About an Elf – Nintendo Switch (Análisis)

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8
Tostadazo.
  • ¿Qué acabo de jugar?

About an Elf” es posiblemente el juego más tostado que haya probado hasta ahora en mi Nintendo Switch… lo cual, considerando la gran cantidad de propuestas indie que existen para la eShop, es decir bastante. Pero no resulta difícil darse cuenta a qué me refiero. De hecho, todo lo que tienen que hacer es ver el tráiler del juego en esta misma página, y se darán cuenta inmediatamente de que se trata de un título… distinto. Arriesgado. El tipo de juego que solo podría ser realizado por una empresa independiente, y que no sería capaz de diferenciarse más de un juego AAA ni aunque lo intentaste con todas sus fuerzas.

Evidentemente, esto es algo tanto bueno como malo. Bueno porque le permite a “About an Elf” desarrollar una identidad propia, sin verse limitado por lo que los jugadores comunes y corrientes esperarían de un RPG… o un juego de estrategia… o una novela visual… o lo que sea que se supone que es el juego (sí, se trata de un título prácticamente inclasificable, encima). Pero por otro lado, es precisamente esta excesiva libertad creativa lo que podría terminar por alejar a varios gamers, especialmente aquellos que estén en busca de algo tradicionalmente entretenido. No me tomen a mal, “About an Elf” no es un juego aburrido ni mucho menos, pero a la vez, puede llegar a sentirse muy repetitivo y hasta… vacío.

Pero hey; podría argumentarse que eso es parte de la propuesta, también.

En “About an Elf”, uno controla a la princesa Dam, una elfa que está empecinada con comenzar la elftopia. ¿Qué es la elftopia? Ni ella lo sabe; todo lo que sabe es que, para comenzar a conseguirla, necesita deshacerse de todos los monstruos que están habitando su mundo. Es así que se une a Rolando el Gato, quien la ayudará a liberar este lugar de toda maldad y, específicamente, del Rey de los Terrores.

La trama, evidentemente, no es el punto fuerte de “About an Elf”, pero nunca tuvo que serlo. De hecho, hasta se podría decir que es una suerte de sátira de las narrativas convencionales de cualquier RPG o novela visual que uno se atreva a probar; con héroes, villanos, una amenaza poco definida, y términos bastante absurdos (como elftopia). Como se deben estar imaginando, “About an Elf” nunca se toma demasiado en serio a sí mismo, por lo que el jugador termina haciendo lo mismo; resulta más fácil vacilarse con los personajes increíblemente ridículos, los diálogos llenos de humor —pero inconsistentemente escritos—, y hasta cierto punto, el gameplay.

Ah, sí, el gameplay. Buena parte de “About an Elf” se lleva a cabo como una novela visual, con el jugador haciendo que Dam interactúe con diferentes personajes secundarios, pero las partes más interactivas (nuevamente, hasta cierto punto) vienen con las batallas. Cada vez que uno se encuentra con un enemigo, tiene un breve flash de su punto débil, y habiéndolo visto, tiene que elegir de entre mágicos Magiballs (un nombre bastante directo) para poder eliminarlo. Si uno escoge bien, lógicamente el enemigo desaparece, pero si se equivoca… simplemente puede seguir intentando, siempre y cuando no se le acaben los Magiballs. Es un sistema de batalla increíblemente simplista, que sin embargo se siente coherente con la propuesta irreverente y poco seria del juego.

E igual, después de varias horas de juego, no puedo evitar sentir que “About an Elf” pudo haber hecho algo más. Sí, sé que eso suena un poco loco, considerando lo quemada que es la trama y lo excéntricos que son los personajes, pero me estoy refiriendo al gameplay: a pesar de que el loop es relativamente corto, no puede evitar sentirse algo repetitivo, especialmente si uno se envicia y decide jugar en sesiones largas de juego. Y eso, por supuesto, termina por afectar a la experiencia en general: como juego, “About an Elf” se siente algo vacío, hasta superficial, como un título que gastó todas sus balas en su premisa y presentación y estilo en general, pero que se quedó sin municiones a la hora de desarrollar lo que diferencia a los videojuegos de otros medios artísticos: la interactividad.

Eso sí, si hay una razón por la que resulta relativamente difícil dejar de jugar “About an Elf”, es precisamente por como luce y suena. Si ya vieron el tráiler, se darán cuenta que la estética del juego es bastante… particular. Utiliza modelos en 3D con fondos que parecen combinar polígonos con fotos (eso creo), y las animaciones son increíblemente acartonadas y simplistas, y sin embargo… no carecen de estilo. En todo caso, funcionan bastante bien para la estética tan ecléctica de “About an Elf”. Algo similar se puede decir sobre la música, también: es variada, acompaña bien a la acción, y combina sonidos electrónicos con instrumentos como violines, y hasta el famoso beat de reggaetón. ¡Por qué no!

Y creo que eso es lo que resumen mejor la identidad de “About an Elf”: “¡por qué no!”. El juego se siente como un experimento, como la creación de gente que simplemente quería liberarse de las limitaciones usualmente impuestas por las desarrolladoras o las editoras tradicionales, enfocado más en desarrollar un estilo muy original, que en verdaderamente sentirse como un videojuego. Lo cual no quiere decir que carezca de interactividad; como se ha mencionado ya, hasta combina algunos elementos de varios géneros conocidos. Pero no es en el gameplay donde está lo más destacable de “About an Elf”; eso está en su look, en sus cualidades audiovisuales, y en como se desenvuelve frente al jugador, de manera imprevisible y hasta graciosa. Puede que “About an Elf” sea un experimento hasta cierto punto fallido, pero no es un experimento del que me arrepiento haber formado parte en lo absoluto.

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Meringue Interactive.



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