Diablo III: Eternal Collection (Nintendo Switch) – Análisis

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Diablo III: Eternal Collection

$59.99
8.5

Gráficos

9.0/10

Gameplay

8.5/10

Dificultad

8.0/10

Musica

8.0/10

Multijugador

9.0/10

Pros

  • Excelente port
  • Harta acción
  • Elementos RPG bien integrados
  • Multijugador online y offline
  • Trama interesante

Cons

  • Más sencillo que otros RPGs
  • Un poco repetitivo
  • No convertirá a los haters

Sí, sé que la Switch se está ganando la reputación de ser una máquina de puros ports e indies, lo cual entiendo hasta cierto punto. Sí, tenemos varios juegos originales de mes a mes, pero precisamente como la consola anterior de Nintendo, la Wii U, no fue particularmente popular con las desarrolladoras third party, estas están aprovechando el éxito de la Switch para traer consigo muchos de los títulos que simplemente no pudieron aparecer en el sistema anterior. Porque nadie los hubiera jugado. Y hubieran sido un fracaso comercial. Hey, me encanta mi Wii U, pero tampoco podemos tapar el sol con un dedo, ¿no?

En todo caso, y especialmente para aquellos que solo tengan la Switch, el poder disfrutar de títulos como “Diablo III: Eternal Collection” en la más reciente consola de Nintendo es todo un regalo de parte de nuestros amigos japoneses. Después de todo, juegos como ese, o como “Skyrim”, o como “Doom”, son el tipo de propuestas que, hasta hace unos años, nadie se hubiera imaginado podrán ser disfrutados en un sistema de la Gran N. Es más — “Diablo III: Eternal Collection” es el primer título de la saga en aparecer en una consola de dicha empresa, por lo que su aparición en la Switch podría considerarse como todo un hito. El hecho de que venga con contenido exclusivo para la Switch es la cereza sobre el pastel.

Ahora bien, habiéndome ya deshecho de toda esa introducción, vale la pena hacerse la siguiente pregunta: “¿De verdad funciona Diablo III: Eternal Collection en la Nintendo Switch?” Y felizmente la respuesta es positiva. Si saben cuál es la formula de la franquicia, sabrán exactamente qué esperar —se trata de un RPG bastante light que favorece la violencia por sobre cualquier otro elemento de gameplay. Pero si son parte de ese grupo de fanáticos de “Diablo II” que odian esta tercera parte, no encontrarán nada nuevo o supuestamente “mejor” en este port. Para este gamer, sin embargo, se trata de una experiencia muy entretenida —de repente no tan profunda como pudiera haber sido, pero innegablemente adictiva.

El concepto de “Diablo III: Eternal Collection” es bastante sencillo. Uno controla a un personaje desde una perspectiva cenital/isométrica, ordenándole que haga diferentes acciones —muchas de las cuales son bastante locas— para acabar con sus enemigos. Hay un sistema de subida de niveles, hay varios ítems y armas por recolectar, e incluso hay varios enemigos por asesinar. No es nada del otro mundo en teoría— pero la belleza de “Diablo III: Eternal Collection” (y de toda la franquicia en general, siendo honestos) está en la ejecución. “Diablo III: Eternal Collection” es un título realmente entretenido, el cual explota al máximo su concepto relativamente simple.

En términos narrativos, “Diablo III: Eternal Collection” no es nada del otro mundo. La trama del juego es relativamente interesante, y siendo honestos, no está mal escrita, pero tampoco llega a ser el verdadero foco del juego. El diálogo es divertido y ocasionalmente cursi, y los personajes  desde los héroes hasta los villanos— son bastante memorables, especialmente si ya han jugado entregas de esta franquicia antes. Pero nuevamente: acá lo importante es el gameplay, el factor diversión, y la manera en que uno puedo ir subiendo el nivel de su personaje para asesinar más enemigos. Más directo no puede ser.

Pero bueno, ¿en qué consiste el gameplay, entonces? Para empezar, uno puede elegir de entre siete diferentes clases, así como tu género. No hay manera de customizar a tu personaje, desgraciadamente, pero cada clase tiene características suficientemente únicas como para que esto no llegue a fastidiar demasiado. Cada clase tiene Vida —es decir, tu barra de salud—, y también otra barra que es una suerte de mana; Disciplina, Espíritu, etc. Dicha barra se va consumiendo mientras uno va realizando movimientos especiales, y se recarga cuando uno utiliza ataques normales. La idea es balancear el uso de ambos tipos de ataques para no quedarse sin mana por demasiado tiempo —hay ciertos enemigos y situaciones que requieren de ataques especiales, y otros que no.

Por otro lado, cabe mencionar que mucho del desempeño del jugador en “Diablo III: Eternal Collection” depende del loot —no de loot boxes, felizmente, si no de tesoro o ítems que uno va recolectando a lo largo de la aventura. Uno puede ir encontrando oro, armadura, joyas, armas, ítems que mejoran características del personaje… de todo. Hay ítems y armas que pueden ser utilizadas únicamente por ciertas clases, por lo que la recolección del loot también dependerá del personaje que uno haya elegido. Al igual que en el manejo de los ataques, hay cierta estrategia en lo que se refiere a la utilización del loot.

Ahora bien, sí cabe mencionar que, al ser un RPG relativamente sencillo, “Diablo III: Eternal Collection” es un juego bastante linear. La progresión es lineal, la subida de niveles es lineal, y hasta el tipo de loot que uno puede ir recolectando se da de manera bastante lineal. Esto no me fastidió demasiado —no todos los RPGs tienen que ser ridículamente complejos y enredados y llenos de subtramas y situaciones secundarias—, pero vale la pena mencionarlo, para aquellos que de repente se animen a probar “Diablo III: Eternal Collection” esperando algo un poco menos simple. Si se divierten con este juego, al igual que yo, es porque se controla bien, no porque sea una experiencia que vaya a durar cincuentamil horas.

Lo cual, evidentemente, me lleva a los controles. Sí, el juego puede llegar a ser un poco repetitivo —después de todo, el foco de toda la experiencia está en matar—, pero la manera en que uno se pelea con los enemigos y, en general, se desenvuelve por este mundo, es muy satisfactoria. Los movimientos son suaves y responden bien, y el jugador nunca se siente demasiado lento o pesado. Hay varios quests para completar, y hasta eventos que le otorgan algún tipo de reto al gamer, como para darle algo de variedad al juego. Tenemos mazmorras, desiertos, catacumbas, volcanes, montañas… hay una gran variedad de objetivos por cumplir, lo cual ayuda a que los momentos más monótonos del juego no fastidien demasiado.

Ahora bien, uno puede jugar la mayor parte de este título solo, pero también se puede hacer a través de un modo online que está bastante bien integrado. Al menos en mi experiencia, dicha modalidad funciona muy bien; nunca me encontré con lag, ni nada por el estilo. Por otra parte, este port para Switch también cuenta con un modo de multiplayer local —con varias consolas o en una sola pantalla—, cuya inclusión agradezco a sobremanera. Sí, el tener a cuatro personajes en una misma pantalla puede llegar a ser un poco confuso, pero apenas uno se acostumbra, comienza a pasarla realmente de lo lindo.

En términos de contenido exclusivo, lo más llamativo de este port de “Diablo III: Eternal Collection” es la presencia del gran Ganondorf, el villano de “The Legend of Zelda”. Uno puede utilizarlo como protagonista, lo cual se ve realmente increíble —es poderoso sin sentirse injustamente fuerte, y puede utilizar ciertos ítems muy particulares. Además, puede ser seguido por un Cucco, quien recoger el oro que encuentre tirado en cada nivel. La imagen de Ganandorf, seguido por un pollito que hace sonidos graciosos, en medio de un mundo apocalíptico y oscuro, simplemente no tiene precio.

“Diablo III: Eternal Collection” es el juego ideal para quienes estén buscando una experiencia RPG violenta, oscura, adictiva, pero no tan compleja. Es muchísimo menos enredado que el JRPG promedio, y definitivamente más simple que muchas otras propuestas que uno puede encontrar en la mismísima Switch, pero tiene un encanto muy propio. Después de todo, por algo la franquicia ha logrado convertirse en toda una sensación a través de los años. Agradezco la presencia de “Diablo III: Eternal Collection” en la biblioteca de juegos de la Nintendo Switch —se trata de una experiencia que los Nintenderos jamás nos hubiéramos imaginado podríamos tener en un sistema como este, y que estoy seguro muchos disfrutarán.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Blizzard Entertainment.

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