Vambrace: Cold Soul – Nintendo Switch (Análisis)

43

Vambrace: Cold Soul

$24.99
7.2

Jugabilidad

6.0/10

Gráficos

9.5/10

Sonido

9.0/10

Variedad

5.0/10

Historia

6.5/10

Pros

  • Gráficas impecables
  • Excelente trabajo de diseño
  • Intrigante concepto base
  • Gran modo de supervivencia

Cons

  • No incita a explorar
  • La historia podría ser mejor
  • Sistema de combate redundante
  • Sistema de Vigor no ayuda

“Vambrace: Cold Soul” no es un juego para aquellos que estén buscando una experiencia ligera y sin complicaciones. De hecho, aunque no me animaría a hacer comparaciones, “Vambrace: Cold Soul” terminó siendo uno de los juegos más difíciles que haya probado en mucho tiempo —un roguelike que pone un gran énfasis en la dificultad, y que combina diferentes estilos de gameplay, utilizando elementos de RPGs, juegos de supervivencia, experiencias más enfocadas en la exploración, y hasta títulos de combate. Se trata de un juego, por ende, que trata de hacer demasiadas cosas al mismo tiempo, y que por ende, no termina satisfaciendo al jugador completamente en todos los niveles. No me tomen a mal; “Vambrace: Cold Soul” no me pareció terrible. Pero sí creo que si se hubiese concentrado solamente en un par de características principales, el producto final hubiese sido muchísimo mejor.

“Vambrace: Cold Soul” nos cuenta la historia de Evelia Lyric, quien se encuentra en la ciudad sellada de Icenaire. Es ahí que tiene que usar el poder de un artefacto llamado Vambrance para adentrarse en su aventura, la cual está compuesta, previsiblemente, de varios quests. Es durante dichos quests que uno va conociendo a varios personajes, desde humanos hasta elfos y enanos —es un mundo fantástico, después de todo—, y que va adentrándose en una base subterránea poblada por todas las personas que fueron botadas por una invasión de Wraiths. Evelia no solo tiene que cumplir con sus misiones, entonces —también tiene que ganarse la confianza de la gente que vive bajo tierra, para poder sobrevivir y avanzar en el juego.

Las misiones principales —es decir, las que avanzan la historia —suelen obligar a Evelia a subir a la superficie para cumplir con distintos objetivos. Cada una de estas misiones le permiten a Evelia explorar diferentes sectores de Icenaire, cada uno con un look distinto. Esto hace que la locación se sienta como un lugar creíble, realista, en donde se nota que vivió todo tipo de gente, al menos antes de que fueran obligados a desaparecer. Además, uno puede encontrar todo tipo de loot en cada uno de estos sectores, los cuales, como en varios juegos de similar corte, pueden ser usados para crear todo tipo de ítems nuevos, los cuales ayudan a subir los stats del personaje. No se trata de un sistema particularmente original, pero funciona bastante bien para darle una sensación de progresión al juego.

Desgraciadamente, sí se puede argumentar que, a pesar de que “Vambrace: Cold Soul” incita al gamer a encontrar loot, y por ende, a explorar cada sector de la ciudad, existe otro sistema que contradice un poco dicha orden. Resulta que los personajes tienen un stat llamado Vigor, el cual mide lo listos que están para sobrevivir. Cada vez que uno se mueve a una nueva área o cuarto en un sector, pierde un punto de Vigor. Lo cual quiere decir, lógicamente, que si uno explora demasiado, puede perder todo el Vigor, y por ende… morir. Adicionalmente, también hay una barra de Terror, la cual, como deben estar imaginándose, también va vaciándose mientras uno explora. Y eso sucede, aparecen unos Wraiths especiales —muy fuertes—, los cuales son increíblemente difíciles de matar.

Todo esto quiere decir que, al final del día, uno no se anima a explorar demasiado en “Vambrace: Cold Soul”. El juego no incluye suficientes incentivos como para que no tenga ganas de arriesgar a perder todo el Vigor o el Miedo; sí, hay cierto loot que resulta bastante útil, pero habiendo jugado ya una buena porción del título, puedo confesar que, si uno se concentra más en la supervivencia que en la exploración, no la pasa del todo mal. Curiosamente, esto se relaciona un poco a lo que mencionaba líneas arriba; buena parte del reto de “Vambrace: Cold Soul” está en la combinación de elementos de gameplay de supervivencia, con los de exploración. Pero si uno decide ignorar lo segundo y concentrarse en lo primero… la dificultad sigue siendo alta, pero no tanto. Se trata de una decisión bastante curiosa por parte de los desarrolladores, que convierte a toda una propuesta del juego en algo básicamente inútil.

A nivel narrativo, en todo caso, “Vambrace: Cold Soul” hace algunas cosas interesantes. De forma similar a otros juegos que seguramente ya han probado, uno puede tomar diferentes decisiones en distintos momentos, las cuales, sorprendentemente, sí pueden traer consigo consecuencias bastante intrigantes. De hecho, varias misiones principales tienen tres o cuatro conclusiones distintas, por lo que sugiero que, a la hora de hablar o interactuar con NPCs, piensen bien en lo que van a contestar o hacer. Acá las consecuencias sí son reales, lo cual hace que el desarrollo de la trama sean más bien imprevisible. Nada mal para un juego que pertenece a un género —el roguelike— que generalmente no se concentra en el aspecto narrativo de la experiencia.

En lo que se refiere al sistema de batalla, “Vambrace: Cold Soul” no es nada complicado. El juego usa un sistema de turnos, en donde cada personaje tiene dos ataques —uno regular y uno especial. No es nada del otro mundo, y como hay tantas batallas en el juego, al final se tornan bastante monótonas. Lo mismo se podría decir, de hecho, sobre la naturaleza aleatoria de “Vambrace: Cold Soul”; se trata, después de todo, de un roguelike. Desgraciadamente, uno solo puede recuperar Vigor y Vida en las áreas de campamento, y como las áreas se generan aleatoriamente, uno no siempre puede encontrar lo que necesita en el momento en que lo necesita. Esto hace que no solo la historia sea imprevisible… si no también la manera en que uno avanza en el juego. Supongo que a aquellos que estén acostumbrados a títulos de este tipo no les molestará mucho lo “random” que puede llegar a ser “Vambrace: Cold Soul”…. pero para mi, resultó en una experiencia bastante inconsistente.

A nivel técnico, sin embargo, no hay mucho de lo que me pueda quejar. El mundo fantástico de “Vambrace: Cold Soul” está impecablemente realizado; la atmósfera es palpable en todas las zonas y áreas del juego —ya sea bajo tierra o en la superficie—, y el diseño de las locaciones es espectacular. Los personajes, además, tienen personalidades muy bien definidas, y están diseñados de manera muy detallada, aprovechando muy bien la capacidad de la Nintendo Switch para utilizar sprites de alta resolución y animaciones muy fluidas. En general, “Vambrace: Cold Soul” es un título que se ve y se escucha extremadamente bien; realmente felicito al equipo que se encargó de convertir a Icenaire en un mundo que se siente vivido y verosímil, poblado por personajes fáciles de reconocer. Y lo mejor; “Vambrace: Cold Soul” corre sin problemas tanto en el modo portátil de la Nintendo Switch, como en el dock para televisión.

El caso de “Vambrace: Cold Soul” es bastante curioso. Se nota que fue hecho con mucho empeño —el acabado técnico es impecable, y el juego es verdaderamente impresionante a nivel de diseño—, pero a la vez, hay ciertos aspectos en los que debió necesitar un poco más trabajo. La experiencia es retadora —especialmente si se juega de determinada manera— y las interacciones con los demás personajes son interesantes, pero el sistema de batalla es innegablemente aburrido y redundante, y más importante, la exploración es casi innecesaria debido a las mecánicas de supervivencia tan específicas con las que cuenta el juego. “Vambrace: Cold Soul” no es para todos; los fanáticos de los roguelike seguramente la pasarán bien con esta nueva propuesta, pero los demás… probablemente deberían probar otra cosa.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Devespresso Games.

Comentarios
Loading...