro y eso seremos nosotros en este video juego: el puente que une a la violencia como concepto, con la acción que la hace carne.

Como conclusión, “In Celebration of Violence” no solo respira como un video juego, sino también como una reflexión acerca de la naturaleza de la violencia y su relación con la conducta humana. Pensemos que la violencia siempre ha estado, estuvo y estará (dudo mucho que civilizaciones como los incas o sus predecesores hayan conquistado a sus pares jugando “Yan Ken Po”); por ello quizás no se pueda erradicarla, pero sí disminuirla. Para esto es importante comprenderla y para comprenderla hay que conocerla y, para conocerla, es imprescindible acercarnos a ella: este video juego nos brinda una ventana interesante para dicha tarea.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Dolores Entertainment

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