EAT BEAT DEAD SPIKE-san (Nintendo Switch) – Análisis

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EAT BEAT DEAD SPIKE-san

$6.99
5.9

Gráficos

5.5/10

Sonido

7.5/10

Gameplay

6.5/10

Dificultad

6.0/10

Replay Value

4.0/10

Pros

  • Gráficas tipos chibi
  • Concepto intrigante
  • Gameplay sencillo pero sólido

Cons

  • Controles imprecisos
  • Técnicamente simplón
  • Poca variedad de todo
  • Port bien flojo de móviles
  • Solo para fanáticos

Un juego de ritmos siempre va a tener el potencial de ser muy divertido; si la música es buena y pegajosa, si los controles son precisos, y si las gráficas son atractivas y coloridas, no debería haber mayor problema. El caso de “EAT BEAT DEAD SPIKE-san”, no obstante, es bastante único. No me atrevería a decir que se trata de un juego de ritmos tradicional, ni en concepto, ni en gameplay, especialmente si se le compara a otros títulos para consolas (en lo que se refiere a juegos para móviles, me imagino que sí es un poco más normal). Si son fanáticos del género, o si no les molesta pagar por un juego que en móviles es gratis, deberían pasarle bien jugando “EAT BEAT DEAD SPIKE-san”… hasta cierto punto.

Porque aparte de esos factores, también hay que tomar en cuenta que “EAT BEAT DEAD SPIKE-san” es un juego creado por fanáticos —pero aprobado por los creadores… espero— basado en la franquicia de “BlazBlue”. Utiliza los mismos personajes —pero en estilo chibi— y en vez de involucrarlos en combates mano a mano, los mete en un juego de ritmos en donde el objetivo es comer absolutamente todo. Si les encanta “BlazBlue”, si se saben las canciones de la franquicia de memoria, y si les da curiosidad ver cómo manejan este concepto en este contexto en particular, se divertirán. El resto, lamentablemente, quedará un poco confundido.

Como en cualquier juego de ritmos o de música, la trama no es particularmente importante, por lo que deberíamos agradecer el simple hecho de que incluyan una, por más básica que sea. En “EAT BEAT DEAD SPIKE-san”, uno controla a Ragna de Bloodedge, cuyo ataque, el Dead Spike, ha cobrado vida, por alguna razón, y ahora quiere comerse todo lo que encuentra en el camino para volverse más fuerte. Eso es todo lo que tienen que saber, y honestamente, era todo lo que el juego necesitaba, por más que tenga que hacer referencia a los otros juegos de “BlazBlue”.

El gameplay es extremadamente sencillo: el protagonista avanza de izquierda a derecha a través de un nivel, en el que van apareciendo diferentes items, desde bowls de ramen hasta barriles que el Dead Spike puede comer. Es necesario utilizar únicamente dos botones: el R para la derecha, y el L para la izquierda. Depende de lo que el juego pida con cada item, uno presiona su respectivo botón al ritmo de la música que está de fondo… y eso es, básicamente. Si uno juega bien, se puede activar —ya sea automáticamente, o cuando el jugador lo decida; esto se puede cambiar en el menú de opciones— el Overdrive, el cual le permite a uno dejar de perder vida por un momento determinado. Pero sí, eso es todo.

Evidentemente hay varios niveles de dificultad —Fácil, Mediano y Difícil— los cuales le permiten a uno desbloquear nuevos niveles y nuevas canciones, y sí, hay algo de replay value en el sentido de que uno puede ir mejorando sus calificaciones en cada canción; al terminar cada nivel, uno recibe una nota de la D a la A, por lo que si se siente competitivo, puede volver a jugar para mejorar dicha nota, o simplemente pasar al siguiente nivel. Es todo bastante sencillo y bastante básico; nada del otro mundo, realmente.

Y creo que ese es el principal problema de “EAT BEAT DEAD SPIKE-san”. No es solo que será más disfrutado por los fanáticos de “BlazBlue” que sepan qué demonios está ocurriendo y por qué, si no también que se nota que comenzó como un juego para móviles. Los controles son absurdamente simples, sí, pero también son, por momentos, frustrantemente imprecisos. Es posible jugar “EAT BEAT DEAD SPIKE-san” con controles touch en el modo portátil de la Switch, y aunque son relativamente cómodos, la respuesta de los mismos es muy lenta, lo cual puede convertir a los niveles más complicados —con canciones más rápidas— en experiencias prácticamente injugables.

Y sí, los controles de botones —con la R y L que mencioné líneas arriba— son mejores, pero no por mucho. No estoy diciendo que “EAT BEAT DEAD SPIKE-san” sea un juego aburrido, necesariamente, pero al ser tan sencillo, se siente muy repetitivo, por más que la versión para Switch venga con canciones adicionales y todo lo que uno esperaría de un port ligeramente mejorado.

Y digo ligeramente, porque en varios sentidos, “EAT BEAT DEAD SPIKE-san” es un port bien flojo. Las gráficas son lo que uno esperaría de un juego para móviles, mas no de un juego para Switch, y hasta se nota que han sido estiradas para que entren mejor en las dimensiones de la pantalla de Switch. Sí, el estilo chibi es atractivo, pero eso es lo único que realmente resalta. Además, los controles touch en la pantalla han sido incluidos de manera muy torpe, y en general, el juego carece modos o, mejor dicho, de razones para seguir jugándolo una y otra vez.

El concepto base de “EAT BEAT DEAD SPIKE-san” es correcto, pero al final del día, se trata de un título hecho para fanáticos de “BlazBlue” y nadie más. Después de todo, solo ellos son capaces de no cansarse de tanta canción basada en guitarra, con riffs similares y estilos tan parecidos; en serio, casi no hay variedad, que es lo que uno esperaría de cualquier juego de ritmos. Visualmente plano y adaptado torpemente a la Switch, “EAT BEAT DEAD SPIKE-san” es un juego, por momentos, cumplidor, pero que en realidad debió recibir muchos más cambios y mejoras para que no se sienta como un juego para móviles fuera de lugar en la Nintendo Switch. Espero que la consola reciba mejores juegos de ritmos en el futuro cercano.

 

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Arc System Works.

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