Guilty Gear – Nintendo Switch (Análisis)

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Guilty Gear

$9.99
8

Historia

8.0/10

Jugabilidad

9.0/10

Dificultad

8.0/10

Música

8.0/10

Gráficas

7.0/10

Pros

  • Diferentes a otros juegos de pelea
  • Excelente sistema de combate
  • Controles responden bien
  • Animaciones fluidas
  • Un muy buen port para la Switch

Cons

  • Gráficas sencillas
  • Pocas opciones de juego
  • No hay modo online
  • Algo difícil de aprender

Si hay una serie de juegos que apela (casi) exclusivamente a los fanáticos de los juegos de pelea, es “Guilty Gear”. No me tomen a mal (ya me imagino los comentarios en redes); se trata de una franquicia fantástica, pero a la vez, hay que admitir que no está enfocada en principiantes o jugadores casuales, precisamente. Mientras que otras series se enfocan en un sistema de control que incluye únicamente patadas y puñetes (y sus respectivas variantes, claro está), “Guilty Gear” maneja más opciones, las cuales, también incluyen flashes, dusts y mucho más. Hay que dedicarle bastante tiempo a estos juegos para que uno se pueda convertir en todo un maestro.

Pero es precisamente por todo eso que un título como la edición de 20 aniversario del primer “Guilty Gear” para Nintendo Switch termina divirtiendo bastante. No se trata, pues, de una propuesta incompleta, o siquiera de un juego que se sienta (demasiado) como un producto de su época. Precisamente por ser tan complejo, el juego convence más que muchos de los productos de fines del siglo pasado, haciendo un gran uso de sus personajes estilo manga, un estilo de juego lleno de detalles pero relativamente fácil de aprender, y batallas intensas para entregarnos una experiencia que, veinte años después, se sigue sintiendo fresca y relativamente innovadora. Sí, al ser el primer juego, sufre un poco en comparación a sus secuelas —y especialmente a “Guilty Gear XX Accent Core Plus R”, la cual está disponible en la eShop—, pero malo no es. De hecho, todo fanático de la saga o el género la pasará de lo lindo con este juego.

En general, ester primer “Guilty Gear” es relativamente sencillo en comparación a otros juegos de similar corte, o a sus sucesores. Solo hay diez personajes para elegir, y solo cuenta con dos modos de juego: el Arcade (o el principal) o el modo Versus, para jugar con un amigo o amiga. Pero curiosamente, si uno quiere tener una experiencia de combate old-school, es todo lo que se necesita. El modo Arcade es bien retador, los niveles de dificultad están bien balanceados (aunque vale la pena mencionar que, en general, son bastante altos), y el modo Versus resulta increíblemente divertido, haciendo que hasta el jugador más casual se torne increíblemente competitivo.

El gameplay, en todo caso, es lo que diferencia a “Guilty Gear” de otras propuestas similares. Acá los movimientos son rápidos, los personajes son ágiles, y se incluyen detalles como la barra de tensión, la cual se va llenando mientras uno se acerca más y ataca más a su contrincante. Si se llena, uno puede usar diferentes habilidades —dependiendo de cada jugador—, lo cual, evidentemente, hace que “Guilty Gear” sea un título en donde la ofensa es lo que más importa. De hecho, si uno comienza a jugar de manera más defensiva, dicha barra se va vaciando, por lo que uno tiene que concentrarse en atacar y acumular combos (o sí), para poder sacar más habilidades y poder ganar la partida. Adicionalmente, la barra también le permite a uno realizar una Defensa Perfecta —básicamente la única opción defensiva que vale la pena usar en el juego. El resto del tiempo, hay que ser agresivo, no más.

Nada de eso importaría si el juego se controlase mal, pero felizmente, ese no es el caso. Los controles responden perfectamente, no me encontré con nada de lag, y en general, de los diez personajes, ninguno me pareció demasiado mejor o peor que el otro. A diferencia de otros juegos del género, no hay problemas de balance en “Guilty Gear” —o al menos ninguno que me haya parecido demasiado evidente… estoy seguro que los fanáticos o expertos tendrán sus propios argumentos—, por lo que al final del día, la experiencia que tenga cada uno dependerá, más que nada, de sus propias habilidades como gamer. Y es ahí donde brilla este juego: no depende d la suerte, ni de glitches o ataques exagerados. Uno simplemente debe practicar y aprenderse su compleja jugabilidad, para ir mejorando y mejorando.

Considerando que se trata de un juego de hace más de veinte años —salió en 1998—, “Guilty Gear” no luce mal, y de hecho, se siente más auténtico que varios juegos estilo retro que aparecen de cuando en cuando en la eShop de la Switch. Los sprites son de alta calidad, las animaciones de cada peleador son suaves y fluidas, y el diseño de cada uno… bueno, considerando que estos personajes han estado en la mente de los gamers por tanto tiempo, no debería hacer falta el mencionar que todos tienen looks memorables y visualmente interesantes. Ah, y me olvidaba; “Guilty Gear” corre sin problemas tanto en el modo portátil de la Switch como en el dock para TV, y aunque se controla decentemente con las Joy-cons, definitivamente recomendaría que lo prueben con un Pro Controller, si lo tienen.

Esta edición de aniversario de “Guilty Gear” para la Nintendo Switch es todo lo que uno esperaría; ni más ni menos. Se trata de un port bien hecho de un juego extremadamente influyente y entretenido, y aunque no viene con mucho contenido extra ni mucho menos, lo que incluye debería ser suficiente como para distraer al gamer más exigente. ¿Me hubiera gustado que venga con un modo online, o modos como el de Práctica o Torneo? ¡Por supuesto! Pero para eso ya deberíamos pedir un remake o aunque sea un remaster, y eso no es lo que han hecho los chicos de Arc System Works. Si quiere un “Guilty Gear” puro y duro, aquí lo tienen: perfecto para fanáticos del género, y todavía, incluso luego de veinte años, ridículamente entretenido y complejo.

https://www.youtube.com/watch?v=3WirWfffUbI

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Arc System Works.

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