Quake – Nintendo Switch (Análisis)

36
9.8
La versión definitiva.
  • Un clásico de clásicos.

Si nunca jugaron “Quake” en los 90s… entonces no saben de lo que se perdieron. Pero si son gamers de una cierta edad —especialmente aquellos que estaban saliendo de la infancia o entrando a la adolescencia a fines de los 90s—, sabrán exactamente a qué me refiero cuando digo que “Quake” es uno de los videojuegos más influyentes de toda la historia. Sí, es verdad que “Goldeneye 007” demostró que los first person shooters pueden funcionar en una consola, pero lo que “Quake” hizo, unos meses antes, fue algo igual de importante, o incluso más valioso: tomar lo que “Doom”, también de id software, hizo, y simplemente mejorarlo con un engine en 3D que terminó por influenciar una cantidad ridícula de first person shooters en años venideros.

Creo que no es una exageración decir que los “Call of Duty” que salen todos los años simplemente no existirían si no fuese por “Quake”.

Es por eso que me alegra tener esta nueva versión de “Quake” en la Nintendo Switch. No solo porque se trata de una obra maestra, si no también porque le dará la oportunidad a jugadores más jóvenes de probar un título que, contra todo pronóstico, ha envejecido muy bien. Podría argumentarse que para algunos se podría sentir algo anticuado, precisamente por lo mucho que terminó influyendo en juego más modernos, los cuales mejoraron, expandieron y hasta cambiaron los conceptos introducidos aquí. Pero por otro lado, si es que uno decide jugarlo sin preconceptos y prejuicios, “Quake” se termina convirtiendo en una experiencia increíble. Adictiva, súper bien diseñada, y entretenida tanto al jugarse solo, como con otros seres humanos.

Ayuda, además, el hecho de que esta nueva versión —la cual fue anunciada de manera sorpresiva, y estrenada en la eShop con poca anticipación, dicho sea de paso— incluya algunas características modernas, todas completamente opcionales, como para apelar a los gamers más modernos. Por ende, este “Quake” cuenta con opciones de motion blur, anti-aliasing, iluminación dinámica (¡!), texturas más suaves, y hasta diferentes tipos de resolución. Es todo muy impresionante, y más importante, le permite a cada jugador elegir qué opciones prefiere y cuáles no. Yo terminé utilizando algunas, no más, lo cual convirtió a mi experiencia con este “Quake” en una sumamente fiel a la original, pero a la vez, un poco más sofisticada a nivel visual.

Pero acá lo que vale es el juego en sí, una aventura demónica en primera persona, en donde uno se la pasa destruyendo enemigos súper variados en todo tipo de ambientes. Se nota a leguas que “Quake” utiliza la base del primer “Doom”, solo que la mejora y la convierte en algo un poco más complejo y ambicioso. A diferencia de otros first person shooters de la época, “Quake” no consiste únicamente de habitación tras habitación llena de enemigos para aniquilar. Este juego, más bien, incita a la exploración, lo cual en aquellos tiempos era toda una novedad, especialmente en lo que se refiere a este género. Recuerden, “Quake” salió en 1996, incluso antes del ya mencionado “Goldeneye 007”. Considerando eso, no más, debería resultar fácil saber que se trata de una propuesta muy adelantada a su época.

Adicionalmente, ayuda que los niveles estén todos expertamente diseñados, combinando todo tipo de ambientes y texturas para desarrollar un juego increíblemente atmosférico. Y nuevamente: la violencia acá no lo es todo. Sí, matar a los enemigos es muy satisfactorio, pero a la vez, “Quake” mezcla los encuentros explosivos con uno que otro puzzle y, nuevamente, harta exploración, para que el juego no se torne monótono o repetitivo. De hecho, se trata de un título sorprendentemente variado, mucho más adictivo que las propuestas considerablemente más previsibles que había para comprar en 1996. El primer “Doom” todavía funciona por lo violento y sangriento e intenso que es; “Quake” funciona porque agarra aquellos conceptos, y los expande para mostrarnos un mundo más amplio y con mayores posibilidades.

Ahora bien, fuera de las opciones técnicas, lo más llamativo de esta nueva versión de “Quake” para la Nintendo Switch está en la personalización. Si, uno puede elegir como se ve el juego y como se desempeña a nivel técnico, pero lo alucinante es que también cuenta con varios modos de juego, algunos de ellos bastante inesperados. Uno puede jugar la campaña principal entera solo, o de manera cooperativa con tres humanos más, o también de manera online, junto con todas las expansiones, y hasta una nueva exclusiva para esta versión. Y por supuesto, también hay deathmatches, que se pueden jugar de a ocho online, de a cuatro de manera presencial, o hasta con bots. ¡Es todo el contenido que cualquier fanático de “Quake” podría necesitar!

Pero eso no es todo. Todos los modos online ya mencionados funcionan con crossplay, y lo crean o no, los jugadores de Switch no tendrían por qué sentirse en desventaja (especialmente si usan controles gyro… “guiño guiño empujoncito”, como dirían los gringos). Y este “Quake” hasta cuenta con la opción de recibir mods, lo cual no es súper común en la Nintendo Switch. De hecho, al descargar el juego, uno ya tiene la opción de jugar “Quake 64” (¡sí, en serio!), y se supone que llegarán más versiones en el futuro. Entre eso, y los modos multijuguador, y los modos cooperativos, y la campaña principal, realmente no hay excusa para no pasarla bien con “Quake”. Es precisamente debido a todo esto que se siente como la versión definitiva del juego, la cual, encima, se puede llevar a todas partes gracias a la naturaleza híbrida de la Switch.

¿Qué más se puede decir de “Quake”? Corre a 60 cuadros por segundo, tanto en el dock para televisión, como en la modalidad portátil de la Nintendo Switch. Los controles son perfectos, y hasta la opción gyro funciona sorprendentemente bien. El diseño de sonido es superlativo, las gráficas, aunque claramente de su época, son tan estilizadas y están presentadas de manera tan definida, que resulta imposible considerarlas como malas. Y la experiencia en general debería remontarlos a una época más sencilla, a cuando eran pequeños (o no tan pequeños) en los 90s, y se pasaban horas de horas jugando con la versión original de este clásico. Es increíble poder jugar “Quake” en la Nintendo Switch, y encima de manera tan personalizada y expandida. Honestamente, es todo un privilegio poder hacerlo —y es un privilegio que todo gamer que cuente con una Switch debería aprovechar al máximo.



9.8
La versión definitiva.
  • Un clásico de clásicos.
Comentarios
Loading...