Doom (1993) – Nintendo Switch (Análisis)

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Doom (1993)

$4.99
8.6

Gráficas

8.0/10

Sonido

8.0/10

Gameplay

9.0/10

Controles

9.0/10

Duración

9.0/10

Pros

  • El clásico de siempre
  • Excelentes niveles y enemigos
  • Corre a 60 cuadros por segundo
  • Modos multijugador
  • Casi ni ha envejecido

Cons

  • Faltaron modos online

No hay duda de que “Doom” es uno de los videojuegos más importantes e influyentes de la historia. No, no es que haya inventado el género del first person shooter, pero ciertamente ayudó a definirlo. Si no, cómo explican su popularidad, y el hecho de que haya sido porteado a básicamente todas las consolas que han salido en la historia de los videojuegos —desde el Super Nintendo hasta sistemas menos populares como el 32X, y por qué no, aparatos portátiles como el GameBoy Advance. Prácticamente no existe ningún gamer que no haya jugado “Doom”, en cualquiera de sus versiones; no importa cómo lo jueguen, usualmente termina siendo una experiencia inolvidable, y entretenidamente sangrienta.

Lo cual, evidentemente, me lleva al nuevo port de este juego para la Nintendo Switch. No esperen nada revolucionario — se trata del mismo “Doom” de siempre, solo que un poco más suave —en términos de performance— y con algunas opciones bastante convenientes para convertirlo en una experiencia, quizás, un poco menos exigente para el gamer promedio de hoy en día. Pero quienes recuerden este juego de sus respectivas infancias, no tendrían por qué terminar decepcionados. Por más de que el título no se pueda comparar a ninguna de las propuestas que han salido para consolas más modernas en los últimos años, igual se trata de una experiencia increíblemente entretenida —lo cual demuestra por qué se trata de un clásico que casi no ha envejecido en más de veinticinco años.

En términos de contenido, esta nueva versión de “Doom” incluye todo lo que los fanáticos del juego original esperarían —los tres capítulos principales, así como un cuarto episodio que fue agregado en “The Ultimate Doom”. Aparte del modo principal de historia que todos recordamos, el título viene con opciones multijugador y cooperativo para hasta cuatro gamers, lo cual resulta en sesiones verdaderamente intensas y divertidas. Es una pena, sin embargo, que no cuenta con opciones online —¿se imaginan una partida de “Doom” con más de ocho jugadores, cada uno desde su casa? Las opciones que este juego incluye satisfacen, no me tomen a mal, pero no puedo evitar sentir que algunos de los modos que omite se sienten como oportunidades perdidas.

Adicionalmente, gracias a un patch que Bethesda sacó a principios de enero de 2020, esta versión de “Doom” ahora cuenta con algunas más opciones, lo cual debería saciar la sed de contenido de algunos fanáticos. Por ejemplo, ahora uno puede descargar paquetes de niveles creados por fans y aprobados por Bethesda —llamados WADs—, incluyendo “Doom Classic: SIGIL”, el cual fue creado en el 2009 por el diseñador original del juego, John Romero. No es el único paquete, felizmente, por lo que si ya se terminaron el juego, tienen ganas de probar más, y su conexión a Internet es buena, no tienen mayores excusas para aburrirse. Eso sí; para descargar todo esto -, y en realidad, para poder comenzar el juego—, tendrán que crearse una cuenta de Bethesda, lo cual, siendo honesto, se siente absolutamente innecesario y tedioso. Es un pequeño sacrificio que hay que hacer para divertirse con el buen Doom Guy.

En términos de gameplay, por otro lado… bueno, es “Doom”. Incluso quienes no hayan sido fanáticos de la franquicia desde los 90s, tendrán una buena idea de qué esperar de este clásico: niveles laberínticos y claustrofóbicos, monstruos y demonios recién saliditos del mismísimo infierno, y muchas, pero muchas armas. Sí, sí, la clásica BFG (“Big F****ng Gun”) está aquí, como siempre, pero incluso el resto de las armas, desde la pistolita con la que uno comienza, hasta la increíblemente satisfactoria shotgun, hacen su retorno triunfal. “Doom” tiene algunas de las armas más satisfactorias y poderosas que jamás se hayan visto en un videojuego, lo cual, felizmente, no quiere decir que se trate de una experiencia fácil —de hecho, los últimos niveles son bastante retadores, especialmente para quienes nunca los hayan pasado antes.

Esto, sin embargo, ha sido “corregido” con el último patch, ya que “Doom” ahora cuenta con la opción de quick save. Sí, ahora uno puede —si quiereguardar en cualquier parte, lo cual resulta particularmente útil para los jugadores menos experimentados. Antes de que se quejen; se trata de una característica opcional del juego, por lo que si quieren pasarlo a la antigua, todavía pueden hacerlo. El hecho de que los más jóvenes tengan la opción de jugar de manera más fácil, sin embargo, no está del todo mal —les permitirá aprender de a pocos, haciendo que, eventualmente y luego de practicar, se animen a jugar sin el auto save.

A nivel gráfico… bueno, es “Doom” (ok, dejaré de decir eso). Las gráficas no son en 3D, precisamente, pero la utilización de sprites, tanto para los horribles enemigos como para las armas que uno utiliza, y los efectos de rotación y escala para los niveles, le otorgan un look muy específico al juego, el cual ya la mayoría reconocerá. Además, con el último patch, el título ahora se juega a 60 cuadros por segundo (¡!), lo cual hace que corra de manera mucho más suave, y también se ha agregado la opción de modificar la pantalla para que esté en resolución 4:3 —es decir, cuadrada, como hubiera lucido en los 90s. Son estas pequeñas nuevas opciones las que hacen que jugar “Doom” en la Switch, especialmente a inicios del año 2020 (¡!) sea todo un deleite.

¿Qué más puedo escribir sobre “Doom”? Se trata de un clásico que ha aguantado el paso del tiempo, y que luego de más de veinticinco años de existencia —y de incontables ports— se sigue jugando igual. Es una experiencia intensa, entretenida, sangrienta y por momentos bastante difícil —es parte del imaginario cultural occidental, y es uno de los juegos más importantes jamás publicados en una consola o computadora. No, no se compara a títulos más modernos —por algo tenemos un excelente reboot del mismo nombre, también disponible para la Switch—, pero no tiene por qué hacerlo. “Doom” es único en su especie, y si le dan una oportunidad —especialmente si nunca lo han jugado antes— les aseguro que la pasarán de lo lindo. El poder jugarlo de manera tan legítima y en una consola portátil, es un placer que nunca dejará de sorprenderme.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Bethesda Softworks.

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