Hyrule Warriors: Age of Calamity (Nintendo Switch) – Análisis

Hyrule Warriors: Age of Calamity nos presenta una fantástica historia acompañada de un gameplay creativo, integrando muy bien los juegos en los que está basado.

Podemos estar de acuerdo que todos los seguidores y fanáticos de la saga del Héroe de Hyrule estaban ansiosos por conocer los hechos que ocurrieron 100 años antes de The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

A pesar que el juego nos ofreció algunos pequeños momentos, explicados a través de recuerdos, la sensación general fue que todavía había mucha historia por contar y personajes para profundizar, dejando un sabor amargo de insatisfacción en los jugadores.

Sin embargo Nintendo, fiel a su estilo, nos sorprendió hace unos pocos meses con el anuncio de Hyrule Warriors: Age of Calamity, juego que seguiría el estilo “musou” que tanto éxito ha tenido en Japón y más recientemente en América, gracias a su gran cantidad de adaptaciones de populares franquicias.

De hecho, la decisión de contar la historia bajo este concepto de juego fue gracias al éxito de ventas que tuvo el original Hyrule Warriors en Wii U, Nintendo 3DS y más recientemente Nintendo Switch.

No hay que olvidar que el desarrollo de este juego es gracias a la división Omega Force (ω-Force) de Koei Tecmo, estudio que ha sabido respetar muy bien los fundamentos de la franquicia y adaptando de forma muy creativa todos los elementos que caracterizan a Breath of the Wild, haciendo de este juego una opción imprescindible en tu colección.

Luego de jugarlo por muchísimas horas, ha llegado el momento de desmenuzar todos los aspectos de Hyrule Warriors: Age of Calamity. Este análisis es posible gracias a un código entregado por Nintendo. 

100 años en el pasado

Cómo mencionamos al inicio de este análisis, la historia de Hyrule Warriors: Age of Calamity se sitúa 100 años antes de The Legend of Zelda: Breath of the Wild y de la llegada del cataclismo. Nuestros héroes tienen la tarea de investigar al enemigo y prepararse para la batalla. 

En esta oportunidad, podremos conocer mucho más a la princesa Zelda, el guerrero Link y los cuatro campeones: Daruk, Mipha, Urbosa y Revali. De hecho, una de las primeras tareas del juego es reclutarlos para la defensa de Hyrule. También nos presentan a personajes conocidos pero mucho más jóvenes, tal es el caso de Impa, Prunia y Rotver; quiénes son los encargados de estudiar a profundidad la vieja tecnología Sheika.

Una importante novedad de Hyrule Warriors: Age of Calamity es la inclusión de un personaje que tendrá vital importancia a lo largo de la historia. Se trata de un pequeño guardián que ha podido viajar en el tiempo desde el desolador futuro del cataclismo para advertir a Zelda sobre los hechos que tendrán lugar muy pronto.

Debido que la historia es uno de los principales puntos de esta entrega, no voy a profundizar demasiado para evitar los spoilers a la gente que aún no ha tenido la oportunidad de jugarlo. Lo que sí puedo mencionar son algunas impresiones sobre la manera en que se ha manejado la trama.

Desarrollo

El juego está dividido en una serie de capítulos que se van desarrollando a medida que completamos las misiones principales de historia. Adicionalmente, se irán activando misiones secundarias que no tendrán ningún impacto en la trama. Servirán solamente como entrenamiento para subir de nivel a los personajes o para desbloquear ítems y/o mejoras.

La cantidad de información que se revela en las cinemáticas es impresionante, haciendo que ésta sea una de las entregas con mayor desarrollo histórico en la saga. Sin embargo, el desarrollo de los personajes es mínimo, ya que casi todo se centra en situaciones que ocurren por todo el reino, pero no explora el impacto que estos momentos tienen en la mente de los personajes.

Si estabas esperando una entrega que profundice en los miedos y conflictos internos de sus protagonistas, Hyrule Warriors: Age of Calamity, no es la opción adecuada.

A pesar de ello, el juego esconde una serie de sorpresas bastante grandes, especialmente para los fans más acérrimos de la saga. Por eso recomiendo profundamente que antes debes haber terminado The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

Combate

No queda ninguna duda que el equipo de Omega Force (ω-Force) de Koei Tecmo ha hecho un excelente trabajo en adaptar todas las características del estilo de juego musou con los de Breath of the Wild.

Como cualquier juego de la saga warriors, la jugabilidad se centra en pelear contra una gran cantidad de enemigos de forma simultánea. Para ello, se mantiene una fórmula muy sencilla, apretar dos botones y combinarlos para generar diversos tipos de combos. 

Además, se han añadido unas nuevas características que aportan mucho al combate y la estrategia. Por un lado podemos usar la tableta sheikah y ejecutar ataques con los cuatro tipos de poderes que tiene: Bombas, magnesis, crionis e inmovilis. Todos estos ataques los pudimos ver en Breath of the Wild, pero en esta oportunidad se pueden usar de forma más rápida e intuitiva a través de una combinación simple de botones.

Sin embargo hay que tener muy en cuenta el momento que los usamos, ya que tienen un considerable tiempo de recarga, aunque este se puede reducir con algunas mejoras. Un detalle que quiero recalcar es que algunos de estos ataques, como las bombas, varían mucho dependiendo del personaje que lo usa. Por ejemplo Link simplemente lanza bombas regulares, Daruk arroja una bomba gigante y Mipha genera una lluvia de bombas muy potente. Estos ataques serán vitales al pelear contra los diferentes jefes del juego, ya que en ciertos momentos mostrarán su punto débil y tendremos que aprovechar la oportunidad para romper su defensa y atacar.

Por otro lado, podemos usar los cetros de poderes elementales de los Wizzrobes y lanzar potentes descargas de rayos, hielo y fuego, los cuales tienen aún mayor efectividad cuando los usamos contra el enemigo adecuado. Por ejemplo, si un grupo de goblins están parados en un charco de agua, una descarga eléctrica será más que suficiente para acabar con todos ellos. Estos poderes se gastan luego de un par de usos, por lo que tendremos que recargarlos matando más enemigos elementales. Adicionalmente podemos recargar un poco de salud comiendo las manzanas que encontramos en los escenarios.

Otra de las características más interesantes extraídas de Breath of the Wild, son las escenas en cámara lenta cuando esquivamos un ataque en el momento preciso. Éstos nos darán algunos segundos para arremeter con todo contra ellos.

Bestias Divinas

Una importante novedad de esta entrega es la inclusión de niveles de combate utilizando las bestias divinas. Finalmente podemos ser testigos del gran poder destructivo de Vah Rudania, Vah Medoh, Vah Ruta y Vah Naboris frente a la fuerzas oscuras del cataclismo. Las misiones se dan en diferentes escenarios a lo largo de todo el mapa de Hyrule y cuentan con una variedad importante de ataques, desde el clásico rayo láser hasta ataques físicos como embestidas o pisotones.

En general estos niveles son un tanto lineales, pero aún así ofrecen más libertad de movimiento de lo que esperaba, ya que no se limita a ser secciones de disparos en primera persona, sino que también podemos movernos a voluntad por el escenario (si este lo permite). En general son momentos bastante entretenidos que nos dejan una visión más clara de todo lo que podían hacer.

Diseño de escenarios

Este es uno de los puntos que más ha cambiado con respecto a la entrega original de Hyrule Warriors. Koei Tecmo ha dejado de lado los grandes escenarios planos y abiertos, caracterizados por diferentes bastiones cuadriculados, por una serie de mapas que respetan mucho la topografía de Breath of the Wild. 

Si bien seguimos teniendo escenarios muy amplios, ahora se caracterizan por tener caminos muy angostos y estrechos que conectan los diferentes bastiones. Lamentablemente, esto genera muchos problemas con la cámara, al no tener el espacio suficiente para apuntar a los grandes enemigos. En la entrega original, la estrategia radica en moverse constantemente entre bastiones para mantenerlos seguros. En esta oportunidad, los escenarios son tan amplios que se vuelven más lineales, dónde empezamos en un punto A y vamos avanzando de a pocos hasta llegar al punto B para completar la misión.

Además, ya no tenemos escenarios planos, sino que en muchos casos tendremos que adaptarnos a la gran cantidad de deformaciones del terreno, incluídos grandes acantilados. Los bastiones finalmente rompen su forma cuadriculada y se convierten en amplios espacios llenos de elementos como cabañas, campamentos, charcos y otros objetos que se pueden destruir. 

Desde el punto de vista del diseño, es un importante logro todo lo que se ha hecho para crear escenarios mucho más realistas y adaptarlos a lo visto en Breath of the Wild. Sin embargo, desde la jugabilidad pierde todo el factor estratégico de repartirnos por el escenario general y defender los diferentes bastiones, quitándole el valor rejugable que tanto caracterizó a la primera entrega.

Diseño de Arte

Hyrule Warrios: Age of Calamity presenta fielmente el estilo de arte de The Legend of Zelda: Breath of the Wild. El diseño de los personajes, enemigos y escenarios es el mismo, por lo que la continuidad visual entre las historias se mantiene. Lamentablemente, la gran falla de esta entrega es el rendimiento y la calidad de vídeo.

Las limitaciones técnicas de la Nintendo Switch se dejan en evidencia cuando nos enfrentamos a una gran cantidad de enemigos en pantalla, ya que el framerate se cae considerablemente. Esto ocurre tanto en la versión portátil como jugando en el televisor, especialmente cuando hay muchas explosiones o poderes que son visualmente impresionantes.

A pesar de los problemas técnicos, no hay que quitar valor al gran trabajo de adaptar todo el estilo de arte de Breath of the Wild en esta entrega, que se deja apreciar desde los menús, las cinemáticas, el mapa del juego, las pantallas de carga y la interfaz durante el juego mismo. Realmente se siente como una extensión de la galardonada entrega de Nintendo Switch y Wii U. 

Se han hecho muchos cambios con respecto al sistema de armas, ya que podremos fusionarlas para unir habilidades y subirles de nivel. Los tipos de armas también influyen en la forma de combate, ya sea con espada, lanza, garrotes, boomerangs, etc. Otro añadido interesante es la de las prendas, ya que podremos variar los atuendos de Link, tal y como ocurre en Breath of the Wild, los cuáles vamos consiguiendo al terminar misiones especiales en el mapa.

Música y doblaje latino

Como ya es característico en las adaptaciones de franquicias de la saga Warriors, la banda sonora destaca por ser una serie de remixes de muy buena calidad de los temas del juego en que está basado. Hyrule Warrios: Age of Calamity tiene un gran repertorio de temas que calzan a la perfección con la acción que se vive en pantalla.

Es imposible no emocionarse al visitar por primera vez el nivel de Revali o el de Mipha, porque extraen la melodía principal de esos personajes y lo usan como motivo principal a lo largo de la composición. Los temas de batalla son los que mejor calzan con la temática del juego, respetando la estructura compositiva en su mayor parte.

Por otro lado, regresa el doblaje latino a esta entrega. Los actores originales vuelven para repetir sus roles de Breath of the Wild, sumado a algunas novedades que mantendremos en secreto. A pesar del gran trabajo de todos los actores, siento algunos problemas en la dirección de voces.

En varias secuencias de diálogos entre personajes o del narrador con voz en off, pude notar que muchas de sus líneas no se dicen de forma fluida. En otras palabras, se entrecortan por algunos segundos en los momentos en que no deberían hacerlo. Esa situación me deja dudas de si es por la forma en que se grabaron los audios o se trata de un tema de la programación del juego.

En cuanto a la interpretación, existe una pequeña variación en el tono de voz de la princesa Zelda, interpretada por Jessica Ángeles, pero que realmente no fastidia (según pude leer algunas quejas en redes sociales), sino más bien está justificada por ser una princesa más joven. Uno de los casos que quiero destacar es del fantástico trabajo de Miguel Ángel Ruiz con la voz de Obab, dándole mucha personalidad y carisma a su personaje.

Conclusiones

Hyrule Warrios: Age of Calamity es un fantástico complemento a la historia de The Legend of Zelda: Breath of the Wild. No existía mejor manera para contar los hechos ocurridos 100 años en el pasado, por lo que considero un gran acierto elegir la fórmula musou para esta propuesta.

La manera en que se ha adaptado todos los elementos y mecánicas de Breath of the Wild para este juego sigue sorprendiéndome. Al inicio me costó un poco adaptarme a estas variaciones con respecto a la entrega original de Hyrule Warriors. Sin embargo, la eliminación de los árboles de mejoras hacen que sea más accesible para nuevos jugadores.

Sin embargo el juego no es perfecto, cuenta con muchos bajones de framerate cuando ocurren demasiadas cosas en la pantalla, errores con la cámara en los espacios angostos y problemas con las colisiones al pelear contra ciertos enemigos. En aspectos menos importantes, algunos problemas con diálogos entrecortados en el doblaje latino. Sin embargo, no merman mucho la experiencia de juego, por lo que de todas maneras es un juego que se deja jugar y disfrutar muy bien.

Estoy consciente que el género musou no es del agrado de muchos por considerarse muy repetitivo. Pues al fin y al cabo es solamente tema de gustos personales, porque los títulos Warriors son precisamente repetitivos porque el enfoque principal es machacar botones de manera sencilla y rápida para darle mayor dinamismo al juego. 

Ya sea por la jugabilidad o por la historia, Hyrule Warrios: Age of Calamity es un juego que ningún fanático de The Legend of Zelda puede dejar pasar, ya que respeta muy bien sus orígenes y está lleno de contenido pensado exclusivamente para emocionar a todos los fans de la saga.

Este análisis fue realizado con un código de descarga de Nintendo Switch brindado por Nintendo.

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