Ember – Nintendo Switch (Análisis)

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Ember

$19.99
7.1

Gráficas

8.0/10

Historia

5.5/10

Gameplay

7.5/10

Controles

7.5/10

Duración

7.0/10

Pros

  • Gráficas detalladas
  • Combate en tiempo real
  • Controles responden bien
  • Música variada
  • Duración decente

Cons

  • No es muy original
  • Personajes y trama súper genéricos

Ember” es un homenaje a los RPGs clásicos para computadora de hace una década o hasta más. No se trata de una propuesta particularmente original, pero es precisamente porque nunca trata de serlo. Más bien, si es que alguna vez han jugado RPGs enfocados en el combate, con una vista desde arriba, tendrán una buena idea de lo que “Ember” tiene para ofrecer. No es nada particularmente complicado, pero para lo que cuesta, no está del todo mal. Es lo suficientemente entretenido como para distraer por varios días, pero tampoco se extiende demasiado, como para cansar al jugador. En pocas palabras; es un buen juego, y punto.

A pesar de ser un RPG —es decir, un género en donde la narrativa muchas veces es el foco de la experiencia—, la trama de “Ember” no es muy interesante que digamos. Uno controla a un Lightbringer que acaba de ser resucitado —ha sido llamado a la tierra para proteger a los Embers, y poder salvar el mundo. Y eso es todo, en realidad. No hay mucho más que uno deba saber sobre la historia de “Ember” —se trata de una narrativa absolutamente clásica, y extremadamente similar a lo que uno encontraría en otros juegos de similar corte. Asumo que esa era la idea, pero igual hubiese agradecido la inclusión de personajes mejor desarrollados, o aunque sea uno que otro giro narrativo medianamente sorprendente.

Ya que la trama no es lo que más destaca en “Ember”, comencemos con el combate. A pesar de que “Ember” está tratando de homenajear a varios títulos clásicos del género, los desarrolladores decidieron incluir un sistema de combate en tiempo real, en vez de hacerlo por turnos, como uno esperaría. Y aunque los controles durante estos enfrentamientos pueden ser un poco enredados, creo que tomaron la decisión correcta —no es que se trate de un sistema tipo hack and slash ni mucho menos, pero el que las peleas sean en tiempo real definitivamente ayuda a que el juego obtenga un ritmo mucho más rápido y emocionante, y el hecho de que uno pueda pausar en cualquier momento, para decidir qué ataque o poder especial va a usar, convierte a “Ember” en una experiencia menos frustrante de lo que inicialmente esperaba. Uno se demora un poco en acostumbrarse al sistema de batalla de “Ember”, de eso no hay duda, pero vale la pena.

De hecho, me encantó el que “Ember” maneje un estilo que no se va a ningún extremo —las batallas no son tan lentas como en los RPGs que se dedican a desarrollar encuentros por turnos, pero tampoco son tan frenéticas o dependientes del button mashing como los juegos tipo hack and slash. El tener tiempo para poder crear diferentes estrategias definitivamente ayuda a que los combates sean más divertidos; súmenle a esto las diferentes habilidades especiales que puede tener cada personaje —hasta tres a la vez—, y la experiencia de jugar “Ember” se torna inesperadamente adictiva

Aparte de las batallas, el juego cuenta con un sistema de crafting suficientemente bien desarrollado (uno puede cocinar comida, preparar pociones, fabricar armaduras y armas, y mucho más), y con bastante loot para que uno pueda recoger. El sistema de manejo de ítems no está del todo mal —aunque si uno pasa demasiado tiempo haciendo crafting, puede que llene su inventario en muy poco tiempo—, y el mapa cuenta con suficientes vendedores por todas partes, como para que uno pueda vender y comprar diferentes ítems sin mayores problemas —esto, a su vez, hace que el llenarse de ítems innecesarios no sea un problema, tampoco.  

A nivel técnico, “Ember” no está del todo mal. Las gráficas hacen buen uso de toda suerte de texturas para desarrollar diferentes áreas y mazmorras, dándole un look muy particular a cada zona del juego. Los cambios de clima lucen suficientemente espectaculares —y afectan al manera en que uno se mueve por este mundo—, y el ciclo de día y noche hace que la experiencia de jugar “Ember” se sienta más épica y realista. La música, por otro lado, no es particularmente memorable, pero al menos cambia dependiendo del área que uno esté visitando, lo cual, junto a las gráficas, ayuda a que el mundo se sienta más vivo, y cada zona tenga una identidad propia. Al no ser un título particularmente exigente, “Ember” corre sin problemas en ambos modos de la Nintendo Switch.

“Ember” es un juego que hace todo lo que tiene que hacer de manera competente, pero sin llegar a ser espectacular. Las gráficas son decentes, al igual que la música y los efectos de sonido; al trama es meramente cumplidora, y el sistema de batallas y exploración de mazmorras definitivamente le permite al gamer sentir que está viviendo una aventura épica. No es nada que uno no haya visto antes en cualquier otro RPG para cualquier otro sistema, pero está lo suficientemente bien hecho como para que uno se “envicie” y termine jugando horas de horas frente a la pantalla. “Ember” es un juego cumplidor —no hay otra manera de describirlo, y aunque puede que no sea el mayor elogio que uno le pueda dar, al menos se trata de una apreciación honesta, y por qué no, bastante justa.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por N-Fusion.



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