Bone Marrow – Nintendo Switch (Análisis)

8
7.8
¡A deslizar baldosas!
  • Mejor de lo esperado.

Soy el primero en admitir que “Bone Marrow” no es el tipo de juego que me compraría sí o sí, si es que lo viera en la eShop de la Nintendo Switch. No soy un gran fanático de los juegos de puzzle en general, y mucho menos de este subgénero llamado tile sliding (o deslizamiento de baldosas, lo cual suena.. algo raro jaja), por lo que no me considero como parte del público objetivo de un título como “Bone Marrow”. Y sin embargo, esta nueva propuesta de la mega-prolífica Ratalaika Games (creo que me animaré a contar la cantidad de juegos que publica año tras año) terminó convenciéndome, más que nada gracias a la frescura que le otorga a esta clase de gameplay. No será para todo el mundo, pero quienes se animen a darle una oportunidad, se encontrarán con una experiencia sorprendentemente entretenida y compleja.

Como deben estar imaginándose, uno tiene que aprenderse bien las reglas de “Bone Marrow” para poder jugar sin problemas. El concepto base es que uno tiene que combinar números en pares, y luego combinar a esos números con objetos. Utilizando dicha combinación, uno puede crear y mejorar pociones, armas y escudos, lo cual lo ayudará a uno a atacar y defenderse de monstruos. Adicionalmente, también se pueden recolectar ítems de vida, como para recuperar un poco de energía, y seguir enfrentándose a los enemigos. Si suena algo simple… pues piénselo dos veces, porque la en la práctica, uno tiene que considerar muy bien sus estrategias para poder salir victorioso en “Bone Marrow”.

Como se mencionó líneas arriba, el gameplay de “Bone Marrow” es tipo sliding tiles, lo cual ya de por sí dice mucho sobre lo específico que es como juego, especialmente para quienes no tengan mucha experiencia con algo así. Sin embargo, los controles son suficientemente directos como para que los jugadores neófitos puedan aprender a jugar sin mayores problemas. Básicamente: uno va deslizando las baldosas (heh… me encanta esa palabra: baldosas) para ir combinando los números y luego los objetos, y poder atacar y defenderse de los monstruos. Nuevamente: nada complicado, pero donde la cosa se pone interesante es en la estrategia. Es casi como jugar ajedrez: hay que considerar qué baldosas mover y cuándo, para poder eventualmente ganar la partida.

Adicionalmente, “Bone Marrow” cuenta con ciertas mecánicas que lo diferencian de otros títulos de similar corte. Hay un ciclo de día y noche, que afecta la manera en que uno se mueve; los enemigos se mueven al mismo tiempo que el jugador, y la estética en general, haciendo uso de sprites bastante detallados, ayuda a otorgarle un contexto suficientemente interesante, a un tipo de juego que no necesitaría, obligatoriamente, de una trama y personajes. Y hablando de personajes: “Bone Marrow” cuenta con tres personajes en total, pero solo dos pueden ser elegidos desde un inicio. El tercero tiene que ser desbloqueado al jugar… y lógicamente, no pienso decirles cómo hacerlo. ¡Nada de spoilers, acá!

Esto último es particularmente importante, porque “Bone Marrow” es un juego difícil; precisamente porque requiere de tanto pensamiento estratégico por parte del jugador, emerger victorioso no resulta tan sencillo. Así que prefiero que se pongan a jugar y averigüen por sí solos como desbloquear al jugador adicional —y por supuesto, las nuevas locaciones que uno puede ir descubriendo mientras avanza. Eso sí, el hecho de que incluya un modo para dos jugadores humanos ciertamente es algo que vale la pena destacar; es entretenido (y nuevamente; difícil) jugar solo, pero hacerlo con alguien más, que sepa cómo jugar y sea igual o mejor que uno, es bastante adictivo.

Desgraciadamente, por más de que la modalidad para dos jugadores sea sorprendentemente entretenida —si es que logran conseguir a alguien más que quiera aprender a jugar “Bone Marrow”—, el juego desgraciadamente no cuenta con modalidades online —ni multijugador, ni siquiera leaderboards, lo cual es una pena. Además, detalles aparentemente inconsecuentes, como un tutorial francamente inútil, y pocas opciones personalizables, hacen que “Bone Marrow” sea ligeramente menos accesible de lo que me gustaría. Por más de que los controles sean fáciles, el concepto en sí no es fácil de aprender, y mucho menos cuando se quiere jugar con una persona más. Así que no crean que “Bone Marrow” se convertirá en un juego tipo party súper popular en la Switch, ni mucho menos.

A nivel técnico, “Bone Marrow” no está para nada mal. El estilo visual tipo pixel art es cumplidor, haciendo uso de, como se mencionó líneas arriba, sprites detallados para personajes, así como de colores suficientemente variados, que crean una armonía visual súper necesaria para un juego que, por lo demás, no es demasiado complejo. La música y los efectos de sonido no son particularmente memorables, pero como se trata de una propuesta relativamente sencilla, “Bone Marrow” corre sin problemas en ambas modalidades de la Nintendo Switch.

No se puede negar que “Bone Marrow” es un título original, quizás no visualmente hablando, pero sí a nivel conceptual y de gameplay. A pesar de que he jugado muchísimos juegos para la Nintendo Switch desde el 2017, no puedo decir que he probado demasiados títulos de tile sliding, por lo que, al menos, “Bone Marrow” parece estar apuntando a un mercado poco saturado. Súmenle a eso unos controles sencillos, un gameplay sorprendentemente profundo, gráficas pixeleadas agradables, y un modo para dos jugadores, y “Bone Marrow” se convierte rápidamente en una experiencia algo repetitiva, pero en general, entretenida y adictiva. A ver si los desarrolladores le agregan alguna opción online; ¡con eso ya se consagrarían!

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Ratalaika Games.



7.8
¡A deslizar baldosas!
  • Mejor de lo esperado.
Comentarios
Loading...