Buildings Have Feelings Too! – Nintendo Switch (Análisis)

*Juego en descuento a $15.99

El “animismo”es una manera de concebir la realidad que ha acompañado a la especie humana desde tiempos inmemoriales: el dotar de cualidades a objetos o seres inanimados ha sido siempre parte de casi todas, por no decir todas, las civilizaciones. Jean Piaget estudió dicho animismo en el campo de la psicología, específicamente en los niños y es que el niño posee esta particularidad de manera natural al no tener un límite entre su propio yo y el mundo exterior, por lo cual considera a todo lo que le rodea tan vivo como él mismo.

Uno se puede extender en este tema, pero quisiera recalcar específicamente que este video juego, “Buildings Have Feelings Too!”, se nutre de esta clavijero de pensamientos infantiles tan llenos de vida que son el pretexto para recrear un mundo de animación en circunstancias que, a simple vista, carecerían de esta. Y es que imaginarse una convivencia entre construcciones, buscando su lugar en el mundo y con idas y venidas emocionales es digno de una mente que toma por bandera la fantasía y la transforma en un mundo de programación “animística”.

“Buildings Have Feelings Too!” es un video juego de simulación y estrategia. Simulación porque nos convertiremos en una construcción que velará por el bienestar de las demás construcciones, escuchándolas, analizando y desarrollando planes para que dicho bienestar no se encuentre obstaculizado; por este último es un video juego de estrategia, pues tendremos que “rompernos el coco” para generar, valga la redundancia, estrategias para que las edificaciones puedan coexistir armónicamente sin ser destruidas, sino transformadas y así las personas aledañas a ellas se sientan cómodas lo cual generará recompensas que nos harán subir de nivel, ya sea “tuneando” los edificios o movilizándonos a otros lugares de la ciudad para ayudar a más construcciones y así permitir que el video juego prosiga en su cauce.

En cuanto a lo que se refiere a jugabilidad, debo admitir que al principio perdí la paciencia, pero es comprensible puesto mi poca atracción hacia juegos de este tipo y, además, por ser, si más no recuerdo, el primer juego de esta naturaleza al que me veo frente a frente: un reto que poco a poco fue siendo asimilado conforme iba conociendo la jugabilidad y, sobre todo, la naturaleza de este video juego. Pienso que como todo juego nuevo y “sui generis” costará, al principio, acostumbrarnos a una jugabilidad poco ortodoxa, pero es el tiempo y la dedicación lo que hará que conociendo la enmarañada de este tipo de títulos podamos disfrutarlo tal y como tiene que ser: fluyendo como la seda bajo la caricia.

Los gráficos de “Buildings Have Feelings Too!” Son de una tonalidad mate y temática simple: no son gráficos despampanantes, pero cumplen su función que es la de trasmitir la soledad de una ciudad donde las construcciones parecen ser el único motivo para sonreír. La música, por su parte, de tonalidad agridulce, acompaña armoniosamente al estilo gráfico de este video juego y nos transmite esa sensación de urbanismo, de una tarde/noche caminando por las calles solitarias sin saber a dónde ir, ni tampoco a dónde no ir.

Para finalizar, si bien es cierto que las ciudades nos han podido transmitir malas experiencias, con “Buildings Have Feelings Too!” podemos encontrar, no el otro lado de, sino la otra moneda. Creo que la ciudad también tiene un lado tierno y misterioso, que las paredes de las casas y edificios, aún en sus tonos grises, tienen tanto color. Comprender que, así como las montañas transmiten vida en las afueras de la ciudad, dentro de ellas son las construcciones los testigos de innumerables historias y aventuras, los que cuidan de nuestras sombras y nos dan un espacio para sentarnos y sentir la caricia de las luces amarillas bajo el terciopelo de una piel acaramelada.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Merge Games

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