Broken Sword 5 – the Serpent’s Curse (Nintendo Switch) – Análisis

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Broken Sword 5 - the Serpent's Curse

$29.99
8.1

Gameplay

7.0/10

Historia

8.0/10

Sonido

9.0/10

Gráficos

9.5/10

Duración

7.0/10

Pros

  • Intrigante historia
  • Personajes memorables
  • Gráficas hermosas
  • Diálogos interesantes

Cons

  • Poco revolucionario
  • Algo repetitivo

Recuerdo haber leído sobre entregas anteriores de la franquicia de “Broken Sword 5” hace años, cuando todavía estábamos en la época del Gameboy Advance y del GameCube. Sin embargo, como cuando tenía doce o trece años no era muy fanático de los juegos tipo point and click —simplemente no tenía la paciencia— nunca les hice mucho caso. En aquel momento, prefería jugar títulos un poco más enérgicos, pertenecientes a géneros como la acción, las carreras, la aventura y hasta el deporte (bueno, esto último en algunos casos, no más). No tenía el tiempo ni las ganas de probar juegos que se veían más relajantes, más lentos, y que requerían de una mayor disposición a meterse en una narrativa.

Bueno, evidentemente mucha ha cambiado en trece o quince años, por lo que me tienen acá, a punto de escribir sobre “Broken Sword 5 – the Serpent’s Curse” para la Nintendo Switch. En pocas palabras, se trata de un título recontra old-school, el cual me ha hecho recordar a incontables otros juegos —especialmente para PC— de hace años, los cuales, previsiblemente, llegué a probar mucho tiempo después de que estuvieran de moda. Moviéndose a un ritmo pausado pero agradable, y sin enfatizar en la acción o los grandes efectos especiales, el juego desarrolla una aventura divertida que jamás va más allá de las limitaciones del género, pero que se siente como un cuasi-clásico, el cual estoy seguro podrá ser disfrutado por los fanáticos de la saga.

Ahora bien, cabe recalcar que “Broken Sword 5 – the Serpent’s Curse” es un juego que ha sido revivido, como en el caso de otras franquicias, gracias al crowdfunding, en donde los fanáticos han estado dispuestos a dar un poco de su dinero para ver una nueva entrega de una saga que no había sido tocada en años. Esto nos dice mucho sobre lo popular que pueden llegar a ser algunas franquicias —pese a que mueren intempestiva e inesperadamente— y, más importante, a lo que los gamers esperan de ella. Los fanáticos querían este juego, y por ende, lo que nos han traído, es un juego para ellos, nada más, y nada menos. Si saben cómo son los juegos de “Broken Sword” y quieren jugar algo así, la pasarán lindo con “Broken Sword 5 – the Serpent’s Curse”. Si querían algo diferente, más revolucionario, mejor vayan a buscar a otra parte.

La trama es sencilla pero muy interesante. Una pintura ha sido robada de una galería en París, y el dueño de la misma ha sido asesinado. George Stobbart llega a la escena de los crímenes para investigar, mientras que su compañero, Nico, trabaja como periodista, tratando de desarrollar una historia en base a estos eventos. Como deben imaginarse, el objetivo está en encontrar al ladrón y al asesino, moviendo a George a través de París e incluso de Londres.

Por más que involucre un asesinato, “Broken Sword 5 – the Serpent’s Curse” no tiene la trama más emocionante o adrenalínica del mundo. De hecho, los primeros momentos del juego son bastante lentos, y requieren un montón de backtracking para poder avanzar. Muchos gamers podrían impacientarse con esto, ya que uno siento que el juego arroja demasiado relleno para poder sentirse como una experiencia más larga —desgraciadamente, debido a la poca cantidad de locaciones que se incluyen en estos primeros minutos de gameplay, todo lo que eso logra es hacer que el juego se sienta pequeño, hasta limitado, especialmente en comparación a otros juegos tipo point and click que podemos encontrar en la consola.

Felizmente, las cosas van mejorando mientras la trama se va desenvolviendo, y especialmente cuando George es enviado a Londres. Ahora bien, tampoco voy a declarar que se trata de la narrativa más interesante que haya visto en un título de este tipo, pero a pesar de que es, por momentos, increíblemente previsible, al menos logra mantener interesado al gamer. Eso sí, algunos puzzles pueden llegar a ser frustrantemente crípticos —de hecho, mucho más que los misterios relacionados a los personajes secundarios—, por lo que uno requiere de bastante paciencia para poder resolverlos.

En todo caso, si tienen algún tipo de problema con el juego, “Broken Sword 5 – the Serpent’s Curse” incluye un sistema de pistas, del cual todo gamer puede abusar. Con esto me refiero a que el juego no lo penaliza a uno por usarlo —no le quita puntos, no pone límites, ni siquiera incluye elementos para avergonzarlo. Esto es bien raro, y de hecho, en teoría, le permitiría a cualquier jugador pasar el juego ENTERO usando únicamente esta opción. Evidentemente no hay chiste en esto —si van a hacerlo, mejor ni jueguen— pero es raro que los desarrolladores no se hayan animado a ponerle algún tipo de límite. ¿De repente estaban pensando, nuevamente, en los gamers más pequeños?

Nuevamente, no tenemos material particularmente revolucionario, pero se deja jugar, especialmente durante la segunda mitad de gameplay, en donde, por alguna razón, se incluye un poco de intriga religiosa, como algo sacado de una novela de Dan Brown. Se trata de un cambio bastante inesperado, el cual, sin embargo, uno termina por aceptar gratamente, ya que le otorga un tono mucho más acelerado, entretenido y misterioso al juego, el cual, inicialmente, se mueve de manera glacial. Además, estas últimas escenas terminan siendo bastante más retadoras —no solamente en sus puzzles— y premian al gamer por recordar todo lo aprendido en los momentos anteriores.

A nivel técnico, “Broken Sword 5 – the Serpent’s Curse” desborda carisma y encanto. El diseño de los personajes mezcla una estética medio realista con rasgos de anime, y utiliza el cel-shading para que resalten de la manera correcta. Además, están animados de forma realmente bella, lo cual les permite moverse con naturalidad, y no como robots atontados, como suele ocurrir en otros juego de este tipo. Los fondos están pintados a mano y realmente lucen hermosos; puede que algunos momentos del juego sean redundantes o lentos, pero sus cualidades visuales definitivamente ayudan a que uno siga con ganas de jugarlo. “Broken Sword 5 – the Serpent’s Curse” me corrió sin problemas tanto en el modo portátil de la Nintendo Switch, como en el dock para televisión.

No puedo evitar sentir que “Broken Sword 5 – the Serpent’s Curse” es algo decepcionante; sí, sus encantos tipo old-school funcionan la mayor parte del tiempo, y está lo suficientemente bien hecho como para atraer tanto a los fanáticos de la franquicia, como a los gamers que jamás hayan probado alguno de estos títulos. Pero a la vez, siento que pudo haber sido incluso mejor; pudo haber tenido mejor ritmo, pudo haber tenido una mitad más emocionante e intrigante, y pudo haber tratado de cambiar siquiera algún aspecto de su fórmula, para que no se sienta tan similar a otros juegos estilo point and click. “Broken Sword 5 – the Serpent’s Curse” no es un mal juego —a pesar de estar lleno de conversaciones larguísimas y momentos frustrantes, es visualmente hermoso y ocasionalmente gracioso—, por lo que recomiendo jugarlo, incluso considerando sus más evidentes defectos.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Revolution.

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