Flowing Lights – Nintendo Switch (Análisis)

11

Flowing Lights

$9.99
8.9

Gráficas

8.5/10

Sonido

8.0/10

Gameplay

9.5/10

Controles

9.5/10

Duración

9.0/10

Pros

  • Sencillo pero adictivo concepto
  • Visualmente limpísimo
  • Controles muy precisos
  • Enemigos con distintos patrones de ataque
  • Upgrades temporales

Cons

  • ¡Le faltó un multijugador!

No sabía qué esperar de “Flowing Lights”, razón por la cual, probablemente, terminó sorprendiéndome gratamente. Lo que tenemos acá es un shooter con elementos de puzzle que termina siendo realmente original, lo cual, en este época y con tantos juegos indie disponibles en la Nintendo Switch, es muy difícil de lograr. Estoy seguro que existen otros juegos similares a “Flowing Lights”, sí, pero o no los he jugado, o esta propuesta igual logra diferenciarse tanto de aquellos, que no termina sintiéndose como una copia ni mucho menos. Puede que no sea un título muy complejo, pero al final del día, termina siendo increíblemente adictivo y entretenido, lo cual es más de lo que muchos otros juegos podrían llegar a ser.

La premisa en “Flowing Lights” es engañadoramente sencilla. Uno controla a una nave que, luego de un accidente, aterriza en un planeta donde la gravedad funciona de manera distinta. En pocas palabras: es mucho más pesada, llena de dunas complicadas de subir, y de agujeros que pueden llegar a aspirarlo a uno. Pero lo más interesante es que dicho lugar está lleno de enemigos que deben ser destruidos, pero cuyas balas —que lucen más como bolas de láser o de energía— fluyen como líquido, siendo afectadas por elementos en los niveles que manipulan la gravedad a su alrededor. Suena complejo, pero no lo es, realmente —cuando uno ve a los enemigos y sus disparos en movimiento, entiende perfectamente de qué se trata de esta propuesta.

Lo que uno tiene que hacer, entonces, es recorrer diferentes niveles, los cuales están compuestos de breves batallas con diferentes enemigos. La idea es destruir a los contrincante en cada batalla lo más rápido posible, tratando incluso de realizar combos —uno puede destruir hasta tres enemigos de un solo disparo—, y por supuesto, evitando que los ataques enemigos le caigan a uno. Después de todo, hay balas que simplemente le quitan un corazón de vida a la nave principal, mientras que otros quitan vida Y empujan a nuestro protagonista, lo cual puede hacer que se caiga en un agujero del cual será imposible salir. Es casi como un bullet hell, en realidad, pero menos frenético, en donde uno tiene que pensar bien en qué estrategia usar para acabar con sus antagonistas.

Los primeros niveles, como se deben imaginar, comienzan de manera sencilla, con enemigos que utilizan balas lentas, y pocos obstáculos en las locaciones por las que uno se desenvuelve. Pero mientras uno va avanzando a través de las 200 (¡!) batallas que “Flowing Lights” tiene para ofrecer, la cosa se va tornando más complicada. El juego introduce más dunas y más agujeros; enemigos con filas enteras de balas que se mueven como agua y que uno tiene que esquivar de manera inteligente, y hasta ciertos upgrades temporales que sirven para poder obtener combos, y seguir avanzando a los siguientes combates. La curva de aprendizaje es prácticamente perfecta; resulta fácil aprender a jugar “Flowing Lights”, pero dominarlo al 100%… bueno pues, eso es otra cosa.

Por otro lado, vale la pena mencionar que “Flowing Lights” utiliza un sistema de ranking bastante eficiente. Luego de cada batalla, uno es calificado con una de cuatro letras: C, B, A o S. La calificación que uno obtiene depende de cuántos se demora en acabar con todos los enemigos —lógicamente, mientras más rápido lo hace, mejor nota obtendrá—, pero en los niveles más difíciles, para obtener una A o específicamente una S, es necesario también utilizar ciertos upgrades y realizar combos, asesinado a tres enemigos de una, y haciéndolo lo más rápido posible. Lo interesante de “Flowing Lights” es que lo obliga a uno a pensar rápido, dentro de los parámetros de gameplay que el juego ha establecido desde un inicio. Pero a la vez, nunca se siente injusto, ni depende demasiado del ensayo y error. Es un sublime balance que pocos juegos logran obtener, pero que resalta (positivamente) en “Flowing Lights”.

Lo cual no quiere decir que uno no pueda intentar de nuevo si es que no está satisfecho con su calificación. De hecho, una de las mejores características de “Flowing Lights” es que resulta muy fácil jugar cada batalla una y otra vez; simplemente hay que presionar el botón +, y si uno está en pleno combate, éste se resetea inmediatamente. Y si ya acabó, pero quiere volver a intentar, el botón + lo lleva a un menú, en donde el jugador puede seleccionar la opción de reintentar la batalla anterior. Esto motiva al jugador a volverse cada vez mejor en “Flowing Lights”, ya que no hay ningún tipo castigo para el reseteo de los combates. “Flowing Lights” es un título retador, pero a la vez, un juego que quiere que el jugador se divierta y vaya mejorando gradualmente, también.

A nivel técnico, “Flowing Lights” está muy bien. El juego maneja una estética sencilla pero vistosa, con gráficos muy bien definidos —tanto en el modo portátil de la Nintendo Switch, como en el dock para televisión— que hacen uso de áreas de texturas simples, casi de arena. El framerate es consistente, los enemigos son variados —sin dejar de poner en evidencia que todos pertenecen a la misma raza alienígena—, el movimientos de la nave es extremadamente fluido, y la banda sonora es minimalista, pero complementa al aspecto visual a la perfección. Por más de que no luzca como un título AAA, “Flowing Lights” igual maneja un estilo muy propio, casi hipotizante, que lo convierte en una de las experiencias más memorables que uno pueda tener en la Nintendo Switch.

Realmente no tengo muchas quejas respecto a “Flowing Lights”. ¿Hubiera sido genial que incluya un modo cooperativo, o hasta opciones para varios jugadores? Sí, claro. Y a pesar de que cuenta con 200, hasta podría argumentarse que hubiera podido ser más largo. Pero el contenido que incluye igual es suficiente, poniendo en evidencia que cuando se tiene talento e imaginación, se pueden desarrollar experiencias muy originales, adictivas y únicas. Puede que “Flowing Lights” no luzca como algo muy complicado, pero apenas lo prueba uno, se da cuenta que es algo especial; un juego que mezcla elementos de puzzles y de shooters para convertirse en uno de los títulos más entretenidos que hayan salido hasta ahora en la eShop. Si quieren jugar algo que los vaya a hacer pensar sin llegar a frustrarlos, “Flowing Lights” es una excelente opción. ¡Estaré atento, pues, a los siguientes trabajo de la gente de gFaUmNe! (Gran nombre….)

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por gFaUmNe.



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