The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom – Nintendo Switch (Análisis)

218

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

$69.99
9.5

Historia

9.5/10

Gameplay

10.0/10

Diseño de arte

9.5/10

Música

9.5/10

Gráficos

9.0/10

Pros

  • Excelente narrativa, conectando hechos del pasado con el título anterior y este.
  • Muchas mejoras de calidad de vida respecto a la entrega anterior.
  • Soundtrack bastante variado y memorable, con distintas piezas musicales que se aprovechan en los momentos correctos.
  • Físicas de los nuevos poderes magistralmente logradas, creando combinaciones creativas que no entran en conflicto con los objetos del juego.
  • Batallas contra jefes memorables, imponiendo un reto más que satisfactorio para el jugador.

Cons

  • Caídas de fps en algunas zonas del juego.

Existen ocasiones en las que es complicado realizar una secuela de un juego muy popular y querido por el fandom de una franquicia. Siempre se espera que las cosas estén tan bien realizadas y pulidas que llega a poner en evidencia algunas carencias o problemas de la entrega anterior que a primera vista uno tal vez no nota. Si bien esto no significa que la entrega anterior sea mala, si nos hace pensar que las cosas se podrían haber hecho mejor y que gracias a la secuela estas cosas se han encaminado de tal forma que se vuelve mucho más disfrutable. Esto es lo que sucede en esta ocasión con la salida de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. A pesar de que ser la continuación de uno de los títulos más prominentes dentro de la propia franquicia pueda sonar algo difícil de abordar, el juego logra cumplir las expectativas con creces. Logrando lo imposible y resaltando detalles que Breath of the Wild podía afinar. Brindándonos una mayor libertad de exploración, muchos secretos por descubrir y una gran cantidad de mejoras en el gameplay.

Cabe recalcar que en ningún momento se está mencionando que Breath of the Wild sea un mal juego. Todo lo contrario, es un excelente título y uno de los mejores exclusivos disponibles en la consola de Nintendo. Sin embargo, tenía algunos detalles pequeños que se podían corregir y que la secuela logra eso y más. El núcleo del juego no ha cambiado y a primera vista podría parecer que es el mismo juego, con el mismo mapa, pero con pequeños agregados. No obstante, basta con iniciar las primeras horas de juego para notar que mucha cosas han cambiado. Existen nuevas ruinas, nuevas edificaciones, pueblos y toda clase de peligros a lo largo de Hyrule. Y por sobre todo, en esta ocasión se brindó una mayor atención a la historia, algo que hacía un poco de falta en el juego anterior. Acompáñanos en esta review para descubrir que más tiene para ofrecer esta nueva entrega de la longeva y querida serie Zelda.

La historia de Tears of the Kingdom nos ubica tiempo después de los sucesos de Breath of the Wild. En esta ocasión la princesa Zelda y Link se encuentran explorando unas ruinas subterráneas debajo del castillo de Hyrule. Por alguna razón, ha comenzado a surgir una extraña sustancia similar a la vista en la entrega anterior. No pasa mucho tiempo hasta que se topen con un extraño ser quien despierta una vez entra en contacto con Link y Zelda. Al despertar, el poder de este ser es tan grande que la Master Sword queda severamente dañada y Link termina teniendo un brazo incapacitado. No suficiente con esto, ambos se separan una vez más al caer Zelda por un precipicio y desaparecer convertida en luz. Para evitar que Link caiga al vacío, un extraño brazo que mantenía cautivo al ente que acaba de despertar salva a nuestro protagonista. Luego de estar inconscientes, despertamos con el brazo que nos acaba de salvar colocado en el cuerpo de Link. De esta manera inicia una nueva aventura por salvar Hyrule, encontrar a la princesa Zelda y descubrir qué ha sucedido luego del despertar de este ser.

Si bien el inicio de la historia no es algo tan diferente a lo visto dentro de algunas entregas de la saga, la historia tiene giros bastante interesantes e ingeniosos que utilizan de forma correcta a los distintos personajes de esta franquicia. Dado que el título es una secuela directa de Breath of the Wild, mucho del gameplay y el núcleo del juego les resultará familiar a muchos jugadores. Sin embargo, el juego hace muchas cosas para ofrecer un ritmo distinto, además de un mapa a explorar mucho más extenso y variado de lo que se tenía anteriormente. Como primer punto de exploración tendremos las ruinas que se encuentran en el cielo, mismas que nos introducen a la raza Zonnan. Esta raza se mencionó brevemente en la entrega pasada, pero que aquí se explorará más a fondo su trasfondo como precursores del pueblo de Hyrule. De hecho, muchos de los nuevos artefactos y herramientas que podremos utilizar provienen de estos seres.

No pasará mucho tiempo hasta que hayamos desbloqueado todas las nuevas habilidades principales de Link. En esta ocasión ya no utilizaremos la tableta Sheikah del juego anterior sino que en su lugar tendremos que utilizar el nuevo brazo de Link. Como se imaginarán, esto implica que las habilidades que teníamos antes ya no estarán disponibles, como las bombas, crear paredes de hielo o detener un objeto en estasis. Puede que se lleguen a extrañar algunos poderes pero los de esta nueva entrega están muy útiles e ingeniosos. En primer lugar tenemos la Ultramano, con la cual podremos seleccionar cualquier objeto del entorno, a diferencia del imán de la entrega pasada que solo nos permitía seleccionar metales. Lo más novedoso de este poder es la capacidad de unir objetos para crear una gran variedad de vehículos, puentes, botes, etc. La imaginación es el límite gracias a esta nueva habilidad. También tendremos la capacidad de fusionar nuestras armas con otros objetos, pudiendo aumentar tanto el daño o defensa, como la vida útil de nuestras armas.

Algo genial es que se pueden personalizar las flechas para darles distintas propiedades y usos. Por ejemplo tenemos cosas básicas como utilizar los restos de algunos enemigos eléctricos, de hielo o de fuego para darles esas propiedades a las flechas. De la misma forma que combinarlas con algunas frutas para adquirir las mismas propiedades, pero también podemos combinarlas con otros objetos como ojos de murciélago para que las flechas se teledirijan al enemigo sin siquiera apuntarle directamente. Aunque esta variedad trae como consecuencia que el menú de objetos que puedes agregarle a las flechas sea gigantesco. Es un poco molesto al principio, pero una vez que te acostumbras es más sencillo de utilizar. Todas estas fusiones son bastante ingeniosas, permitiéndote crear armas muy extrañas pero a su vez bastante útiles. Puedes crear una gran variedad de objetos y vehículos que probablemente muchos de ustedes ya hayan visto por internet o incluso hayan llegado a crear en sus partidas.

Se puede observar que el equipo detrás de Tears of the Kingdom hizo un excelente trabajo para hacer este sistema bastante sólido y libre de problemas. Las físicas utilizadas al momento de crear distintos artefactos y que estos objetos no entren en conflicto causando algún error es algo bastante sorprendente. Si bien no estamos exentos de cometer algún fallo y destruir por nuestra cuenta nuestras creaciones, esto termina ya siendo más un problema nuestro que del juego en sí. Otro de los nuevos poderes es la capacidad de regresar en el tiempo un objeto. Esto es útil en muchos santuarios, al momento de pelear con algunos enemigos y para explorar las islas del cielo. Constantemente están cayendo rocas del cielo, por lo que podremos utilizarlas como elevadores para alcanzar la cima y explorar estas zonas. Finalmente tenemos el poder de atravesar superficies que se encuentren sobre nosotros sin importar la altura a la que se encuentren. Una habilidad muy útil que ayuda en la exploración de muchos nuevos lugares.

Hablando de la exploración, además de las islas del cielo, también podremos explorar un mundo subterráneo plagado de oscuridad. Este lugar es gigante, por lo que tendremos una gran cantidad de lugares por recorrer en este nuevo mundo. Estas profundidades son bastante aterradoras. No solamente por la oscuridad, sino que también existen muchas criaturas que nos pueden destruir fácilmente si no tenemos cuidado. Por el lado de Hyrule, aquí tendremos muchas cosas por hacer. Dado que el reino se encuentra en restauración luego del final de la entrega anterior, hay mucho más movimiento de personajes secundarios en distintos lugares, queriendo liberar un asentamiento o investigando ruinas. Sin contar, obviamente a las misiones secundarias disponibles en las diferentes aldeas del reino. Gracias a esto, Hyrule se siente mucho más vivo y lleno de cosas por hacer. Un gran contraste con la entrega pasada que nos mostraba un lugar en decadencia que estaba a punto de sucumbir ante la oscuridad.

Sumado a esto, muchas cosas del mapa han cambiado, teniendo una gran variedad de cuevas por explorar. Estas estarán llenas de gran cantidad de recursos y distintos tesoros bastante útiles. Este tipo de exploración se siente bastante genial, rememorando en ocasiones a títulos viejos de la franquicia donde no sabías con qué te ibas a encontrar en la siguiente cueva. Algo que regresa con una gran mejoría son los calabozos o dungeons. A pesar de estar disponibles en Breath of the Wild, no eran tan desafiantes a diferencia de entregas pasadas de la serie. No obstante, estos nuevos dungeons no se sienten a la altura de otros que nos ha brindado la franquicia en otros juegos. Por otro lado, los jefes son muy variados y desafiantes. Cada pelea se siente distinta y divertida además de retadora, poniendo a prueba al jugador en muchas ocasiones pero sin llegar a ser injusto. Visualmente el juego es muy similar a Breath of the Wild salvo por algunos efectos agregados y una nueva paleta de colores en los entornos. Esto no es algo negativo, ya que el estilo cell shading utilizado es bastante atractivo y resalta el estilo de arte del juego.

En cuestión de optimización, el juego corre estable la mayor parte del tiempo salvo por algunas caídas de fps en algunas zonas o cuando hay muchos efectos al mismo tiempo. También se llegan a notar algunos cambios de resolución en ciertos lugares con el fin de mantener una experiencia más estable. No es tan molesto, pero puedes llegar a percibirlo. Respecto al apartado sonoro es excelente. La franquicia se ha caracterizado por tener OST memorables y este título no es la excepción a la regla. Respecto a voces, estas regresan en varios idiomas para que puedas escoger tu preferido incluyendo el español latino. Nuevamente se permite el utilizar voces en un idioma y los subtítulos en otro, para las personas que les guste jugar con voces en inglés o japonés pero con subtítulos en español. Hay para todos los gustos y se puede escoger esto sin problemas. Lo único a señalar es que para cambiar los subtítulos se debe cambiar el idioma de la consola, las voces solamente se pueden cambiar en el menú del juego, más no los subtítulos.

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom es un excelente título. Una gran secuela que mejora muchos aspectos de su predecesor y los expande, creando un mundo lleno de cosas nuevas por descubrir y dándote la libertad el juego de la manera en la que desees. Una experiencia más que memorable y un título imperdible para todos los fanático de la serie Zelda. Si por el contrario nunca has jugado un juego de la saga, tal vez deberías comenzar primero por Breath of the Wild para no sentirte perdido, ambos juegos poseen muchas horas de contenido que te dejarán más que satisfecho. Un juego muy recomendado que nos deja expectantes por el futuro de la franquicia en los años que vienen.

Este análisis fue realizado gracias a un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Nintendo.



Comentarios
Loading...