Edge of Eternity (Cloud Version) – Nintendo Switch (Análisis)

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Me bajo de la nube.
  • Este no es el futuro.

Creo que no es ningún secreto que el Cloud Gaming todavía no puede ser considerado como el futuro de los videojuegos. Incluso en países que cuentan con conexiones rápidas y estables de Internet, muchos jugadores han tenido problemas jugando títulos que se llevan a cabo enteramente online. Después de todo, a diferencia de una película o una canción, un videojuego no es una grabación, y cambia constante debido a las decisiones que un gamer toma mientras lo experimenta. Por ende, tener un juego que funcione exclusivamente a través del streaming es mucho más complicado que cualquier otro medio artístico.

Como se deben imaginar, comienzo escribiendo sobre el Cloud Gaming porque este nuevo RPG, “Edge of Eternity”, ha llegado a la Nintendo Switch exclusivamente a través de la nube. Y aunque me podría animar a declarar que no se trata de un mal titulo, el simple hecho de que sea un Cloud Game arruina cualquier alabanza que podría haber tenido. En pocas palabras: la versión Cloud de “Edge of Eternity” es una de las peores experiencias que jamás haya tenido, increíblemente lenta y frustrante y visualmente inconsistente. Sé que estamos en Perú y sé que no tenemos el mejor Internet del mundo, pero considerando la conexión que tengo en casa, me costaría creer que alguien más podría tener una mejor experiencia en otro país.

“Edge of Eternity” comienza con un prólogo bastante chocante, que mezcla temas sobre violencia, la fealdad de la guerra, y la muerte, con secuencias que nos muestran un poco sobre el gameplay, y un escort mission increíblemente frustrante que, para colmo de males, termina siendo totalmente gratuito. Fuera de eso, debo admitir que —cuando corre de manera decente, quizás a la una de la mañana— “Edge of Eternity” comienza bastante bien, introduciendo y estableciendo de manera eficiente el mundo en el que se lleva a cabo su historia, dando a entender, además, que como se trata de una guerra, casi ningún personaje está a salvo. A excepción, quizás, del protagonista al que uno controla.

Porque el personaje principal de “Edge of Eternity” es Daryon, un guerrero que, felizmente, logra sobrevivir al prólogo ya mencionado, pero que ahora se debe embarcar en una misión junto a su hermana adoptiva, Selene. ¿Qué deben hacer? Pues resulta que esta guerra está sucediendo debido a la invasión de los Archelites, alienígenas que están intentando acabar con los humanos con sus robots gigantes, y más importante, con una plaga llamada Corrosión. El problema, pues, es que la madre de Daryon se ha contagiado de la Corrosión, por lo que ahora tienen que salir al mundo y encontrar una cura.

Esa es la trama; nada demasiado original, pero tampoco algo que se pueda considerar como una copia. Interesantemente, eso sí, por momentos pareciera que “Edge of Eternity” estuviese intentando esquivar algunos de los clichés típicos de los JRPGs —al menos a nivel narrativo—, para luego aceptarlos y utilizarlos sin mayores problemas, especialmente en lo que se refiere al gameplay. Es así que “Edge of Eternity” se termina sintiendo como un juego de dos caras; una un poco más tradicional y similar a otros títulos de similar corte que se pueden encontrar en la eShop de la Nintendo Switch, y otra un poco más subversiva, que trata de hacer algo distinto, o al menos ligeramente novedoso.

Evidentemente, esta doble identidad juega en contra del producto final. Por ejemplo, las batallas en “Edge of Eternity” se llevan a cabo por turnos, como en cualquier “Final Fantasy” tradicional, pero a la vez cuentan con elementos de los RPGs de acción, obligándolo a uno a seleccionar a los personajes apropiados para atacar, pero también, a colocarlos en el lugar indicado, como si se tratase de un título de estrategia. Eso ya de por sí es algo complejo, pero si le suman una cámara que se mueve demasiado y cambia de ángulo y de tiro sin ninguna razón aparente, “Edge of Eternity” se convierte velozmente en una experiencia más frustrante que divertida. Elementos, además, como el ciclo de día y noche se sienten algo gratuitos, y al final del día (heh) no contribuyen mucho a la jugabilidad de “Edge of Eternity”.

Pero ya sé que es lo que quieren saber (por más de que me haya adelantado con eso líneas arriba): ¿qué tal corre “Edge of Eternity” en la Switch? Pues terriblemente. Me hubiera gustado escribir algo sobre las gráficas o el estilo artístico, pero la verdad es que jugué la mayor parte del tiempo con la pantalla súper pixeleada, y con un mensaje encima diciéndome que mi conexión no era estable (¡!). Ahora bien, desde hace un tiempo que se cambió de conexión y de router en mi hogar, y estoy incluyendo un pantallazo en este texto, demostrando la velocidad de descarga que tengo la mayor parte del tiempo. Es una conexión de Internet casi ideal en Latinoamérica, y que valgan verdades, la mayoría de gamers no tienen. Entonces, si para mi el juego corre mal y hasta no logra conectar durante el día, ¿qué esperanzas pueden tener otros jugadores? No es una exageración decir que la versión Cloud de “Edge of Eternity” para la Nintendo Switch simplemente NO FUNCIONA en el Perú.

Lo cual es una verdadera pena, porque “Edge of Eternity” cuenta con elementos narrativos (y temáticos) que me parecieron muy interesantes. Y aunque el gameplay se puede sentir como una mescolanza algo ilógica, tampoco es que sea del todo aburrido. Pero el mayor problema de “Edge of Eternity” está relacionado al tipo de juego que es, o al medio que han utilizado para traerlo a la Switch. Es un Cloud Game, y por ende, con el Internet que tenemos en el Perú (por más de que sea rápido o de fibra óptica) simplemente no funciona. Me hizo recordar, de hecho, a cuando trataba de ver videos en Apple Trailers antes de la existencia de YouTube. Así que solo recomendaría esta versión de “Edge of Eternity” si es que quieren regresar al año 2002. De lo contrario… ni se animen.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Ubitus.



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Me bajo de la nube.
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