Pokémon GO es el primer paso serio de Nintendo – ¿alguien se acuerda de Miitomo?- a través de Niantic y The Pokémon Company hacia la siempre controvertida plataforma de los dispositivos móviles. La cautela inicial que siempre tomaron los directivos de la Gran N sobre este tema giraba en torno a cómo adaptar los juegos de consolas a un nuevo sistema, con lógicas distintas: el usuario de dispositivos móviles demanda un juego gratuito con contenido inmediato e interacción con redes sociales. Vistos los primeros resultados en las pocas semanas de lanzamiento que tiene Pokémon GO, podemos decir que Nintendo nuevamente le ha dado en el clavo, pero las consecuencias de este éxito aún estamos por verlas.
¿En qué situación se encontraba Nintendo antes de Pokémon GO y cómo está ahora? Quizá sea muy prematuro afirmar que el oscuro escenario en el que se encontraba debido al fracaso de Wii U ha sido superado con una aplicación disponible solo en un puñado de países, pero vaya que le ha dado réditos, al menos especulativos con el valor de sus acciones. Hemos leído en noticias de diversos medios cómo la cantidad de usuarios activos de Pokémon GO ha venido superando una tras otra a las de grandes redes sociales, Facebook incluido, lo que conlleva una gran responsabilidad proprocional a tal demanda. De momento, los constantes fallos del juego (cuando te aparece un pokémon raro se suele colgar) y caídas de servidores están representando un fuerte sinsabor para un gran número de jugadores que esperamos sean corregidos en el corto plazo.
Recordemos que el año pasado, cuando aún se especulaba sobre el ingreso a los dispositivos inteligentes, el ex presidente de Nintendo, Satoru Iwata afirmaba que los juegos móviles serían solo un complemento a los juegos de consolas, pero que de ninguna forma iban a suplantarlos. Pues bien, debemos considerar la valía de la IP que se esté llevando a smartphones y cuán rentable puede llegar a ser. Con Pokémon era casi un paso seguro, ya que fue y sigue siendo un fenómeno en cada sector imaginable del entretenimiento (videojuegos, películas, cartas coleccionables, anime, manga), con constancia y una base de fans fiel, dedicada y competitiva. Sin embargo, considero la nostalgia como el factor determinante en la decisión de millones de personas parcial o totalmente ajenas a los videouegos de bajarse la app y formar parte de su comunidad. Y esto es a lo que quería apuntar. Más allá de los debates sobre quién tiene más legitimidad a la hora de postear sobre Pokémon GO en sus redes sociales, si los que jugaron Pokémon desde la Game Boy o emulador y los que recién se van uniendo, lo cierto es que los dispositivos móviles tienen el extra de democratizar una IP, llevándola a las grandes masas. Pero así como te permiten llegar a más personas, la mayoría de ellas solo son usuarios efímeros.
En este contexto, es válido preguntarse entonces si las otras IP de Nintendo que saldrán en smartphones lo harán siguiendo el modelo de Pokémon GO (esto es, sencillez, inmediatez y gratuidad) o tomarán otras rutas. Como muchas cosas de la vida, depende. Si estamos hablando de la saga Super Mario– que debería ser el siguiente paso firme y seguro de la Gran N en móviles- el importante factor nostalgia que hemos notado con Pokémon podría replicarse sin problemas y si nos ponemos a tantear o soñar un poquito, la adaptación podría ser muy buena: utilización de GPS para mapear castillos en donde buscar a la princesa Peach. De momento sabemos que los juegos confirmados para dispositivos móviles son Animal Crossing y Fire Emblem, dada la versatilidad que tienen estas dos IPs para adaptarse a esta nueva plataforma, tal como lo dijo el actual presidente de Nintendo, Tatsumi Kimishima.
Finalmente, todo está en la cancha de los directivos de Nintendo y las decisiones que tomen. Tenemos adportas una nueva consola de la que se ha guardado un hermetismo contraprudecente en materia de generar expectativa a los potenciales consumidores y confianza por parte de las desarrolladoras que, pese a que algunas se han aventurado a respaldar a NX, no es señal de entera disposición en el largo plazo tal y como lo vimos en los inicios de Wii U. En ese sentido, considero que Nintendo debe tener a los dispositivos móviles como una plataforma más que complemente a las portátiles y sobremesa, entendiendo que cada una de ellas presupone un modelo de negocio diferente.
