Skee-ball (Nintendo Switch) – Análisis

199

Skee-ball

$19.99
4.3

Jugabilidad

5.0/10

Diseño

5.0/10

Música

5.0/10

Diversión

2.0/10

Pros

  • Controles funcionan bien
  • Regular contenido extra desbloqueable

Cons

  • Tiempos de carga largos
  • Costos muy altos en tikets para desbloquear contenido extra
  • No es muy divertido
  • Interfaz de botones un poco confusa

Skee-ball es el simulador oficial del popular juego de los arcade, pero usando el control de movimiento de la Nintendo Switch.

Skee-ball es un clásico juego de arcade donde el objetivo es lanzar unas pelotas hacia una serie de agujeros que tienen diferentes puntajes, dependiendo de la dificultad de cada uno. Cualquier persona que ha visitado un parque de diversiones o un arcade clásico lo ha jugado o siquiera visto alguna vez.

En ésta oportunidad, el juego ha sido desarrollado por Bay Tek Games y distribuido por Ocean Media y llega a Nintendo Switch para aprovechar el control de movimiento y poder simular el juego desde la comodidad de casa.

Lamentablemente, Skee-ball es un juego que deja mucho que desear y que en pocos minutos te termina aburriendo. La culpa no es totalmente de los desarrolladores, sino que el juego es bastante simple y repetitivo, sin importar cuantos modos de juego o diseños de escenarios se quieran agregar, siempre seguirá siendo el mismo juego de lanzar una bola a unos agujeros. La diversión de este juego es hacerlo en su arcade respectivo porque ahí sí implica una verdadera destreza de la persona para lanzar la pelota.

En cuanto a los controles, funcionan bien, son precisos y las físicas son correctas. El problema va más por la interfaz de juego y la elección de las funciones de cada botón. Por ejemplo, al terminar de lanzar todas las pelotas, aparece una pantalla tipo pop-up con nuestro puntaje. Lo normal es que apretamos “B” para cerrarla y seguir jugando otra ronda. Sin embargo, el botón “B” en este caso funciona para cerrar el juego y volver a la pantalla principal, algo que te termina cortando el ritmo (y el interés, de paso).

Skee-ball tiene varios modos de juego y diseño de escenarios, lamentablemente estos sólo se pueden canjear ganando tickets virtuales. No sería mayor problema, sin embargo, los precios son ridículamente altos para un juego que termina cansando a los pocos minutos y que, sinceramente, no dan ganas de jugar tanto para desbloquear cualquier otro modo.

De forma aleatoria irán apareciendo retos, como sumar una cantidad exacta de puntos, o embocar en cierto hoyo una cantidad de veces determinada. Algunos pueden ser de gran ayuda para sumar más tickets, pero su dificultad será mayor.

Skee-ball es uno de esos casos donde la idea suena mejor en el papel que en la realidad. Técnicamente no está mal hecho (más allá de algunos inexplicablemente largos tiempos de carga para un juego tan sencillo), sino que no es muy entretenido jugarlo de esta manera.

A pesar de lo popular que puede llegar a ser la marca, el diseño de su logo y en general los colores del juego lo hacen sentir bastante antiguo. Para colmo de males, el juego tiene un precio de $19.99, donde lo más probable es que se deba al uso de la marca oficial y no al verdadero valor del juego.

Mi gran recomendación es que para disfrutar Skee-ball plenamente, se vayan a un arcade de verdad y usen esos 20 dólares en algún otro juego un poco más entretenido.


Este análisis de Skee-ball fue realizado con un código de descarga para Nintendo Switch brindado por Ocean Media.



Comentarios
Loading...