Effie – Nintendo Switch (Análisis)

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Effie

$16.99
6.6

Gráficas

6.0/10

Sonido

8.0/10

Gameplay

7.0/10

Controles

7.5/10

Performance

4.5/10

Pros

  • Un sólido platformer en 3D
  • Historia simple pero entretenida
  • Buenos diálogos y gags
  • Conceptos intrigantes
  • Un mundo grande y variado

Cons

  • Sistema de combate algo simplista
  • Faltan más opciones de personalización
  • Uno que otro glitch y bug
  • El performance en general es pobre

Curiosamente, fuera de algunas de las producciones hechas por la propia Nintendo, y juegos francamente decepcionantes, como “Balan Wonderworld”, la Nintendo Switch no cuenta con demasiados juegos de plataformas en 3D. Entiendo que se trata de un género que estuvo en apogeo hace 2 ó 3 generaciones, pero es precisamente por eso que se le extraña —extraño investigar y explorar mundos enormes en 3D desde la tercera persona, y sí, hasta extraño recolectar montones de ítems que, en primera instancia, no sirven para mucho. Se trata de un estilo de gameplay que podríiiia sentirse algo anticuado hoy en día, pero que si se desarrolla de manera inteligente, puede resultar en productos finales fantásticos. Pregúntenle, si no, a la Gran N y su plomero bigotón.

Todo este preámbulo me sirve para introducir a “Effie”, un platformer en 3D con puzzles bastante sencillos, combate simple pero satisfactorio, y por supuesto, gráficas caricaturescas y coloridas. Se trata de una experiencia que me remontó a las épocas ya mencionadas, y que a pesar de no ser particularmente revolucionaria, debo admitir me arrancó más de una sonrisa en la cara. Sí, la trama es previsible; sí, el mundo abierto que sirve como hub es decepcionantemente vacío, y sí, cuenta con algunos errores técnicos, pero fuera de algunos defectos muy puntuales, debo decir que la pasé más o menos bien con “Effie”. Debe ser que soy parte del público objetivo, o también puede ser que, en comparación al ya mencionado “Balan Wonderworld”, “Effie” es prácticamente una obra maestra. Lo siento, pero me demoraré bastante en superar lo decepcionante que terminó siendo el más reciente título de Yuji Naka.

“Effie” nos cuenta la historia de Galand, un barbudo guerrero que es maldecido por una malvada bruja, luego de que se rehúsa a ayudar a una mujer en aprietos (sí, suena como una clásica premisa de Disney, o al menos de la Disney de hace 20, 30, 40, o más años). Es así que uno termina controlando a este personaje, quien a través de sus aventuras tiene que averiguar como romper con la maldición, batallar a un poder maligno que está controlando las ciudades de la región de Oblena, y utilizar un escudo mágico llamado Runestone. No es nada particularmente original —hace uso de harto cliché del género fantástico—, pero funciona dentro del contexto del juego.

Como se deben imaginar, uno terminar visitando todo tipo de lugares en “Effie”, explorando e involucrándose en diferentes batallas con distintos enemigos. Si hay algo que resalta en “Effie”, de hecho, es que a pesar de ser una aventura bastante lineal —no creo que podría ser definido como un juego de mundo abierto, precisamente—, cuenta con una gran variedad de diferentes ambientes y locaciones, lo cual ayuda a que la experiencia en general no se sienta repetitiva. Tenemos pueblos con molinos gigantes, viñedos, campos, bosques, bares… en fin, de todo como para que la región de Oblena se sienta suficientemente viva, y uno siga encontrando cada vez más retos y obstáculos mientras avanza en la historia.

Lo que sí no llegó a convencerme, más bien, fueron los Campos Rojos de Oblena, que son algo así como el hub principal del juego. Piensen en el Campo Hyrule de “Zelda: Ocarina of Time”… pero más grande e igual de vacío. Ahora bien, una propuesta de ese tipo estaba bien en 1998 —de hecho, en su momento, fue revolucionaria—, pero hoy en día, tener un lugar que conecta todas las otras zonas del juego, que termina siendo tan vacío y carente de misiones interesantes o personales secundarios intrigantes, es simplemente imperdonable. Es cierto que cuenta con algunas runas para recolectar, que ayudan a que Galand consiga nuevos power-ups, pero igual se siente como una oportunidad desperdiciada. Después de todo, parte del chiste de jugar un título como este está en la exploración, y los Campos Rojos de Oblena no incitan al jugador a hacer eso.

Estaba mencionando el sistema de upgrades, el cual felizmente funciona de manera eficiente en “Effie”. Como se dio a entender líneas arriba, uno tiene que recolectar runas para mejorar los stats de Galan. Lo bueno es que se trata de un sistema que va directo al grano, permitiéndole a uno ver con claridad qué stats están mejorando y como, afectando la manera en que Galand se controla. Lo malo es que podría argumentarse que se trata de un sistema demasiado simple, que no puede ser personalizable, y que no le otorga más opciones al jugador fuera de lo más básico. Funciona, es cierto, pero hubiese sido genial contar con un skill tree un poco más complejo, por ejemplo, para que el sistema de recolección de runas se convierta en algo un poco más importante y divertido de hacer en el juego.

Ahora bien, a nivel de gameplay, al menos, lo más interesante de “Effie” está en el ya mencionado escudo mágico, llamado Runestone. Este sirve para deshacerse de enemigos, tanto con un ataque fuerte como con uno más rápido pero ligero, pero más importante, sirve para que Galand se mueva de un lugar a otro, montándolo como si se tratase de un skate o de un snowboard. Se trata de un concepto realmente original, que es complementado con las nuevas habilidades que Galand puede aprender para utilizar con el escudo, desde un dash bastante útil, hasta ataques un poco más complejos. El sistema de combate en sí es increíblemente simplista, y algunos podrían quejarse de que solo le exige presionar botones a lo loco al jugador… pero admito que igual se me hizo bastante satisfactorio. No será para todo el mundo, pero tampoco creo que sea terrible.

A nivel técnico, “Effie” podría estar mejor. La estética general del juego es bastante atractiva, haciendo uso de personajes algo caricaturescos, una paleta de colores extremadamente colorida, y en general, diseños sólidos. Las actuaciones de voz, además, a pesar de ser algo cursis, llegan a ser muy entretenidas —el narrador en off, en particular, cuenta con algunos diálogos bastante graciosos. Pero los problemas vienen con el performance técnico de “Effie”, especialmente en este port para la Nintendo Switch. Lo que tenemos acá es un juego con framerate inconsistente, texturas algo borrosas, y uno que otro glitch que, sin llegar a arruinar la experiencia en general, igual fueron algo fastidiosos. Es una pena, porque se nota que es una propuesta sólida, que maneja una estética extremadamente atractiva, pero el porteo a la Switch termina por opacar mucho de lo que el juego hace bien a nivel audiovisual.

Entiendo que “Effie” no suena como la experiencia mejor pulida que jamás haya salido para la Nintendo Switch; entiendo que los glitches fastidian bastante, y que el sistema de batalla y upgrades no funcionan del todo bien. Pero nuevamente; creo que disfruto tanto de este género, que al final del día, muchos de los defectos de “Effie” no me llegaron a fastidiar demasiado, especialmente en comparación a algo prácticamente imposible de jugar como “Balan Wonderworld”. Utilizar al juego de Square-Enix como un (bajísimo) estándar no es del todo justo, lo sé, pero “Effie” tiene características tan buenas —la estética en general, los controles, las diferentes locaciones, el diálogo—, que me ayudaron a perdonar algunos de sus pecados más fuertes. Solo espero que la gente de Klabater se anime a sacar un parche muy pronto; si arreglan algunos de sus errores técnicos más graves, ¡“Effie” se podría convertir en uno de los platformers más recomendables de la consola!

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Klabater.



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